Andalucía presenta el Plan de Alta Frecuentación en los centros sanitarios de cara al otoño-invierno

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El plan contempla la monitorización de criterios como epidemiológicos, ocupación del Área de Observación, UCI, hospitalización o urgencias

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Fachada principal del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla.

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El Consejo de Gobierno de Andalucía ha tomado conocimiento este martes del Plan de Alta Frecuentación 2022-2023 que pondrá en marcha la Consejería de Salud y Consumo en sus centros sanitarios con el fin de abordar de una forma coordinada la previsible mayor demanda y el incremento de complejidad de los pacientes asistidos durante la temporada de otoño-invierno.

Para la definición del Plan se ha constituido una Comisión de Alta Frecuentación Gripe/Covid 2022-2023 que marcará las líneas estratégicas a desarrollar e impulsar.

De esta comisión dependerá también su activación en cualquier momento, estando capitaneado por los equipos de dirección de los distritos, áreas y hospitales y siendo fundamental la implicación de las respectivas gerencias en su desarrollo y en la adaptación de este en las distintas unidades que de ellos dependan.

El Plan de Alta Frecuentación persigue la puesta en marcha de actuaciones que afecten al hospital y distrito en su conjunto, o al área de gestión sanitaria en su caso, considerando que las actuaciones a estos niveles facilitan sobremanera el desarrollo de la actividad asistencial con la puesta en marcha de las medidas necesarias fundamentalmente a nivel de los servicios de urgencias hospitalarios (SUH), las unidades de cuidados intensivos (UCI), las unidades de hospitalización (sobre todo Medicina Interna y Neumología), unidades diagnósticas, unidades de Medicina Preventiva y Salud Pública, unidades de Prevención de Riesgos Laborales, los equipos de atención primaria (EBAP) y los servicios de urgencias de atención primaria (SUAP).

Los centros sanitarios públicos están preparados para atender el incremento de la demanda, aunque dada la imposible exactitud del posible incremento exponencial del número de pacientes, se incluye la monitorización diaria y por turno de la afluencia de pacientes a las urgencias de atención primaria y hospitalaria para tomar las medidas necesarias para atender al incremento de la demanda, en el caso de que se produzca.

Para los centros hospitalarios, el plan contempla la monitorización de varios parámetros como criterios epidemiológicos, ocupación del Área de Observación, de la UCI y de hospitalización, frecuentación en urgencias y porcentaje de pacientes atendidos que se ingresan en hospitalización. Teniendo en cuenta estos índices se establecen cuatro niveles de actuación para los hospitales.

La fase 0 es cuando el porcentaje de pacientes Covid-19 ingresados en hospitalización y UCI es menor del 5% y hay un incremento menor del 10% en el porcentaje del número de urgencias que acuden al hospital durante 3 días consecutivos. En esta fase se activarán las reuniones de la Comisión de seguimiento y no se emplearán recursos extraordinarios.

La fase I es cuando el porcentaje de pacientes Covid-19 ingresados en hospitalización y UCI se sitúa entre el 5% y el 25% y haya un incremento del 10% en el porcentaje del número de urgencias que acuden al hospital durante 3 días consecutivos y/o haya un incremento del 15% en el porcentaje de pacientes que pasan a observación y/o ingresan.

En esta fase se activarán los protocolos consensuados con las distintas unidades asistenciales, así como en los ámbitos hospital-primaria-061, se programarán altas en cualquier turno y día de trabajo, y se establecerá un plan de continuidad de cuidados mediante seguimiento telefónico en pacientes de especial vulnerabilidad o en hospitalización atención domiciliaria, sin emplear recursos extraordinarios.

La fase II es cuando el porcentaje de pacientes Covid-19 ingresados en hospitalización y UCI se sitúa entre el 25% y el 50% y haya un incremento entre el 10% y el 25% en el porcentaje del número de urgencias que acuden al hospital durante 3 días consecutivos y/o haya un incremento del 15%-30% en el porcentaje de pacientes que pasan a observación y/o ingresan. En esta fase se ponen en marcha el máximo de todas las medidas contempladas como aumentar la disponibilidad de camas, disminuir o suspender actividad programada o suspender la actividad quirúrgica no urgente u oncológica, entre otras.

La fase III es cuando el porcentaje de pacientes Covid-19 ingresados en hospitalización y UCI sea superior al 50% y haya un incremento superior al 25% en el porcentaje de urgencias que acuden al hospital durante 3 días consecutivos y/o haya un incremento superior al 30% en el porcentaje de pacientes que pasan a observación y/o ingresan. En esta fase, además de las medidas puestas en marcha en fases anteriores, se deben analizar los recursos humanos, adaptándolos a las franjas horarias de mayor frecuentación y reorientar a todos los profesionales a las áreas más necesitadas.

En el caso de los centros de Atención Primaria también se establecen cuatro niveles de actuación basados en criterios clínicos, epidemiológicos, de frecuentación en centros, servicios de urgencias y la demanda de citas por parte de los usuarios.

Así, se han introducido tres indicadores objetivos explotables desde los sistemas de información, que tienen como finalidad detectar los cambios de fase de acuerdo con la demanda asistencial en las 72 horas previas al día analizado, y la obtención automática de la información.

En base a ello, los distritos y agencias sanitarias deberán establecer las medidas a implementar siguiendo las indicaciones de este Plan. Estos indicadores son la actividad del Centro de Atención Primaria, la actividad del Servicio de Urgencias de Atención Primaria y la solicitud de citas.

CUATRO FASES DE ATENCIÓN PRIMARIA

Los centros estarán en fase 0 mientras los 3 indicadores tengan incrementos porcentuales inferiores al 15% con respecto al mismo día de la semana anterior. En esta fase se activarán las reuniones de la comisión de seguimiento y no se estará en la obligación del uso de recursos extraordinarios.

Estarán en fase I cuando tengan un incremento superior al 15% en 2 de 3 indicadores con respecto al dato de base. En este escenario se mantendrán las reuniones de la comisión de seguimiento y no se estará en la obligación del uso de recursos extraordinarios, aplicándose el Plan con las medidas anunciadas de vigilancia y control así como la detección de casos sospechosos y estudio de pacientes vulnerables o con indicación de confirmación diagnóstica.

La fase II se activará cuando se detecte un incremento superior al 25% en 2 de 3 indicadores en el indicador con respecto al dato de base. Aquí se reorganizarán las agendas de forma que se dé respuesta a una mayor asistencia telefónica y de atención domiciliaria y se podrán en marcha a máximo nivel todas las medidas del Plan, analizándose la necesidad de reforzar los recursos humanos, teniendo en consideración las franjas horarias de mayor frecuentación.

Finalmente, los centros estarán en fase III cuando tengan un incremento superior al 35% en 2 de 3 indicadores en el indicador con respecto al dato de base. Las medidas contempladas en esta fase incluyen, además de las anunciadas en fases anteriores, la valoración de adecuación de la actividad dirigida a la demanda clínica disminuyendo la dedicada a los programas de salud, potenciar la capacidad de resolución de los equipos y la adecuación de las derivaciones hospitalarias o fomentar la teleconsulta, entre otras.

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