Los datos avalan a Feijóo

Feijóo

El presidente Sánchez perdió el debate cara a cara con Alberto Núñez Feijóo de manera rotunda, con Sánchez desquiciado, fuera de sí, mintiendo a la hora de usar los datos económicos. Sus modales, sus aspavientos, la mirada que tenía, denotaban su enfado ante los sólidos argumentos esgrimidos por Feijóo, que desmontó la economía de ciencia ficción que Sánchez narraba.

Tras esa clamorosa derrota, Sánchez ha recurrido a un ramillete de ministros para tratar de decir que quien mintió fue Feijóo, cosa que no es cierta, algo que ya va siendo una costumbre al tratarse del presidente Sánchez. Por mucho que los ministros socialistas traten de desacreditar a Feijóo, el candidato del PP fue claro, certero y sus afirmaciones estuvieron respaldadas por datos oficiales, como podemos ver a continuación:

Vamos peor que el resto de Europa que el resto de la UE, porque llegamos cuarenta meses tarde, al punto de partida de finales de 2019, el farolillo rojo de Europa, siendo los únicos que no habíamos recuperado dicho nivel en el cierre de 2022, como se puede comprobar con los datos de PIB por país publicados por Eurostat, todavía 1,471 puntos por debajo del PIB real del IVTR-2019, mientras que el resto lo ha recuperado.

Los ciudadanos son más pobres, con creciente número de personas en riesgo de exclusión y pobreza. España es el cuarto país con más porcentaje de población en riesgo de pobreza o exclusión social de toda la UE, sólo superada por Bulgaria, Rumania y Grecia (empatado con España en el 26%), como muestra Eurostat.

El mercado laboral no va bien, porque no se contabilizan casi un millón de parados, como bien señala la UE, y no se crea empleo, sino que se reparte, ya que se trabajan menos horas, cae el empleo a tiempo completo y en la última EPA disminuye el número de ocupados.

Además, las horas trabajadas son menores que antes de la pandemia. Si en el IVTR-2019 se trabajaban 8.522,2 millones de horas, en el ITR-2023 se trabajan 8.476,99 millones de horas, es decir, 45,21 millones de horas menos, tal y como se comprueba en los datos de la Contabilidad Nacional Trimestral, publicado por el INE.

Tenemos la tasa de paro juvenil más alta de la UE y también la más alta de Europa en términos generales, doblando a la media. De hecho, la ocupación baja en el segmento de población entre 16 y 25 años, con especial fuerza en entre 16 y 19 años, con 16.000 empleos menos. Datos de Eurostat.

Sánchez nos ha endeudado exponencialmente, pues la deuda aumenta 200 millones al día, 2 millones en el tiempo en el que una persona desayuna, más de 8 millones de euros cada hora. Datos del Banco de España.

La inflación no baja, sino que sube, como se puede comprobar con los datos del INE. Por mucho que el Gobierno lo repita, la inflación no baja. Ya en abril y en mayo insistieron en esa bajada y lo que sucedía es que seguía subiendo mensualmente, e incluso entonces se aceleraba la tasa interanual respecto al mes anterior. Ahora, aunque la tasa interanual crece menos, no deja de aumentar, pues se incrementa sobre el dato del mismo mes del año pasado, que ya era muy elevado. Así, la inflación interanual estimada del IPC en junio de 2023 fue del 1,9%. Como digo, es cierto que su crecimiento es 1,3 puntos menor al de mayo, pero no cae, sino que sube acumuladamente sobre los aumentos previos de ya tantos meses.

Esto se ve claramente en términos mensuales, donde se produce un aumento de los precios del 0,6%, que supone una importante aceleración en términos mensuales, ni más ni menos que seis décimas más que el mes previo, que constata que los precios, lejos de moderarse, cogen impulso en el mes de junio, que hace difícil que el control de los mismos se encuentre cerca.

Especialmente grave es el dato de la inflación subyacente, que apenas modera su crecimiento interanual pese a venir de datos muy altos en el mismo mes del año pasado. Crece ahora un 5,9% interanual, de manera que sólo aumenta dos décimas menos que el mes previo, con lo que, en este caso, el incremento de precios de la subyacente es muy fuerte sobre los ya muy elevados niveles de los que viene.

En términos mensuales, al igual que en el IPC general, el dato es concluyente: la inflación subyacente aumenta un 0,5% intermensual, casi el triple que el mes anterior, cuando crecía un 0,2%. Es la subyacente la que está encontrando una mayor resistencia a bajar, de manera que rubrica la pérdida de poder adquisitivo de los agentes económicos.

Eso nos lleva a que el crecimiento acumulado de la inflación es tremendamente alto: El IPC ha aumentado un 15,78% desde que gobierna Sánchez. Un 15,4% desde noviembre de 2020, cuando empezó a subir la inflación de manera importante. En cuanto a la subyacente, ha subido: Un 14,05% desde que gobierna Sánchez. Un 12,27% desde noviembre de 2020.

Y en cuanto a los alimentos, suben un 10,3% interanual, con un incremento del precio de los cereales, un 13,4%; el pan, un 6,1%; la carne, un 8,6%; el pescado, un 4%; los huevos; un 13,1%; la leche, un 19,7%; el aceite, un 15,4%; las legumbres, un 11,3%; y el azúcar, un 44,9%, por poner unos ejemplos. Todo ello, sobre subidas ya muy fuertes en meses anteriores, con lo que el incremento es todavía más grave.

Esa es la realidad. Los datos avalan a Feijóo, por mucho que Sánchez repita su economía de ciencia ficción y mande a sus ministros a tratar de desacreditar a Feijóo, pero los datos avalan el rigor de Feijóo.

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