Recetas de cocina

Bacalao confitado con mermelada de tomate

El bacalao es uno de los pescados que más juego dan en la cocina. En salazón, ahumado, crudo, en guisos o calderetas, este pescado blanco se ha convertido en uno de los esenciales.

Posee un bajo contenido en grasa y, desde el punto de vista nutricional, es muy recomendable su consumo en todo tipo de dietas sanas y equilibradas (como las dietas seguidas por deportistas o las infantiles) gracias a la riqueza de su carne en proteínas, vitaminas (como la B1, B2, B6, B9, D, E y A), y minerales (potasio, fósforo y sodio, muy beneficiosos para el sistema nervioso, la actividad muscular, y el buen funcionamiento del organismo).

Y por si fuera poco, además se trata de un alimento que admite a la perfección la combinación del dulce y el salado. Por ello, la receta de hoy os invita a que os aventuréis a unir sabores diferentes.

¿Os atrevéis con esta receta de bacalao confitado con mermelada de tomate?

Ingredientes:

Elaboración:

En primer lugar, ponemos en una olla el bacalao, el ajo (sin pelar), la guindilla y unos granos de pimienta negra.

Cubrimos bien con aceite de oliva y dejamos a fuego lento durante aproximadamente unos 40 minutos. Este tiempo dependerá también del tamaño del pescado.

Mientras empezaremos a preparar la mermelada de tomate. Para ello, en un cazo echaremos el azúcar y dejaremos que funda a fuego muy suave.

Pelamos, quitamos las semillas a los tomates  y los picamos en trocitos pequeños. Recomendación: Podéis escaldar los tomates para que a la hora de pelarlos, este paso os resulte más cómodo.

Añadimos al cazo con el azúcar y removemos bien.

Exprimimos el medio limón y rallamos su piel. Incorporamos a la mezcla anterior. Recomendación: Si deseas que esta mermelada tenga un sabor algo más acido puedes añadir unas gotitas de vinagre balsámico. Y si lo que buscas es simplemente acentuarlo, échale una pizca de sal.

Subimos el fuego a una temperatura media y seguimos removiendo hasta que espese. Este proceso puede tardar entre 30 y 40 minutos. Tened en cuenta que cuando lo retiréis espesará aún más así que es importante que lo tengáis en cuenta a la hora de intentar conseguir el punto que más os guste.

Terminados los 40 minutos de cocinado del bacalao, lo sacaremos, lo secamos (dejamos que escurra sin aplastarlo o presionarlo, ya que al hacerlo no solo expulsaría el aceite sino también el jugo) y serviremos junto a la mermelada.

Sugerencia: Si no te gusta la mermelada de tomate siempre puedes sustituirla por una de pimientos, cebolla, naranja, frambuesa, cereza, e incluso de higos. Prueba antes su sabor y combínalo como más te apetezca, eso sí, no olvides que el bacalao siempre aportará ese toque salado que puede hacer un pelín más ácida la mermelada que escojas.