Guardianes de los bosques: 33 torres vigilan y alertan de los fuegos en la Comunidad de Madrid
Instaladas en lugares estratégicos de la región, con vistas a zonas de gran valor ecológico y a la altura suficiente para dar una alerta temprana


En la era de la tecnología, de la inteligencia artificial y de los drones, el ojo humano sigue siendo vital para la detección de incendios. La Comunidad de Madrid detecta la aparición de incendios forestales desde 33 torres donde se encaraman sus vigilantes con prismáticos, emisora de radio y mapas para detectar los fuegos.
Estas estructuras se encuentran instaladas en lugares estratégicos, con vistas a zonas de gran valor ecológico y a la altura suficiente, con un campo de visión amplio que permita dar una alerta temprana si se produce un fuego.
«A más de 1.000 metros de altura, 33 vigilantes trasladan, con enorme precisión, al Centro de Coordinación Operativa de los Bomberos cualquier indicio para activar rápidamente todos los recursos disponibles, aéreos y terrestres», explica Carlos Novillo, Consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior de la Comunidad de Madrid.
Protección desde las alturas
Novillo, un ingeniero agrónomo que también ha ejercido como bombero, conoce al dedillo la importancia de la prevención y los estragos que deja la ferocidad de los incendios.
Son «33 torres de control que nos protegen desde las alturas», continúa el consejero, apuntado que «detectar los primeros inicios de un fuego es vital para que no progrese hacia un gran incendio forestal».
Detección de incendios
La Comunidad de Madrid detecta así la aparición de incendios forestales desde estas 33 torres de vigilancia que se convierten en auténticos guardianes de los bosques, de los campos y de la biodiversidad que atesoran.
Esta red forma parte del Plan Especial de Protección Civil de Emergencia por Incendios Forestales en la Comunidad de Madrid (INFOMA), activo entre el 15 de junio y el 30 de septiembre.
Rápida actuación
Permanecen atendidas cada día durante 10 horas por un vigilante experimentado y equipado con prismáticos, mapas y una emisora de radio. De esta forma, pueden avisar al Centro de Coordinación Operativa de los Bomberos de la Comunidad de Madrid (CECOP) para una rápida actuación.
Durante la noche, se activan seis patrullas móviles que continúan vigilando en las torres. En estos casos prima la rapidez y la eficacia, ya que cuando observan una columna de humo lo comunican e indican la localización.
Oteando el paisaje
Desde las 33 torres se interpreta cómo son los fuegos. El personal apostado se fija en el color del humo, que puede ayudar a identificar el tipo de combustible que se está quemando, la dirección e intensidad del viento, el avance del fuego y los accesos más cercanos al lugar del siniestro.
En muchos casos lo detectan desde varias torres que otean permanentemente el horizonte y se envía una información más completa del incendio.
Puntos estratégicos
Las 33 torres de vigilancia para detectar los fuegos se encuentran distribuidas por toda la Comunidad de Madrid, siendo más numerosas en las zonas norte, oeste y suroeste, las áreas de mayor valor ecológico.
Desde la consejería apuntan que durante esta campaña de verano se ha sustituido la torre de Alcalá de Henares por otra mejor equipada en Villalbilla, cuya construcción está en la última fase.
Añaden que también se han reformado las torres de Santa María de la Alameda y Robledo de Chavela y, además, ha entrado en funcionamiento una nueva instalación en Valdelaguna, que mejora la visibilidad y la comodidad de los vigilantes.