Sociedad
Santoral

¿Qué santos se celebran hoy, viernes 26 de abril de 2024?

San Isidoro de Sevilla es uno de los santos que se celebran en este día

¿Qué santos se celebran hoy, viernes 26 de abril de 2024? Varios son los santos que la iglesia católica conmemora en este día destacando sobre todo San Isidoro de Sevilla que fue obispo de Sevilla durante treinta años. En este día entonces todos aquellos que se llaman Isidoro son felicitados. Este es un nombre de origen griego cuyo significado es el de «regalo de la Diosa (Isis».

Junto a San Isidoro de Sevilla, en este día se conmemora a otros santos de modo que te los enumeramos todos a continuación, explicándote al detalle a algunos como San Anacleto que fue papa y San Basileo.

San Isidoro de Sevilla

San Isidoro de Sevilla (560-636) se considera el último gran padre de la Iglesia latina, representando la culminación de la sabiduría doctrinal y cultural heredada de esa era, proyectándola hacia el futuro.

Isidoro destacó como un escritor enciclopédico, cuyas obras fueron ampliamente leídas durante la Edad Media, especialmente sus «Etimologías», un compendio valioso de conocimiento antiguo que compiló con más dedicación que crítica. A pesar de su profundo conocimiento de la ciencia antigua y su significativa influencia en la cultura medieval, su prioridad como obispo fue promover el desarrollo espiritual e intelectual del clero español. Con este objetivo, estableció un colegio eclesiástico, precursor de los modernos seminarios, y dedicó gran parte de su tiempo a la educación de futuros sacerdotes.

La santidad era característica en su familia: sus tres hermanos, Leandro, Fulgencio e Isidoro, fueron obispos y santos, y su hermana Florentina fue monja y santa. Leandro, el hermano mayor, educó a Isidoro tras quedarse huérfano a temprana edad.

Isidoro, quien eventualmente se convertiría en una eminencia de la Iglesia y autor de numerosas obras sobre diversos campos del conocimiento como agronomía, medicina, teología y economía doméstica, no siempre fue un estudiante dedicado. Durante su juventud, prefería explorar los campos en lugar de asistir a clases. Sin embargo, una reflexión provocada al ver las marcas dejadas por las cuerdas en una piedra de un pozo le hizo comprender el poder de la perseverancia, lo que lo motivó a volver al estudio con renovado interés. Su dedicación lo llevó a ser reconocido como el hombre más sabio de su época, sucediendo a Leandro en la importante diócesis de Sevilla. Como obispo, fue una figura destacada y respetada, presidiendo el importante concilio de Toledo en el año 633. Influenciado por las lecturas de san Agustín y san Gregorio Magno, y aunque no poseía la fuerza de un Boecio o la capacidad organizativa de un Casiodoro, Isidoro igualmente se erigió como una figura clave en la enseñanza de la Europa medieval y como organizador de la cultura cristiana. Además de su sabiduría, Isidoro era conocido por su humildad y caridad, ganándose tanto el título de «doctor egregius» como la distinción de santo.

San Anacleto (Cleto)

San Anacleto, también conocido como Cleto, ha sido objeto de confusión histórica, inicialmente considerado como dos papas distintos del siglo I. Sin embargo, se estableció que Cleto era simplemente un apodo o una forma abreviada de Anacleto. En la lista oficial de los papas, figura como el tercer papa después de Pedro y Lino. Existen dudas sobre su origen, ya que, aunque algunos historiadores sugieren que era romano, su nombre de claro origen griego plantea incertidumbres.

Según antiguas tradiciones, Anacleto fue responsable de construir un memorial en el lugar de entierro de San Pedro en los jardines del Vaticano, una área que en aquel tiempo formaba parte de las propiedades imperiales y estaba compuesta por jardines y terrenos no cultivados. A él también se le atribuye la instauración de la norma que prohibía a los clérigos llevar cabello largo, un antecedente de la tonsura eclesiástica.

El pontificado de Anacleto transcurrió durante un periodo de calma bajo el gobierno del emperador Vespasiano (69-79) y su hijo Tito (79-81). Durante el mandato de Tito, Italia fue testigo de la trágica erupción del Vesubio en el 79 d.C., que resultó en la destrucción de Herculano y Pompeya. Además, bajo su gobierno se inició la construcción del Coliseo, destinado a ser un emblema de Roma y lugar de espectáculos que incluían combates de gladiadores y ejecuciones de cristianos, y que siglos más tarde sería el escenario del Vía Crucis en Viernes Santo.

El reinado de Tito fue breve y a su muerte le sucedió su hermano Domiciano, quien inició una persecución no solo contra los cristianos sino también contra los judíos, obligados a pagar al Estado el tributo que antes destinaban al Templo de Jerusalén. Esta persecución tenía un trasfondo económico, vinculado a las necesidades financieras del imperio por sus grandes construcciones. Posteriormente, la persecución se intensificó contra los cristianos, acusándolos de «ateísmo» por no adorar a los dioses estatales, una acusación que conllevaba la pena de muerte.

La muerte de Cleto sigue siendo un misterio, y aunque se desconoce el lugar exacto de su sepultura, es probable que haya sido también en los jardines del Vaticano.

San Basileo

San Basileo sirvió como obispo en Amasia, ubicada en la provincia del Ponto, durante el reinado de Licinio, un periodo marcado por la persecución de los cristianos. Licinio, que luchaba por el poder con Constantino el Grande, arrestó a Basileo y le exigió renunciar a su fe cristiana y realizar sacrificios a los ídolos bajo amenaza de muerte.

Sin embargo, Basileo se mantuvo firme y rechazó las amenazas del rey. Más aún, confrontó a Licinio señalando su maldad y la injusticia de perseguir y matar a cristianos fieles, advirtiéndole que Dios lo castigaría por sus acciones. Esto provocó la ira de Licinio, quien ordenó que Basileo fuera torturado, llevándolo finalmente al martirio y a obtener la gloria celestial hacia el año 322.

La predicción de Basileo sobre el destino de Licinio se materializó cuando Constantino derrotó al rey en 323, y Licinio fue asesinado poco después.

Otros santos que se celebran el 26 de abril

Junto a los mencionados, en este viernes 26 de abril se celebra también a estos otros santos: