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Consumo planta cara a las trampas de las apps: adiós a la renovación automática de suscripciones

  • Nacho Grosso
  • Cádiz (1973) Redactor y editor especializado en tecnología. Escribiendo profesionalmente desde 2017 para medios de difusión y blogs en español.

El Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 ha anunciado que prohibirá la renovación automática de suscripciones en aplicaciones móviles. Esta iniciativa se enmarca en la futura Ley de Servicios de Atención al Cliente, con la que el Gobierno quiere poner coto a una práctica cada vez más común entre plataformas digitales y apps de uso frecuente. La medida busca evitar que los consumidores sigan pagando por servicios que no utilizan o que se activan sin una autorización clara y expresa.

Objetivo: proteger al usuario

Muchas apps ofrecen períodos de prueba gratuitos que, si el usuario no cancela a tiempo, derivan en cobros mensuales automáticos. También hay servicios de streaming, compras o de almacenamiento en la nube que renuevan sus cuotas sin notificación previa ni opción sencilla para cancelar. Esta práctica, que roza la opacidad, ha generado múltiples quejas ante las asociaciones de consumidores.

Qué cambia con esta ley

Con la nueva normativa, las empresas tendrán prohibido activar la renovación automática de suscripciones sin consentimiento específico por parte del usuario. Además, deberán informar de forma clara y destacada sobre el fin del periodo gratuito, los costes asociados y los pasos para cancelar. También estarán obligadas a permitir la baja inmediata del servicio, sin procesos complicados ni barreras tecnológicas.

Netflix.

Desde el Gobierno aseguran que esta iniciativa forma parte de una estrategia más amplia para garantizar los derechos digitales y evitar abusos en el entorno online. En palabras de Pablo Bustinduy, ministro de Consumo, se trata de «poner al usuario en el centro», algo que también afecta a otras áreas como el telemarketing, la atención al cliente o los tiempos de espera en los call centers.

La medida ha sido bien recibida por organizaciones de consumidores, que desde hace años denuncian este tipo de prácticas abusivas. También se alinea con lo que ya ocurre en otros países europeos, donde la transparencia en las suscripciones digitales es una obligación legal.

En Estados Unidos, por ejemplo, la Federal Trade Commission ha multado a grandes compañías tecnológicas por dificultar la cancelación de suscripciones, exigiendo a los usuarios pasar por varios pasos o formularios ocultos. Esta tendencia global a reforzar los derechos digitales da más fuerza al cambio legislativo en España.

Los usuarios ganarán en claridad, control y seguridad. Ya no habrá sorpresas en la factura ni cargos inesperados al final del mes. Y aunque muchas plataformas tecnológicas podrían resistirse al cambio o buscar nuevas fórmulas para retener clientes, la ley obliga a cumplir. Quien no lo haga, se enfrentará a sanciones económicas y a una posible retirada del servicio.

Esta decisión marca un antes y un después en la forma en que consumimos servicios digitales, y afectará tanto a gigantes como Spotify, Netflix o Apple, como a aplicaciones más pequeñas. Aunque todavía no hay una fecha exacta de entrada en vigor, el anteproyecto ya está en marcha y se espera que se tramite en los próximos meses.