23 años escribiendo una esquela anual contándole a su mujer fallecida cómo está su familia

El amor traspasa fronteras. En algunos casos, incluso la frontera de la muerte.  José Luis Casaus lleva 23 escribiendo a su mujer, a pesar de que ella lleva todo ese tiempo fallecida.

Ella murió joven y dejó a dos gemelos de seis años, Boris y Yuri. Desde entonces, cada 21 de marzo, el día que falleció su esposa, José Luis publica una esquela con un microrrelato en el que le cuenta cómo está cambiando el mundo y los quebraderos de cabeza que le traen sus hijos. «Ella se fue desesperada con 40 años no por su muerte, sino por dejar a dos niños pequeños completamente abandonados, por eso decidí contarle como andaban estos ‘elementos’, explica el enamorado hombre.

«Elenita: Mira que me lo había advertido Alfredo Zitarrosa en una milonga… ‘Puedo enseñarte a volar pero no seguirte el vuelo’. Ya me está pasando. Hace un tiempo que tus hijos Boris y Yuri baten alas y no gano para tupperwares». Así se podía leer el pasado 21 de marzo, en la última de estas románticas esquelas.

«Hay que buscar un hueco para llorar, pero te remangas y continúas»

En su entrevista en ‘El programa de Ana Rosa’, el viudo ha demostrado su gran sentido del humor relatando varias anécdotas de sus hijos. «Ya les he dicho que no me veo cambiando pañales», comenta. Además, asegura que ahora que los dos se han independizado no para de darles tupperwares. «Les digo que no vuelvan para devolverlos vacíos», comenta bromeando.

Además, José Luis ha recordado cómo vivió los peores momentos, posteriores a la muerte de su mujer, Elena. “Hay que buscar un hueco para llorar, pero te remangas y continúas», dice. Finalmente, el autor de estas esquelas que se han hecho virales confiesa que estuvo a punto de dejar de escribirlas y cómo hubiera reaccionado su esposa de haberse enterado de su bonita costumbre de escribirla cada año. «Elena me habría regañado, me habría dicho «José Luis no seas así, me cago en la leche», pero después me habría dicho que continuara», ha comentado en ‘AR’.