Carlos Novillo: «Somos conscientes de que vivimos una etapa determinante para la humanidad y para el planeta»
Entrevista al consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior de la Comunidad de Madrid
"Hemos integrado perfectamente la labor de nuestra consejería sobre los cuatro elementos: la tierra, el agua, el aire y el fuego"
"En la Comunidad de Madrid apostamos por una revolución industrial verde realista y con el ciudadano en el centro de nuestras políticas"
Carlos Novillo es el actual consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior de la Comunidad de Madrid. Ingeniero Agrónomo por la Universidad Politécnica de Madrid y bombero de profesión, aprovecha en esta entrevista para hacer balance de las acciones medioambientales que se están realizando en una región con casi siete millones de habitantes y que goza de una superficie forestal que ocupa un 55% de su territorio que proporciona agua, oxígeno, equilibrio y biodiversidad.
Pregunta: Lo primero, muchas gracias consejero por acceder a esta entrevista con motivo del lanzamiento de OKGREEN. Han pasado ya cinco meses desde su nombramiento como responsable en la Comunidad de Madrid de las áreas de Medio Ambiente, Agricultura e Interior. En el ámbito del medioambiente, desde la Comunidad de Madrid y en este corto tiempo de mandato y de gestión, ¿qué balance haría usted de estos 5 meses?
Respuesta: El balance es muy positivo, hemos integrado perfectamente la labor de nuestra consejería sobre los cuatro elementos: la tierra, el agua, el aire y el fuego, porque, en realidad, se trata de proteger el entorno natural que tenemos y a las personas que lo habitan, así como proteger el aire de nuestras ciudades, los recursos naturales, el reciclaje de los residuos, el agua de nuestros ríos, la fauna y flora de nuestro patrimonio natural o el sector primario del que nos alimentamos. Todo está relacionado.
Así, hemos continuado con grandes proyectos que había en marcha como el corredor medioambiental Arco Verde, el proyecto de ley de Economía Circular o las ayudas para el relevo generacional en agricultura y ganadería, por citar algunos ejemplos, y también hemos apostado por otros nuevos, entre los que se encuentra la ampliación del Parque Nacional Sierra de Guadarrama.
Somos muy conscientes de que vivimos una etapa determinante para la humanidad y para el planeta. La industrialización conlleva prosperidad y bienestar, pero también es necesario controlar la utilización de recursos limitados y la emisión de residuos. Necesitamos reinventarnos, y la solución está en nosotros mismos, por eso en la Comunidad de Madrid apostamos por una revolución industrial verde realista y con el ciudadano en el centro de nuestras políticas.
En esta nueva manera de hacer las cosas debemos volcar la ciencia, el conocimiento, la innovación y el análisis de datos, sin descartar ninguna tecnología que nos permita avanzar en la descarbonización. Lo vamos a hacer, por ejemplo, a través del gran río de Madrid que es el Canal de Isabel II, con proyectos innovadores como el que desarrollaremos en la estación depuradora de aguas residuales de Arroyo Culebro, en Pinto, donde llevaremos a cabo un proyecto pionero de producción de hidrógeno a partir de aguas residuales tratadas con electrolisis o con la puesta en marcha de la primera planta fotovoltaica flotante en Torrelaguna, dentro del plan solar de la empresa pública que más energía genera en la región y que ya se autoabastece por encima del 50% de su consumo.
P: La Comunidad de Madrid cuenta con un patrimonio natural importante y con zonas especiales de protección que son garantía para la biodiversidad de la región. ¿Cómo se aborda la gestión un territorio tan extenso?
R: Trabajando mucho, teniendo un presupuesto razonable para atenderlo y unos magníficos profesionales siempre pendientes de las necesidades que surgen. En todos los proyectos hay que tener en cuenta la salud y el bienestar de casi siete millones de madrileños que conviven en un territorio de 8.000 kilómetros cuadrados, y ocuparse de la conservación de su hábitat, privilegiado, así como de su protección y seguridad.
Tenga en cuenta que en la región tenemos dos Reservas de la Biosfera: la de las Cuencas Altas del Río Manzanares, Lozoya y Guadarrama, al noroeste, y la de la Sierra del Rincón, al norte; además del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama y el Hayedo de Montejo, declarado Patrimonio de la Humanidad. A ello se suman tres parques regionales y numerosos Lugares de Interés Comunitario de la Red Natura 2000, como las cuencas de los ríos Lozoya, Guadalix, Manzanares, Guadarrama, Jarama, Henares, Alberche y Cofio, o las vegas, cuestas y páramos del sureste. Y a todo ello debemos añadir más de 40 humedales protegidos, refugio de fauna autóctona.
