Opinión

El 155 es imprescindible e inevitable

Si el separatismo da otro golpe de Estado y proclama la falsa república catalana coincidiendo con la sentencia del juicio por el 1-O, la aplicación del artículo 155 de la Constitución española ha de ser inmediata. Pedro Sánchez no debería dudar, ya que además apoyó a Mariano Rajoy cuando éste lo aplicó. El sentido de Estado debe estar siempre por encima de los intereses particulares de cualquier gobernante. Hasta ahora, la connivencia de Sánchez con el presidente regional Quim Torra y sus acólitos sólo ha servido para fortalecer y radicalizar aún más las proclamas y postulados de los golpistas. Hasta el punto de que, como les cuenta OKDIARIO, se han conjurado de nuevo para consumar otro ataque contra la legalidad vigente.

Un desafío inaceptable contra el Gobierno de España. La respuesta, por tanto, debería darse sin miramientos. Especialmente porque, además, los sediciosos caerían en reiteración delictiva. El contexto político, social y económico es muy complicado en Cataluña, hasta el punto de que dicha norma sería necesaria en estos mismos momentos: agresiones a ciudadanos constitucionalistas, acoso a magistrados, persecución de los Mossos a periodistas, control de TV3, opacidad en el uso del dinero público proveniente de los impuestos de todos los españoles… una cascada de acontecimientos que tienen como objetivo mantener una tensión abyecta e irresponsable que culminaría con la proclamación de la fatua república catalana. Con la comunidad autónoma al borde del colapso, y bajo el grave riesgo del enfrentamiento civil, el PSOE debe seguir la senda constitucionalista que marcan Partido Popular y Ciudadanos.

Ambas formaciones apuestan por un 155 sin complejos para controlar las finanzas, el comportamiento de los Mossos, la actividad de los medios de comunicación públicos —regados por Torra sin ningún tipo de control— así como la actividad exterior de las mal llamadas embajadas. En realidad, meros centros de propaganda contra España fuera de nuestro país. Sánchez debe aceptar de una vez por todas que su operación diálogo, lejos de suponer un avance, sólo ha fortalecido las veleidades golpistas. De ahí que deba cambiar la estrategia por mucho que su débil Ejecutivo se sostenga con el apoyo de los separatistas. Si no reacciona ahora —y no reaccionara entonces— estaría traicionando a España. La proclamación de una república ilegal hace que el 155 sea imprescindible e inevitable.