¿Presos por Presupuestos? ¡Pocas bromas!

¿Presos por Presupuestos? ¡Pocas bromas!

La banda asesina ETA ha anunciado para la próxima semana la que dicen será su disolución definitiva y ha emitido un comunicado en el que piden un extraño perdón sólo a aquellas “víctimas que no tenían una participación directa en el conflicto… ciudadanos y ciudadanas sin responsabilidad alguna”. A mi entender en esa definición entran absolutamente todas las víctimas del terrorismo etarra ya que toda la responsabilidad de todos los asesinatos recae exclusivamente en esos malditos asesinos y ninguna víctima tiene responsabilidad alguna. Pero evidentemente ellos no lo expresan con este sentido sino más bien el contrario. Los etarras vienen a decir que la mayoría de los que mataron bien muertos están, porque se lo merecían y sólo una parte de sus víctimas se deben a inevitables errores, daños colaterales de los que tampoco ETA tiene mucha culpa. Y hasta querrán ser ellos quienes distingan entre unos y otros con toda la desvergüenza del mundo.

Estamos inmersos en un proceso de blanqueamiento de la lucha etarra porque ahora les conviene transformarla en lucha política. Persiguen los mismos objetivos cambiando los métodos por interés estratégico. Y en este vergonzoso proceso se encuentran tanto los que mueven el árbol como los que recogen las nueces. El PNV lleva meses reclamando al Gobierno una nueva política penitenciaria que contemple el acercamiento y la reinserción de los presos de ETA y ahora comienzan a exigir también la transferencia de la gestión de las prisiones vascas. En este sentido hace unos días el Parlamento Vasco, con los votos de PNV, Bildu y Podemos, lanzó un ultimátum al Ejecutivo de Mariano Rajoy para que transfiera las competencias pendientes. El PNV no ha querido antes tener competencias penitenciarias, como sí asumió Cataluña, porque no quería ser el carcelero de sus cachorros. Si la reclaman ahora todos podemos imaginar para qué es.

Y en este tira y afloja se cruza la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para la que los votos del PNV son necesarios y no parecen estar asegurados ni siquiera con la lluvia de millones con la que Rajoy ha regado el cupo del concierto vasco. Así que, aunque Ciudadanos ya ha anunciado que retirará su apoyo a los PGE si hay cesión al PNV en Seguridad Social y Prisiones, el PP vasco, a través de su portavoz Borja Sémper, ha afirmado que «la política penitenciaria se puede adecuar a la realidad del momento» asumiendo que, si cambian las circunstancias por la desaparición total de ETA, podría modificarse también la política de dispersión de los presos de la banda terrorista, pero sin prisas ni urgencias. O sea que primero aprobarán los Presupuestos con los votos de Cs y el PNV y una vez aprobados… ya si eso lo vamos viendo… guiño, guiño, guiño, sonrisita… tú me entiendes.

La dispersión de los presos etarras comenzó a aplicarla Felipe González en 1989, para evitar el control del colectivo por parte del ‘frente de makos’. Y fue otro socialista, Pérez Rubalcaba, quien 20 años después ideó la ‘vía Nanclares’ para luchar contra la disciplina impuesta por el Colectivo de Presos. Acogiéndose a esta vía los etarras pueden beneficiarse de medidas de reinserción, siempre que abandonen la banda, pidan perdón a las víctimas, hagan frente a sus responsabilidades civiles y colaboren con la justicia en la lucha contra el terrorismo. Que nadie se olvide de que aún quedan 297 asesinatos de ETA sin resolver que suponen una de cada tres de sus víctimas mortales. Todos los crímenes de ETA deben ser esclarecidos y juzgados, ¡pocas bromas con comerciar con la justicia y la dignidad de las víctimas!

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