¿Qué santos se celebran hoy, domingo 15 de junio de 2025?
San Amós es uno de los santos que se celebran en este día
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¿Qué santos se celebran hoy, domingo 15 de junio de 2025? En este día, la Iglesia católica recuerda a figuras que, por su ejemplo de fe, humildad o valentía, han dejado huella en la historia del cristianismo. En concreto, se celebra la memoria de San Amós, uno de los profetas menores del Antiguo Testamento; de Santa Germana Cousin, una joven francesa cuya vida fue un testimonio silencioso de amor a Dios pese al dolor; y Santa Benilde de Córdoba, una mujer valiente que entregó su vida por no renegar de su fe en plena persecución.
Estos tres santos representan rostros muy distintos de la espiritualidad cristiana. San Amós es la voz profética que denuncia con claridad los abusos del poder y la hipocresía religiosa; Santa Germana, la ternura de una fe profunda que creció en la soledad y el rechazo; y Santa Benilde, la firmeza de una confesión cristiana sin titubeos, aun en los umbrales de la muerte. De sus vidas conocemos ahora todos los detalles, además de enumeraros al resto de santos que se celebran en este día.
San Amós
San Amós fue un hombre común: pastor y recolector de higos silvestres en Tecoa, una pequeña aldea cerca del desierto de Judá. No era sacerdote, ni descendía de linajes sagrados. Sin embargo, fue elegido por Dios para convertirse en profeta durante uno de los períodos más críticos del Reino del Norte de Israel, bajo el reinado de Jeroboam II. Su nombre, que en hebreo significa “el que lleva la carga”, no podría ser más apropiado. Amós llevó sobre sus hombros el peso de una misión incómoda: denunciar los abusos de las élites, la corrupción del culto religioso y la indiferencia ante la pobreza.
Lo extraordinario de San Amós no es solo su mensaje, sino su coraje para proclamarlo. En una sociedad dividida entre ricos opulentos y pobres olvidados, se atrevió a levantar la voz en nombre de la justicia, anticipando la ruina de una nación que había olvidado la compasión. Fue expulsado del templo de Betel, acusado de conspirar contra el rey, y, según textos apócrifos, murió violentamente tras ser golpeado en la cabeza por el hijo de un sacerdote. Aun así, su legado profético dejó una huella indeleble: 300 años después, el profeta Zacarías aún lo citaba.
El Libro de Amós, que lleva su nombre sigue vigente como una llamada urgente a un compromiso con los pobres, la verdad y la coherencia entre fe y vida. En un mundo cada vez más insensible al dolor ajeno, San Amós nos recuerda que la verdadera espiritualidad no se mide por rituales vacíos, sino por la justicia y la misericordia.
Santa Germana Cousin
Santa Germana Cousin nació en 1579 en Pibrac, cerca de Toulouse (Francia), en una familia marcada por el dolor. Su madre murió poco después del parto, y su padre, avergonzado por sus malformaciones físicas y enfermedades, apenas la reconocía como hija. La madrastra, lejos de compensar esa ausencia de amor, la trataba con desprecio y dureza. Sin embargo, lejos de endurecerse, el corazón de Germana floreció en la ternura de una fe profunda, casi mística, alimentada por la oración, el Rosario y la asistencia diaria a la misa.
Sin apenas acceso a la educación ni compañía, Santa Germana se convirtió en catequista espontánea de los niños pobres de su aldea. Era una predicadora natural, dulce y humilde, que hablaba de Dios con una sencillez que conmovía a quienes la escuchaban. Su vida transcurrió entre silencios, rezos y pequeños gestos de caridad. A pesar del rechazo social, nunca guardó rencor. Su existencia, marcada por el sufrimiento físico y emocional, fue un constante ofrecimiento a Dios. Murió en 1601, en la misma casa donde había sufrido tanto. El milagro llegó años después.
Al exhumar su cuerpo, más de cuarenta años tras su muerte, lo hallaron incorrupto. Fue canonizada en 1867 por el papa Pío IX, y su figura se convirtió en símbolo de esperanza para los que sufren en silencio. Hoy, Santa Germana Cousin sigue siendo venerada como patrona de la diócesis de Toulouse y de numerosas parroquias en Francia.
Santa Benilde de Córdoba
En pleno siglo IX, durante la dominación islámica en la Península Ibérica, la ciudad de Córdoba fue escenario de una cruel persecución contra los cristianos. En ese contexto surge la figura valerosa de Santa Benilde, una anciana viuda cuya fe firme la condujo hasta el martirio. Según el relato de San Eulogio, uno de los grandes cronistas de la época, Benilde se presentó ante los jueces justo al día siguiente del martirio de los santos Anastasio, Félix y Digna. Su único delito fue confesar abiertamente su cristianismo.
A pesar de su edad, no dudó en declarar su amor a Cristo. Esa confesión, considerada delito de rebeldía por las autoridades musulmanas, la condenó a una muerte atroz: fue decapitada, su cuerpo incinerado y los restos arrojados al Guadalquivir. Antes, su cadáver sin cabeza fue colgado y expuesto públicamente, como advertencia para otros creyentes. Pero lo que intentó ser un acto de escarnio se convirtió en una ofrenda sagrada. La memoria de Santa Benilde de Córdoba quedó sellada como la de una mártir valiente, que prefirió morir antes que renegar de su fe.
Otros santos que se celebran el 15 de junio
Junto a los mencionados, en este día se celebra también a estos otros santos:
- san Esiquio de Dorostoro, soldado
- san Vito de Lucania, mártir
- san Abrahán de Arvernia, monje
- san Landelino de Saint-Crespin, abad
- san Lotario de Séez, obispo
- san Bernardo de Menthone, presbítero
- san Isfrido de Ratzeburg, obispo
- beato Tomás Scryven, mártir
- beatos Pedro Snow y Rodolfo Grimston, mártires
- beato Luis María Palazzolo, presbítero
- santa Bárbara Cui Lianzhi, mártir