Yoli, show comunista antidemocrático apoyando la corrupción del jefe

La utilización del dinero público para asuntos personales de promoción y buena pitanza ¿es corrupción o no? Sí, lo es. La utilización espuria de gastos reservados que deben justificarse en aras al bien común y al interés general ¿es corrupción o no? Sí, lo es.

De esto y de otras cosas en la utilización del poder y sus prebendas en beneficio personal sabe mucho esta señora que sube descompuesta el pasado miércoles a la tribuna del Congreso de los Diputados a decirnos que su padre nunca admitiría que gobernara la derecha al más puro estilo estalinista a perorar sobre el pensamiento único y los gulags.

¿Qué te has creído, Díaz? ¿Quién te ha dicho que eres de verdad? Aquello resultó tan patético que vino a demostrar que todo su discurso es una gran patraña. Días antes había hecho el paripé a propósito de su «indignación, máxima indignación» con la corrupción de su hacedor Sánchez, pero inmediatamente después cubrirle con un manto de estupideces». Yo sé que eres honesto», dijo.

Y se quedó tan ancha. Ya veremos si en breve plazo no tiene que meterse su aseveración en la caja de las nécoras.

Quizá lo único en lo que estoy de acuerdo con Pablo Iglesias sea el pensamiento a propósito de esta señora ferrolana. Traidora y pelotilla lo tiene demostrar. Están por ver sus capacidades para gobernar.