En definitiva, más de la mitad del territorio está bajo alguna figura de protección medioambiental.
P: En materia social, económica y de empleo, ¿qué supone para la región el atesorar tanta riqueza natural en su territorio?
R: En primer lugar, una responsabilidad por lo que heredamos y, en segundo, un compromiso por lo que dejaremos a las siguientes generaciones. Tenemos que hacer compatible el disfrute del 52% de territorio natural protegido de la región con el desarrollo económico y el empleo verde, buscando iniciativas que lo permitan, fomentando la colaboración público-privada, adaptando la legislación, acabando con la hiperregulación para resolver situaciones como el uso de las vías pecuarias o el aprovechamiento de madera y leña en los montes.
Con trabajo y reflexión surgen muchas iniciativas que permiten mantener nuestro sector primario, así como lograr el relevo generacional o aplicar medidas innovadoras. A su vez, las prácticas agrícolas y ganaderas, incluso la cinegética, protegen el entorno natural y el equilibrio de los ecosistemas, generando numerosos puestos de trabajo.
Para incentivar la producción local ponemos en marcha iniciativas como la promoción de los alimentos de proximidad con el sello de calidad M Producto Certificado; contamos con siete figuras de calidad que garantizan la procedencia madrileña en productos como el aceite, el vino o la carne de la Sierra de Guadarrama; ofrecemos apoyo a los emprendedores en Madrid Rural… Y crearemos el futuro clúster agroalimentario para buscar sinergias en todos los implicados en la cadena alimentaria.
Además, fomentamos el reciclaje y la economía circular en colaboración con las Mancomunidades de municipios y empresas, creando nuevas empleo verde.
Nuestro compromiso es que la administración sea un acelerador del cambio y no un freno, que ralentice el mismo con burocracia y regulaciones inaplicables.
P: Hemos tenido un año hidrológico bastante carente de precipitaciones y no es probable que la situación cambie. La gestión del agua es uno de los grandes retos para todas las administraciones y una de las máximas preocupaciones que hay que afrontar. ¿Qué se está haciendo en este sentido en la comunidad y cuáles son las políticas que hay que seguir en el futuro?
La Comunidad de Madrid, a través de la gestión que realiza Canal de Isabel II, lleva años preparándose (y preparada) para afrontar con garantías los nuevos escenarios a los que se enfrenta el abastecimiento. Teniendo en cuenta que en los últimos treinta años han disminuido un 20 % las aportaciones de agua a nuestros embalses, el gran reto que se nos presenta es hacer más con menos.
Nuestros esfuerzos por realizar una gestión eficiente ya están dando sus frutos: la población abastecida en la región se ha incrementado un 14 % desde 2005; sin embargo, el consumo se ha reducido un 19 % en el mismo periodo. El impulso al empleo de agua regenerada, la mayor eficiencia de la red de distribución o la sensibilización de los madrileños pueden explicar estos buenos datos.
Canal de Isabel II lleva años fomentando la reutilización del agua regenerada donde no es necesario consumir agua potable. Dispone para esto de 33 plantas con capacidad para producir más de 87.000 metros cúbicos diarios y 750 kilómetros de redes que la distribuyen hasta en 26 municipios. Además, en 2022 batimos un récord de producción: 17 millones de metros cúbicos que se utilizaron para el baldeo de calles, el riego de parques, jardines o campos de golf y también para usos industriales.
Otro objetivo es reducir el volumen que se pierde antes de llegar a los consumidores, logrando que sea cada vez menor, muy por debajo de la media española y europea. Para ello tenemos una política de renovación y mejora de la red de distribución, que en los últimos años ha llegado a más de 100 kilómetros anuales y con algunos años excepciones, como 2022, en que gracias al Plan RED, los kilómetros renovados llegaron a 190 km.
Por último, no hay que olvidar que contamos con un sistema de abastecimiento robusto e interconectado, que es único en España y nos permite combinar el agua de diferentes zonas de la región para satisfacer con eficacia la demanda, independientemente de la capacidad de almacenamiento de cada embalse. Embalses de los que nos sentimos muy orgullosos, pues a día de hoy, pese al fuerte estiaje del último año, nos permite disponer de un 62% de agua embalsada, muy por encima de lo que vemos en otras cuencas, como en Cataluña, que ya están aplicando restricciones.
P: Es indudable que el cambio climático nos está afectando a todos y que se debe estar atento a todas las consecuencias que provoca en un escenario de más calor y menos precipitaciones que se traduce en más riesgos de incendios. La superficie forestal en la región ocupa un 55% del territorio y es evidente que hay que activar todas las medidas de prevención y anticiparse a este tipo de calamidades. ¿Cómo se está afrontando este aspecto en la Comunidad de Madrid y qué medidas tienen previstas en el futuro?
