La avispa cero cero

Así es la avispa que puede beber alcohol y jamás tiene resaca

La avispa oriental es capaz de consumir cantidades muy altas de alcohol sin sufrir efectos perjudiciales

Estos insectos podrían ayudarnos en posibles tratamientos para el trastorno por consumo de alcohol

Puede que sea injusto, pero no hay duda de que la avispa siempre ha tenido peor prensa que su prima himenóptera, la abeja. Ciertamente, las picaduras de las avispas a los seres humanos son bastante más frecuentes, lo cual no las hace, precisamente, simpáticas a nuestros ojos.

Quizá tenga mucho que ver el hecho de que las abejas solo pueden picarnos una vez, porque tras hacerlo, pierden su aguijón, así como parte de sus órganos vitales, y mueren. En cambio, las avispas pueden picar varias veces sin problemas. Y no sólo eso, sino que además están dotadas de unas potentes mandíbulas con las que son capaces de morder a sus víctimas.

Todo ello hace de las avispas unos insectos más agresivos, pero esta mayor agresividad está justificada en el hecho de que son depredadoras. Es decir, no se alimentan únicamente del néctar y del polen de las flores, como las abejas, sino que también comen insectos.

Y con ello cumplen una importante función de control de plagas, como, por ejemplo, pulgones, orugas, moscas blancas, cochinillas o chinches.

Frutos y miel

Además, las avispas también son, como las abejas, insectos polinizadores, con lo cual nos prestan un servicio impagable sin el cual sería imposible la reproducción de las plantas, y, por tanto, nos quedaríamos sin semillas ni frutos.

Por otro lado, siempre habíamos pensado que las abejas eran las únicas que producían miel, si bien es cierto que sólo siete de las más de 20.000 especies diferentes de abejas que existen cuentan con esta capacidad.

Pero la verdad es que también hay especies de avispas que producen miel, como la avispa mexicana de la miel (Brachygastra mellifica). De hecho, en algunas regiones de México, consideran su miel como un auténtico manjar que recolectan para consumo humano.

Toleran el alcohol

Un último dato que puede hacer que empecemos a mirar de otra manera a las avispas es que a algunas de ellas no les afecta el alcohol. Así se desprende de un estudio realizado por un grupo de científicos de la Universidad Ben-Gurion en Israel.

Para dicha investigación emplearon a la avispa oriental (vespa orientalis). Alimentaron a varios ejemplares de la misma con una solución de sacarosa que contenía etanol como única fuente de energía durante siete días, con concentraciones de etanol que oscilaban entre el 0%… y el 80%, una cantidad de alcohol que podría intoxicar a cualquiera.

De forma sorprendente, los distintos niveles de concentración alcohólica no provocaron diferencias significativas sobre la supervivencia de los individuos, ni tampoco sobre su comportamiento ni su esperanza de vida, ni siquiera con la concentración más alta del 80%.

Diferencia con las abejas

Las abejas, en cambio, no pudieron decir lo mismo. Otro de los experimentos consistió en alimentar tanto a avispones como a abejas con una solución de sacarosa que contenía 0% u 80% de etanol durante siete días.

De nuevo, siguieron sin detectarse diferencias en la supervivencia entre los avispones alimentados con etanol, comparados con los que sólo fueron alimentados con una solución simple de sacarosa. En cambio, las abejas no sobrevivieron al consumo de etanol más allá de 24 horas.

Los científicos también notaron que, cuando a los avispones se les da a elegir entre una solución de sacarosa y una solución de etanol, no muestran ningún tipo de predilección por ninguna de las dos. Es decir, no les afecta la ingesta de alcohol, pero no son adictos al mismo. No son alcohólicos y tampoco sufren resaca tras el consumo.

En el caso de las abejas, la situación es más bien la contraria. Para ellas el alcohol es un veneno que las puede matar, incluso a pequeñas dosis. Los efectos adversos empiezan con niveles de concentración muy bajos. Ya con niveles entre el 1% y el 5% comienzan a verse afectadas sus capacidades cognitivas y locomotrices.

Posibles aplicaciones

«En este estudio, demostramos que una especie animal, la avispa oriental, puede consumir cantidades extremadamente altas de alcohol sin experimentar efectos perjudiciales en su longevidad ni en su comportamiento», concluyen los investigadores.

Los científicos israelíes consideran que sus investigaciones puede ofrecer información valiosa sobre los aspectos fisiológicos y conductuales de la tolerancia al etanol. De modo que las avispas orientales «podrían ayudar a comprender los mecanismos subyacentes y los posibles tratamientos para el trastorno por consumo de alcohol», aseguran los autores del estudio.

Sin duda que la mejor solución para evitar problemas y trastornos de salud es consumir alcohol de forma moderada y responsable, pero siempre es positivo saber que podemos conseguir avances en la lucha contra los efectos del alcoholismo. Con la inestimable ayuda de las avispas orientales.