Reducir, reutilizar, reciclar y… refabricar, la nueva erre de la economía circular

La nueva erre de la economía circular, refabricar, no es lo mismo que reacondicionar

  • Antonio Quilis Sanz
  • Periodista especializado en información medioambiental desde hace más de 20 años y ahora responsable de OKGREEN en OKDIARIO. Antiguo director de El Mundo Ecológico y colaborador en temas de medioambiente, ecología y sostenibilidad en Cadena Ser.

Un nuevo impulso a la economía circular llega de la mano de la nueva erre del reciclaje, refabricar. De esta forma, el nuevo concepto se abre hueco entre la profusión de términos que empiezan por erre y se emplean para dar un mensaje de circularidad como rediseñar, reducir, reutilizar, reparar, renovar, recuperar, reciclar o reacondicionar. 

Sí, los más viejos del lugar ambiental ya hemos perdido casi la cuenta de la cantidad de erres que han surgido desde empezaron a decirnos que los tres términos básicos eran reducir, reutilizar y reciclar.

Pero, ¿qué significa refabricar y qué diferencia se establece entre las demás erres del reciclaje, cada vez más numerosas? Aunque el proceso no es totalmente nuevo, pues es prácticamente lo mismo que la remanufacturación.

Término reciclado

Actualmente, con el viento de cola favorable de la economía circular y las nuevas exigencias ambientales, el término se ha reciclado en refabricación con nuevos retos, más control de calidad y como un nuevo negocio sostenible.

Entonces, podemos definir que la refabricación es un proceso de producción que consiste en recuperar y reutilizar componentes o materiales de productos obsoletos o en desuso, con la garantía y características de uno nuevo.

Es una de las nuevas estrategias clave de la economía circular, ya que permite reducir la cantidad de residuos generados, disminuir la extracción de materias primas y todo el proceso que conlleva su transporte y fabricar un componente nuevo.

El ejemplo de GAM

La refabricación implica la desmantelación de productos fuera de uso para recuperar los componentes y materiales que se encuentran en buen estado y que pueden ser reutilizados.

Después, estos materiales se someten a procesos de limpieza, reparación y renovación para ser incorporados en la producción de nuevos productos. La refabricación puede aplicarse en diferentes sectores, como la automoción, el electrónico, la maquinaria industrial o el de la construcción, entre otros y ya está recogida en cierta forma en la normativa europea.

Un buen ejemplo sería el caso español de la multinacional GAM, que bajo el nombre de Reviver, ha puesto en marcha una planta de refabricación de maquinaria con la que se introducirá el modelo de economía circular en el sector.

Actualmente, sólo en un año en España, 4.000 carretillas elevadoras y similares (lo que supone una pequeña parte de la maquinaria industrial) alcanzan el final de su ciclo de vida.

La multinacional española GAM ha puesto en marcha Reviver, la planta de refabricación de maquinaria industrial más grande de Europa

Una planta de 200.000 m²

Ante este paradigma, la razón de ser de Reviver es cambiar el actual sistema tradicional lineal, basado en la extracción de materias primas, fabricación y vida útil de la maquinaria industrial y su acumulación de residuos, hacia un modelo de negocio consciente y responsable, que apueste por la sostenibilidad y la eficiencia.

Con este objetivo nació Reviver, la planta de refabricación de maquinaria industrial más grande de Europa con 200.000 metros cuadrados y que está situada en Villacé en la provincia de León.

Según la compañía, «se trata de un proyecto disruptivo que transformará cómo entendemos la compra y el consumo de maquinaria hasta ahora y ayudará a clientes y proveedores a cumplir con sus compromisos de sostenibilidad».

Ahorro de CO₂

Con su puesta en marcha, Reviver creará un impacto positivo en el medioambiente, alargando el ciclo de vida útil de las máquinas, con su refabricación y con la generación de repuestos, haciendo posible dar una segunda vida a los equipos y contribuir también a reducir la producción de maquinaria nueva.

La estimación de Reviver es volver a poner en el mercado unas 3.000 máquinas al año, tanto a nivel nacional como europeo, lo que supondrá un ahorro de 9.000 toneladas de CO₂, el equivalente a la producción de 7.500 automóviles.

La automoción también refabrica

Hablando de automóviles, existen distintas iniciativas ya en marcha en este sentido en las compañías del sector, como las que llevan a cabo Stellantis, Toyota, Mercedes-Benz, Ford o Renault. Todo gira en torno a la estrategia de las 4R (refabricar, reparar, reutilizar y reciclar), uno de los principales objetivos de esta nueva vuelta de tuerca a la economía circular.