R: La principal herramienta que tenemos es la Agencia de Seguridad y Emergencias Madrid112, un auténtico escudo de protección de los madrileños frente a todo tipo de riesgos naturales y antrópicos y que, en materia de incendios forestales, despliega el Plan INFOMA, cuyo balance en este año 2023 ha sido muy satisfactorio. Hemos tenido el menor número de incendios de los últimos cinco años, ha sido el segundo mejor año en cuanto a superficie quemada, muy escasa y con un valor ecológico afortunadamente, menor, en un verano marcado por las altas temperaturas y por la acumulación de días consecutivos de riesgo extremo.
Además, vamos a poner en marcha un Plan de Defensa contra incendios forestales con la implantación de un sistema de video vigilancia las 24 horas de cada día para detectar y prevenir. En 2024 va a comenzar el estudio del terreno para el despliegue de cámaras térmicas y ópticas que permitan detectar y geoposicionar en tiempo récord un incendio forestal y alertar al teléfono de emergencias 112.
Además, reforzaremos el programa de Pastoreo Preventivo contra los incendios forestales, aumentado la inversión el año que viene hasta los 824.000 euros, lo que supone un incremento del 70% respecto a 2023.
Este año se ha trabajado de manera preventiva en unas 5.000 hectáreas, empleando el pastoreo preventivo y las labores que realizan las brigadas forestales en el monte. Somos la comunidad autónoma que más dinero invierte por hectárea en prevención y extinción de incendios forestales, y vamos a seguir creciendo. Como ejemplo, el próximo año duplicaremos la inversión en pastoreo preventivo, 68 ganaderos de la región y casi 19.000 cabezas de ganado participarán en la creación y mantenimiento de áreas cortafuegos en una superficie en torno a 2.500 hectáreas, da una idea de las sinergias que hablamos en esta nueva Consejería.
Y es que el mosaico agrícola-ganadero-forestal, unido a la gestión de los montes, es la principal línea de prevención y defensa frente al riesgo más importante al que se enfrentan los ecosistemas mediterráneos, que no es otro que los incendios forestales.
P: Uno de los grandes proyectos ambientales de su Gobierno es el Arco Verde que está suponiendo un modelo muy interesante de conexión entre municipios y espacios naturales. ¿En qué momento estamos y cuánto falta para que se culmine, para que se “cierre el círculo” y qué está suponiendo su implantación?
R: Desde luego, estamos muy orgullosos de este proyecto. Hemos plantado 125.000 árboles y arbustos autóctonos en los terrenos por los que transitan los 200 kilómetros del trazado de este corredor medioambiental de Madrid, que además, será una gran alternativa de movilidad verde, para cerca de un millón de ciudadanos. En esta legislatura quedará prácticamente terminado, puesto que conlleva un proyecto complejo, en el que no solo entran las plantaciones, sino los refugios de fauna que hemos creado o los pasos que faltan para el tránsito de personas y la conectividad de los territorios para los animales.
Se van a destinar 2,5 millones de euros para finalizar el proyecto Arco Verde, que comenzó en 2019 y que está aumentando la biodiversidad regional con nuevos espacios para la fauna y la flora. Ya se han plantado 125.000 árboles y arbustos de más de 50 especies autóctonas, y se han creado nuevos hábitats para animales. Entre ellos, 20 reservas de polinizadores y lepidópteros que ofrecen refugio y alimento a los insectos, de cuatro láminas de agua y 85 infraestructuras para las aves.
De este modo se están uniendo los espacios forestales y de paso de 25 municipios madrileños con el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama y con los tres grandes parques regionales: Cuenca Alta del Manzanares, Curso Medio del Río Guadarrama y Sureste.
Por otra parte, se continuará trabajando en el Plan Activa Montes, para la regeneración y gestión forestal eficaz de 15.000 hectáreas gracias a la plantación de 350.000 árboles y arbustos autóctonos. Se complementará con el Proyecto Hidroforest, que permite la restauración y protección hidrológica de los embalses mediante infraestructuras y personal humano para el manejo de la vegetación que se encuentra en los montes de cabecera de cuenca.
P: Desde la Consejería de Medio Ambiente hay una gran transversalidad de responsabilidades y de acciones que tocan muchos temas, entre ellos el de la circularidad. Recientemente se ha aprobado el proyecto de Ley de Economía Circular. ¿Qué cambios relevantes van a ver los madrileños, los municipios y las empresas con este paso?
