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China ‘reabre sus fronteras’ a pesar de haberse contagiado 250 millones de personas en diciembre

  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

China, el gigante asiático, lo ha vuelto a hacer. Si el nacimiento del Covid tuvo su origen en este país originando una crisis sanitaria mundial, ahora con la nueva explosión de casos no sólo no ofrece datos reales, sino que pretende después de las fiestas navideñas, el 8 de enero, reabrir sus fronteras y eliminar los diez días de cuarentena, lo que permitirá el regreso de los turistas extranjeros y la salida de ciudadanos chinos con total libertad pese a que tengan síntomas de la enfermedad. La comunidad sanitaria internacional cree que este tsunami de contagios podría reportar nuevas subvariantes más agresivas que las actuales en un nuevo desafío sanitario global.

Medios de comunicación como el Financial Times aseguran que hay en circulación un documento interno de la Comisión Nacional de Salud chino en la que se cifra en 30 millones, los casos diarios de infectados por Covid-19 desde primeros de mes de diciembre. La cifra total de contagios que se baraja durante este mes alcanzaría los 250 millones de personas. De esta manera, se teme que cuando se alcance el pico de la infección se habrá contagiado el 60% de la población, teniendo en cuenta que hay 1.400 millones de personas en este país. Eso se podría traducir al mismo tiempo en fallecidos, lo que supondría llegar al millón de personas.

Sin embargo, China no ofrece públicamente estos datos -que niega rotundamente- y asegura que tiene la enfermedad bajo control. El gigante asiático se quiere mostrar como un país robusto, asegurando que su situación epidemiológica se encuentra «ajustada a la realidad actual».

El pasado 7 de diciembre el Consejo de Estado chino levantó la obligación de que personas infectadas o contactos estrechos permanezcan en centros de cuarentena. Ahora solo exigirá que quienes lleguen al país presenten un test negativo realizado 48 horas antes. Un paso más en su cambio de política de Covid cero, tras las enormes protestas contra los confinamientos.

La Comisión Nacional de Sanidad de China anunció este domingo que dejará de publicar los casos diarios de coronavirus, en un momento en el que el país experimenta un aumento de infecciones tras relajar algunas restricciones internas. Unos 250 millones de personas en China, el 18% de la población, han dado positivo por coronavirus en las tres primeras semanas de diciembre.

Varios científicos de la Organización Mundial de la Salud han señalado que el aumento de casos de Covid-19 en China pone en duda el final de la emergencia mundial. Los expertos han indicado que puede ser demasiado pronto para declarar el fin global de la emergencia pandémica.

«La pregunta es si se puede llamar pospandemia cuando una parte tan importante del mundo está entrando en su segunda ola», ha afirmado la viróloga Marion Koopmans, integrante de un comité de la OMS encargado de asesorar sobre el estado de la emergencia de coronavirus.

Ante esta situación, muchos son los países que están mirando con desconfianza al gigante asiático convertido en un nuevo potencial foco emisor de Covid. Con el actual volumen de contagios, que con toda probabilidad se cuenten por millones cada día, China se ha convertido en un caldo de cultivo idóneo para que surjan nuevas variantes y mutaciones del SARS-CoV-2.

 Relajación de restricciones

El Gobierno de China ha asegurado este miércoles que la situación epidemiológica en torno a la pandemia de coronavirus se encuentra «controlada, pero que occidente ha dramatizado», en medio del repunte de casos detectados durante las últimas semanas tras la relajación de las restricciones.

«En estos momentos, el desarrollo de la situación epidemiológica en China es el esperado», ha dicho el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Wang Wenbin, que ha explicado que «Pekín fue la primera en pasar el pico de la epidemia y la producción y la vida allí están volviendo gradualmente a la normalidad».

«Todos los países del mundo atravesarán un periodo de adaptación cuando ajusten sus políticas de prevención de epidemias y el caso de China no es diferente», ha manifestado, al tiempo que ha recalcado que las autoridades trabajan para contener la situación en todo el país.