El reto consiste en prolongar la vida útil de las piezas y de los vehículos, para que duren el mayor tiempo posible. Cuando el conjunto del modelo llega al final de su vida útil, ya no es factible alargar más su utilización, se recoge de las áreas de refabricación y desguace para reciclarlo y devolverlo al circuito de producción, con el fin de fabricar nuevos vehículos y piezas.

Tras el desmontaje de las unidades en piezas individuales, se les somete a una limpieza a fondo con varios tratamientos, como agua caliente y chorro de arena, limpieza por ultrasonidos, etc.

En otras palabras, refabricar piezas de automóvil significa renovar piezas o componentes usados para que se ajusten a las condiciones de los equipos originales.

Por ejemplo, en el caso de Stellantis, la empresa automotriz ha desarrollado un programa de remanufactura a través de su filiar Stimcar, llamado Second Life, que se enfoca en la producción de piezas y componentes remanufacturados para sus vehículos.

Las empresas industriales están cada vez más interesadas en recuperar materiales y componentes para sus procesos de refabricación

Tercera vida para un coche

A través de este programa, Stellantis busca reducir los residuos y el impacto ambiental de su producción, al mismo tiempo que ofrece a sus clientes piezas de alta calidad y a precios más accesibles. Además, la compañía también utiliza la refabricación en la producción de motores y transmisiones remanufacturados para sus vehículos.

Todo tiene un sentido, el medioambiental y sostenible y, por otro lado, cómo no, el económico. Toyota ve en este proceso un control de su marca tras el primer y segundo ciclo de uso del vehículo, para renovar cada coche hasta dos veces después haber sido utilizado primera vez como un coche nuevo, lo que derivaría en dar hasta tres vidas a sus vehículos.

Hasta un camión de basura

Un ejemplo claro es el de la británica Lunaz Applied Technologies, compañía que aplica la cadena cinemática modular a múltiples tipos de vehículos industriales. Sobre la base de un camión Mercedes-Benz Econic, Lunaz ha desarrollado su primer vehículo eléctrico reciclado, refabricando y mejorando tecnológicamente los camiones de basura.

En el proceso de transformación ahorran más del 80% del carbono integrado al refabricar un camión de basura en lugar de comprarlo nuevo y pasarlo de un motor de combustión a uno eléctrico.

Lunav fabrica camiones de basura recuperando los componentes de un modelo de Mercedes y refabricándolos en vehículos eléctricos a medida para la recogida de residuos urbanos

Desde maquinaria a impresoras

Entre otros ejemplos están Caterpillar, que utiliza la refabricación para reutilizar piezas de maquinaria pesada, que reduce costos y disminuye el impacto ambiental o HP, que produce cartuchos de tinta y tóneres remanufacturados, reduciendo los residuos y ahorrando recursos naturales.

También Bosch recoge la refabricación en su negocio para producir piezas de automóviles, electrodomésticos y herramientas eléctricas, reduciendo los residuos y ahorrando energía o Xerox, que hecha mano de este sistema para producir impresoras y equipos multifunción remanufacturados, disminuyendo los residuos y economizar recursos naturales.

Refabricar o reacondicionar

Pero, ¿es lo mismo refabricar que reacondicionar? La refabricación consiste en darle una vida nueva a equipos como los dispositivos informáticos, contribuyendo a la economía circular. Los procesos son muy diferentes, pero es necesario diferenciar, tanto para fabricantes como para consumidores, de una u otra opción y, también, en identificarlos en el momento de su compra.

En la refabricación se reutilizan algunos de los materiales originales que contribuyen a reducir los residuos y la cantidad de CO₂ generados en el proceso de abastecimiento de materias primas, producción y transporte de un nuevo dispositivo.

Un producto nuevo

Se calcula que hasta un 60 % de la huella de carbono se concentra en la parte del abastecimiento de materias primas y las primeras fases de fabricación. Al refabricar esta huella es muy diferente, pues nos ahorramos una buena parte de los procesos.

Reacondicionar implica llevar cabo una limpieza exhaustiva y una reconstrucción del producto, la refabricación se centra en recuperar, desmontar, reparar, sustituir y limpiar componentes para volverlos a vender con la misma calidad, rendimiento y especificaciones que un producto nuevo.