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Así funciona la cámara de vapor del iPhone 17 Pro y por qué evita que el móvil se caliente

  • Nacho Grosso
  • Cádiz (1973) Redactor y editor especializado en tecnología. Escribiendo profesionalmente desde 2017 para medios de difusión y blogs en español.

La llegada de la cámara de vapor del iPhone 17 Pro ha supuesto un cambio discreto pero determinante en el comportamiento térmico de los últimos modelos de Apple. Mucha gente desconoce qué es esta tecnología y por qué es tan importante, pero basta usar el iPhone 17 Pro Max durante unos meses para entenderlo, incluso en tareas que antes calentaban el dispositivo, ahora la temperatura se mantiene bajo control y el rendimiento no cae en ningún momento.

Qué es la cámara de vapor

La cámara de vapor es un sistema de refrigeración avanzado que sustituye o complementa a las tradicionales capas de grafito. Consiste en una pequeña cámara sellada que contiene agua desionizada capaz de evaporarse y desplazarse por su interior para distribuir el calor de forma mucho más eficiente. Cuando el chip se calienta, el líquido se evapora y viaja hacia zonas frías, donde se condensa, liberando calor y comenzando de nuevo el ciclo. Este proceso continuo disipa la temperatura de manera uniforme y evita los picos que obligaban a los móviles a reducir potencia para protegerse.

Cómo trabaja dentro del iPhone

Apple ha conseguido integrar este sistema sin aumentar grosor ni peso, algo especialmente relevante en dispositivos que dependen de un diseño ligero como el iPhone Air. La cámara de vapor cubre el área donde se genera más calor durante la actividad del procesador y la GPU. En cargas intensivas, la diferencia se aprecia al instante: el móvil mantiene su nivel de potencia sin necesidad de limitarse, y eso se traduce en una experiencia más cómoda al grabar vídeo, procesar fotos, jugar o usar apps que hacen cálculos avanzados.

Lo que se nota en el día a día

Durante este tiempo de uso, el comportamiento del iPhone 17 Pro Max ha sido brutal en ese sentido. Al grabar vídeo 4K prolongado no se calienta de forma incómoda; en juegos de tipo AAA, el rendimiento se mantiene constante. En apps creativas o procesos de IA ejecutados en el dispositivo, el rendimiento sigue intacto sin los clásicos tirones por exceso de temperatura. Esta estabilidad también ayuda a conservar autonomía, ya que una temperatura más baja implica un consumo energético más controlado.

Fuente: Apple

Un avance que podría llegar al iPad

Las últimas informaciones apuntan a que Apple planea llevar esta misma tecnología a la próxima generación del iPad Pro. Tiene lógica, ya que son dispositivos usados durante horas para edición profesional, diseño, ilustración o multitarea avanzada. Con más superficie interna para trabajar el sistema térmico, un iPad con cámara de vapor podría mantener el chip M-series funcionando a niveles sostenidos durante más tiempo, especialmente en tareas muy pesadas.

Por qué Apple apuesta por esta tecnología

Los procesadores actuales son cada vez más potentes, y además empiezan a asumir más cargas vinculadas a la IA ejecutada de forma local. Eso implica más calor y, por tanto, la necesidad de una disipación más eficiente. La cámara de vapor permite mejorar el rendimiento sostenido sin recurrir a diseños más gruesos ni añadir ventiladores internos. Es una evolución natural para que los dispositivos sigan siendo finos, silenciosos y capaces de gestionar tareas cada vez más exigentes.

Si el iPad adopta este sistema y Apple continúa perfeccionándolo en cada generación de iPhone, podríamos ver dispositivos aún más preparados para cargas de trabajo que antes solo eran habituales en ordenadores. La cámara de vapor iPhone deja de ser un detalle técnico para convertirse en una pieza clave de rendimiento y estabilidad en la nueva etapa de potencia móvil.