Opinión

Page puede pagar muy caro en las urnas su sumisión a Sánchez

Emiliano García-Page, el mismo que ahora asegura ante Pedro Sánchez que no iría con Bildu «ni a la vuelta de la esquina», pero no abrió la boca para denunciar la ignominiosa retroalimentación de intereses entre el PSOE y los etarras, puede ser desalojado del poder en Castilla-La Mancha en las próximas elecciones autonómicas del 28 de mayo.

Y es que, según la encuesta de Data10 para OKDIARIO, su triunfo sería estéril, porque aunque consiga el mayor número de escaños (16), los 15 diputados que obtendría el PP y los dos de Vox serían suficientes para desbancar al barón socialista. Los populares registrarían una subida de 10 puntos y de cinco escaños, mientras que los de Santiago Abascal irrumpirían en la cámara autonómica con un par de representantes decisivos para poner fin al mandato de Page, al que no le llega la camisa al cuello.

De un tiempo a esta parte, toda su estrategia consiste en distanciarse de Pedro Sánchez -aunque, como el otro día, lo tuviera al lado- y abominar públicamente de Bildu. A buenas horas, mangas verdes. Los electores parecen que no se han creído el teatrillo del presidente de Castilla-La Mancha y todo apunta a que dentro de diez días las urnas condenarán a Page al destierro político. Es lo que tiene callar y tragar durante toda la legislatura ante el pacto de Sánchez con la formación etarra y, cuando llegan las elecciones, salir a criticar a Bildu como si no hubiera mañana. Tiempo tuvo de alzar la voz y afearle a su jefe su acercamiento a los etarras, pero intentó nadar y guardar la ropa y ahora puede quedarse políticamente desnudo. El electorado puede hacerle pagar muy caro su sumisión al jefe. Todo apunta a que Page abandonará el poder. Y lo peor es que en el camino se habrá dejado también la honra política. Las urnas dictarán sentencia, pero el horizonte para Page se está volviendo cada vez más negro.