Opinión

Atlético, el tercero en discordia

Se está disputando el vigésimo quinto campeonato de liga del siglo XXI. De los 24 anteriores, 21 los han ganado el Real Madrid o el Barça. Mejor no retroceder a la centuria precedente. El tercero en discordia, el Atlético de Madrid a años luz de aproximarse siquiera al palmarés de los intocables.

Después de marcar un gol a Las Palmas, Simeone dijo que a su hijo Giuliano le trata igual que a los demás jugadores, pero no aclaró si a ese resto de compañeros les considera hijos. Tampoco lo necesita. O si. Nunca se sabe. Pero tiene mimbres de sobra para tejer más de un cesto. La incógnita reside en si habrá rotaciones impuestas por el esfuerzo del miércoles en París o éstas no figuran en el diccionario del entrenador más longevo de la liga española, sea cual sea el nombre de su patrocinador anual.

Uno de los sacrificados no será Oblak, ahora mismo el portero más seguro de la categoría. Su guarida, protegida por Witsel y Giménez por el centro, con Lenglet de recambio, y flanqueada por Nahuel o Azpilicueta y Reinildo, es la tercera menos vulnerada fuera del Metropolitano. Con De Paul y Koke, Barrios de recambio, al mando de la orquesta, tanto Riquelme como Samu Lino y Simeone Jr., abren brecha por las bandas en busca de la inspiración de Griezman y la definición de Sorloth, Julián Alvarez o, si acaso, Correa. Sobran mayores análisis. Y eso que Llorente no viaja, igual que Le Normand y Lemar.

En hipótesis esta visita, junto a la del Barça el próximo 4 de diciembre, es la más difícil que tendrá que afrontar Jagoba Arrasate durante lo que queda de la primera vuelta. Tendrá que hacerlo sin Asano, Valery, Lato y el tercer guardameta, Cuéllar. Nada para rasgarse las vestiduras. Marc Domenech regresa al filial. Dani Luna no quiere. Mojica va a estar, aunque recién salido de la enfermería. Vuelve Samú, cumplida su injusta sanción. Y si Muriqi y Larin, o el kosovar solo, y si Mascarell o Morlanes y un 4-4-2 o 4-2-3-1, ya se verá. El técnico local espera goles sin especificar si en cuál o en ambas.

El árbitro viene de Lorca y es el número uno del colectivo en las actuales circunstancias, penosas en general. También es el más designado, pues será su noveno partido de la campaña con, ¡ojo!, solo una victoria local. Una media alta de tarjetas, cinco, para un «referee» de su cartel, que no se encuentra con ninguno de los contendientes desde la pasada competición. lleva desde los 31 años en Primera y más de 50 partidos internacionales dirigidos. Ah, es Sánchez Martínez, el mismo que en el último Real Madrid-Barça le perdonó la roja por protestar al adalid del antirracismo, Vinicius Jr. Como todos.