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Accidentes

Muere un hombre tras ser succionado por una máquina de resonancia magnética

La víctima ingresó sin autorización a la sala

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Un hombre de 61 años falleció el pasado miércoles 16 de julio tras ser succionado violentamente por una máquina de resonancia magnética mientras portaba una cadena metálica, según informaron las autoridades de la localidad de Westbury, en el condado de Nassau (Nueva York, EEUU). El hombre, que no era paciente, sino que se encontraba acompañando a su esposa, ingresó sin autorización a la sala durante el procedimiento, lo que desató el fatal incidente.

Según los primeros informes, Keith McAllister, la víctima, accedió a la sala de resonancia sin permiso del personal médico mientras se realizaba un escaneo. Llevaba puesta una cadena metálica gruesa alrededor del cuello, un elemento absolutamente prohibido en ese entorno debido al poderoso campo magnético generado por estas máquinas.

Las resonancias magnéticas funcionan mediante campos magnéticos de alta intensidad (hasta 3 teslas o más), que atraen con gran fuerza cualquier objeto metálico presente en las cercanías. En este caso, el imán de la máquina succionó al hombre con violencia, provocándole graves lesiones al impactar contra el equipo.

Los Servicios de Emergencia trasladaron a la víctima de inmediato a un hospital local, donde fue ingresado en estado crítico. A pesar de los esfuerzos médicos, el hombre falleció a la mañana siguiente, el jueves 17 de julio, debido a la gravedad de las heridas internas provocadas por el impacto.

La Policía del Condado de Nassau ha abierto una investigación para esclarecer las circunstancias del accidente y determinar si existió negligencia por parte del centro médico. Entre los puntos a examinar están cómo el hombre pudo acceder sin autorización a una sala que debe estar restringida y bajo control del personal técnico, y si el protocolo de seguridad se cumplió de forma adecuada.

Además, se analizará si el personal de la clínica ofreció información clara y suficiente a los acompañantes respecto a los riesgos asociados con objetos metálicos en el entorno de la resonancia.

¿Por qué lo succionó la máquina?

El motivo por el que el hombre fue succionado se debe a que las máquinas de resonancia magnética utilizan campos magnéticos extremadamente potentes (hasta 60.000 veces más intensos que el campo magnético de la Tierra) para obtener imágenes detalladas del interior del cuerpo. Esta tecnología, aunque segura para el paciente si se siguen las normas, puede ser letal si se introduce metal en la sala.

Los objetos metálicos (como cadenas, relojes, llaves, teléfonos o incluso implantes mal identificados) son atraídos con una fuerza violenta hacia el imán del escáner. Esta atracción puede convertirlos en proyectiles a gran velocidad, capaces de causar lesiones graves o incluso la muerte, tanto al portador como a otras personas en la sala.

Por eso, el acceso a la sala de resonancia magnética está estrictamente controlado, y todo el que entra debe pasar por un control para asegurarse de que no lleva ningún material ferromagnético.