Pedro Sánchez humilla a España
Consummatum est. Tras el acuerdo alcanzado por Pedro Sánchez con Junts y ERC, el Congreso de los Diputados aprobará la Ley de Amnistía el próximo jueves 14 de marzo, en un pleno extraordinario y monográfico que dejará plasmada en el BOE la humillación a la que Pedro Sánchez ha sometido a todos los españoles. Sánchez ha pagado íntegro el chantaje que le exigía el prófugo Puigdemont para obtener a cambio única y exclusivamente los siete votos que le faltaban para ser investido, porque aseguran desde Junts que ni siquiera sirve para garantizar su respaldo a unos Presupuestos Generales del Estado, que permitirían a Sánchez resistir en la Moncloa durante toda la legislatura, prorrogándolos tantas veces como fuera necesario. O sea, que a cambio de esos Presupuestos exigirán un nuevo chantaje y otra mayor humillación.
Para que la humillación sea evidente, el secretario general de Junts, Jordi Turull, ha asegurado en Rac1 que «la amnistía ya está; ahora vamos a por la autodeterminación» porque «el objetivo es conseguir la independencia». Afirma, además, que Puigdemont volverá a España en julio y será el candidato del partido a las elecciones al Parlamento Europeo del próximo 9 de junio. En nombre de Puigdemont, Turull ha sido veloz en dejar bien claro que Pedro Sánchez mintió a los españoles cuando aseguró durante su intervención en el último comité federal del PSOE, que la amnistía «es un medio para avanzar en el camino de la concordia y el reencuentro entre catalanes y el resto de sus españoles», y volvió a mentir hace unas horas cuando, en una rueda de prensa desde Brasil, aseguró que, con la amnistía «el Gobierno de España busca la reconciliación, en primer lugar entre los catalanes que se vieron enfrentados en 2017, y de la sociedad catalana con el conjunto de sus hermanas y hermanos que viven en otros territorios».
Concordia y reconciliación es sólo la falsa excusa con la que se ha negociado con los golpistas y delincuentes la amnistía de sus delitos de traición, terrorismo y malversación. Y para que quede meridianamente claro desde el minuto uno que eso es mentira, dice Turull, en nombre de Puigdemont, que la Ley de Amnistía pactada con el PSOE «no soluciona el conflicto político» y que «únicamente pone fin a la represión» para poder negociar con el Gobierno de Pedro Sánchez «en condiciones de igualdad». Los de Junts quieren que toda España sepa que, con la amnistía, Pedro Sánchez no compra nada más que su estancia en la Moncloa y sus viajes en Falcon, humillándonos a todos los españoles que, queramos o no, estamos representados por el más inmoral Gobierno que ha sufrido España en toda su historia.
El acuerdo al que finalmente Sánchez ha llegado con los golpistas catalanes permitirá amnistiar el terrorismo «siempre que no supere un umbral mínimo de gravedad», por lo que se podría llegar a amnistiar hasta la tortura. También se amnistía la alta traición, al quedar excluida sólo cuando implique el «uso de la fuerza efectiva e incumple las resoluciones de Naciones Unidas en materia de invasiones» y se excluirá únicamente la malversación cuando se pueda demostrar «un enriquecimiento personal o beneficio patrimonial». El presidente del Gobierno se rinde por completo ante todas las exigencias de Puigdemont, que hace sólo unos días aseguraba que no pensaba aceptar. Sánchez se denigra a sí mismo y nos humilla a todos los españoles cediendo ante golpistas y delincuentes sólo a cambio de sus siete miserables votos.
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