Así, Wang ha lamentado que «algunos medios occidentales han exagerado o incluso distorsionado de forma deliberada el ajuste en la política de prevención y control de la epidemia por parte de China, evitando hablar del alto precio que ha pagado el país por la prevención ante la pandemia», según ha recogido el portal chino Sina.

«El hecho es que durante los últimos tres años, desde el inicio de la pandemia, el Gobierno chino siempre ha puesto a la gente y la vida por encima de todo lo demás», ha argüido. «Desde una perspectiva global, la tasa de enfermos graves y muertos en China es el más bajo», ha zanjado.

El Gobierno chino anunció el lunes que a partir del próximo 8 de enero reabrirá sus fronteras y eliminará la necesidad de cuarentena en un nuevo paso en la relajación de las restricciones impuestas por la pandemia de coronavirus.

Test para chinos

El Ministerio de Sanidad italiano obligará a someterse a una prueba para detectar si tienen Covid a todos los pasajeros que lleguen al país desde China, después de que en algunos aeropuertos casi el 50 % de los viajeros que han aterrizado procedentes del país asiático dieran positivo.

Desde el pasado viernes, el comité directivo del Instituto Superior de Sanidad italiano estaba realizando un seguimiento de la evolución del contagio de Covid en China y sometía a pruebas a algunos pasajeros que llegan desde este país.

En el aeropuerto de Malpensa (Milán), uno de los de mayor tráfico de Italia, la mitad de los pasajeros provenientes de China ha resultado positivo, según informaron fuentes de la región de la Lombardía.

Italia, destino para millones de turistas de todo el mundo, se convirtió hace casi tres años en el primer país occidental que experimentó un número muy elevado de casos de coronavirus, justo semanas antes de que la enfermedad se extendiera por todo el mundo con decenas de países en cuarentenas para intentar frenar la enfermedad.

Estados Unidos también anunció este miércoles que pedirá a los viajeros procedentes del gigante asiático un test negativo de Covid-19 para ingresar al país a partir del 5 de enero.

Los pasajeros que tengan como destino final Estados Unidos deberán hacerse un test dos días antes de su salida de territorio chino y presentar el resultado negativo a las autoridades aeroportuarias antes de embarcar en un avión, informaron en un comunicado los gubernamentales Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC).

Filipinas, también sopesa imponer un test PCR a la llegada para los viajeros procedentes de China, mientras que Japón exigirá a partir del viernes una prueba PCR a todo viajero de China al aterrizar y que en caso de resultar ésta positiva se obligará a guardar una cuarentena de siete días.

Taiwán también anunció exigirá pruebas PCR a los viajeros procedentes de China a partir del 1 de enero y quienes den positivo tendrán que aislarse en casa durante cinco días. La medida entrará en vigor antes de las vacaciones por el Año Nuevo Lunar en las que es habitual que millones de personas se desplacen en Taiwán y China.

Bruselas convoca a los veintisiete 

La Comisión Europea ha convocado este jueves por la mañana una reunión de los ministerios de Sanidad de los Veintisiete para adoptar una respuesta «coordinada» frente al repunte de los contagios de coronavirus en China, después de que Italia haya anunciado, ya que pedirá una prueba negativa a quienes procedan del gigante asiático.

En este sentido, fuentes de la Comisión consultadas por Europa Press han recordado antes de la reunión del Comité de Seguridad Sanitaria que, cuando en octubre ya se acordó levantar las restricciones de movilidad pendientes, se dejó abierta también la posibilidad de activar un «freno de emergencia» para volver a imponer restricciones «de manera coordinada».

Este enfoque fue refrendada por los Veintisiete el 7 de diciembre, por lo que el bloque tendría margen para endurecer los controles en caso de que lo considerase necesario para evitar posibles efectos colaterales derivados de la explosión de contagios en China.

Bruselas recuerda que la variante prevalente en China, la ómicron BF7, ya está presente en Europa y «no ha crecido significativamente» en las últimas semanas. «Sin embargo, seguimos vigilantes y estamos listos a usar el freno de emergencia si es necesario», han explicado las fuentes.