Opinión

El Cándido socialista pretende neutralizar a Marga Prohens

La última amenaza de Pedro Sánchez de llevar al Tribunal Constitucional el decreto de emergencia habitacional del Govern de Marga Prohens ha mostrado definitivamente las cartas de una estrategia diseñada por el PSIB para entorpecer en todo lo posible la ejecutoria del Govern balear. El objetivo de los socialistas no es otro que hacer que el PP balear se presente con las manos vacías cuando se vuelvan a convocar elecciones, emulando así la ineficacia, la inoperancia y la inanidad del octenio negro armengolino.

Si tras el primer año de legislatura el «gobierno en solitario» de Marga Prohens apenas podía presumir de haber «puesto las bases» para abordar cuestiones de importancia como la vivienda o la hiperinflación normativa y estructural de la administración balear, Sánchez parece dispuesto a segar la poca hierba que había crecido debajo de los pies de la campanera. Sánchez, a instancias del PSIB y de la mismísima Francina Armengol que no habría que dar por muerta como cabeza de cartel de aquí a tres años, pretende torpedear tres de las principales medidas legislativas tramitadas hasta el momento: la de emergencia habitacional, la de simplificación administrativa y la derogación de la Oficina Antifraude. Lo que le faltaba a la pobre de Prohens que no gana para disgustos.

Si a la oposición del Tribunal Constitucional le sumamos los dilatados tiempos de la Administración y su falta de decisión en «derogar» el armengolismo, mucho me temo que va a costarle Dios y ayuda sacar algún proyecto adelante. Sánchez no duda en servirse del Tribunal Constitucional que ahora mismo controla con mano de hierro para interponer amenazas de inconstitucionalidad a cualquier iniciativa del Govern del PP. Entretanto, los secesionistas y multiculturalistas de Més callan como muertos sin importarles en demasía la dignidad del Parlamento balear -dignidad que nunca se les cae de la boca- ni la tutela de Madrid sobre Baleares en el ejercicio de sus competencias. Por si fuera poco, la primera de las medidas estrella aprobada por el Govern de Prohens, la eliminación del impuesto de donaciones y sucesiones, podría estar en peligro para los próximos ejercicios de reformarse como parece el modelo de financiación. Todo indica que Sánchez no va a permitir las bajadas de impuestos en aquellas comunidades que aspiren a mejorar su financiación, como Baleares. Tampoco la derogación de la Ley de Memoria Histórica está a salvo tras otro aviso de inconstitucionalidad del Gobierno central. En resumen, lo poquito que ha hecho Prohens en su primer año de legislatura («poner las bases») podría quedar neutralizado gracias a los buenos oficios de un Tribunal Constitucional que se está comportando como un ministerio más al servicio del PSOE.

Resulta bochornosa la desfachatez del PSOE a la hora de colonizar, apropiarse e instrumentalizar todas las instituciones del Estado que deberían actuar como pesos y contrapesos para acotar el poder del ejecutivo y que, en cambio, actúan al servicio de los intereses partidistas del PSOE. Que quienes han prostituido el Tribunal Constitucional convirtiéndolo en un segundo tribunal de casación por encima del Supremo, como hemos visto con la absolución de los principales responsables del escándalo de los ERE andaluces, se dediquen ahora a dar lecciones de constitucionalidad de una Constitución que violentan a diario a instancias de sus aliados separatistas y sus correligionarios indica bien a las claras la deriva autocrática de un PSOE que no conoce otra patria que el partido ni bien común que no sea el suyo.

Los socialistas ni siquiera han esperado a que Marga Prohens empezara con el ya típico sonsonete del Madrid me mata a propósito de las inversiones en materia de ferrocarriles y carreteras para abofetearla sin piedad a las primeras de cambio. Quien da primero da dos veces. Si la política es la guerra pero por otros cauces, así la entiende el PSOE, está claro que el PP de los feijoos y gamarras no sirve para una guerra que los supera. Los nuevos sorayos no han aprendido nada ni saben exactamente a quién se enfrentan. Entretanto, siguen dándole balones de oxígeno a Sánchez cuando más los necesita, no sea que los socialistas vayan a llamarles irresponsables, desleales con las instituciones, antieuropeos o racistas. Cercada por Cándido Conde-Pumpido y a la greña con su único aliado posible, Vox, Marga Prohens ya té la Seu plena d’ous: sus diez queridísimos menas a costa de perder la mayoría parlamentaria, con la geometría variable por toda estrategia que la pone a los pies de los caballos de Iago Negueruela, un político leal y cándido como pocos. No le arriendo la ganancia.