Con este proyecto de ley de Economía Circular que acabamos de aprobar en el Consejo de Gobierno este mismo mes, queremos hacer de Madrid una región más eficiente. Está dirigida al uso eficiente de los limitados recursos naturales y a reducir el impacto de los residuos que estamos generando. Con esta Ley, queremos no restringir los avances tecnológicos y que los residuos generen economía. Con ella reforzaremos los objetivos de mejorar el medio ambiente regional, reducir la burocracia sin añadir tasas o impuestos e implantar un nuevo sistema productivo más eficaz para el aprovechamiento de los recursos naturales.
Además, el proyecto de ley es fruto del consenso y cuenta con las aportaciones de los colectivos del sector que participaron en su inicial proceso de elaboración.
Es una norma realista, no dogmática; aplicable y eficaz. Busca la implicación de toda la sociedad en la protección del medio ambiente, fomentando un uso responsable y eficiente de los recursos naturales, el incremento de la vida útil de los productos que con ellos se generen y fomentando al máximo el reciclaje y valorización de los residuos para que puedan incorporarse de nuevo a la cadena de producción de bienes y servicios.
Está asentada en los criterios que nos ofrece la ciencia, la eficiencia y la neutralidad tecnológica. Y en este escenario, la empresa, la administración y el ciudadano vamos a ir de la mano. Porque necesitamos disminuir el impacto de nuestra actividad: aprovechar al máximo los recursos naturales que se utilizan en todos los procesos de producción, y reducir los residuos no reciclables que ocupan territorios y, sin duda, también contaminan los suelos.
Junto a ello, la Ley también conlleva la creación y puesta en marcha de la Estrategia de Economía Circular 2025-2032, que va a transformar el actual modelo de depósito en vertedero hacia uno de tratamiento de residuos. Vamos a acompañar y respaldar a los ayuntamientos en todo este camino.
P: Entre sus responsabilidades está también el área de agricultura, muy ligada con el medioambiente, la ecología y al consumo de proximidad. Es usted ingeniero agrónomo, por lo que conoce seguramente conoce un sector que tiene su protagonismo en Madrid y que debe cuidarse. En materia ambiental y agrícola, ¿qué impulsos se necesitan para que la agricultura regional esté bien atendida?
R: Como dice el lema de los ingenieros agrónomos: Sine agricultura, nihil (sin agricultura, nada). Los agricultores y ganaderos llevan milenios cuidando de la naturaleza; ellos han conseguido que hoy podamos disfrutar del medio natural. Como ejemplo tenemos las casi 30.000 hectáreas de olivar de la Comunidad de Madrid, muchos de ellos olivos centenarios que son el refugio de multitud de especies de avifauna. O la gran labor de los ganaderos en nuestras zonas forestales, minimizando el riesgo de incendios y manteniendo nuestras dehesas.
Por eso creo que el impulso que necesita la agricultura conlleva el reconocimiento de la sociedad hacia los responsables de la alimentación de más de 8.000 millones de personas en el mundo. Por ello necesitamos impulsar un modelo productivo, que garantice un suministro de alimento de primera calidad, a unos precios asequibles y razonables para los consumidores y que a la vez, impacte cada vez menos en el medioambiente.
En este sentido, vamos a crear un clúster agroalimentario. Será un entorno de colaboración público-privada donde estarán integrados el sector primario, productores, distribuidores, industria trasformadora, canal HORECA (hoteles, restaurantes y empresas de catering), comercialización (grandes marcas y pequeños comerciantes), y el sector de la investigación e innovación.
También queremos reforzar el Programa de Desarrollo Rural para modernizar las explotaciones y facilitar la incorporación de nuevos jóvenes agricultores, entre otras iniciativas, con una dotación de 80 millones de euros. Asimismo, se amplía la asignación del Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA) en 2,5 millones de euros, con los que ampliarán la investigación y asistencia técnica que aportan.
P: Tiene usted por delante tres años y medio de gestión. ¿Cuáles son los principales retos y políticas ambientales que quiere activar en este tiempo?
R: Nos encontramos en una revolución verde que tiene un impacto en la humanidad y en el planeta. Desde las administraciones y con la colaboración público- privada vamos a poner en marcha esta revolución desde el humanismo y la inteligencia, que es desde donde deben partir las soluciones, con políticas realistas y con una información lejos de los dogmatismos y de posiciones radicales.
Queremos cumplir con los objetivos de conservación de la diversidad y de aumento del patrimonio natural de la región. Para ello, el proyecto más cercano es ampliar en un 12% la superficie del Parque Nacional de la Sierra del Guadarrama con la adquisición de una finca de 453 hectáreas de altísimo valor ecológico en la zona de El Paular, próxima al Centro de Visitantes de Rascafría. Esto ha supuesto una inversión de 4.365.000 euros.
Esta finca se sumará al Monte Cabeza de Hierro compradas por el Organismo Autónomo de Parques Nacionales y ambos espacios formarán parte de la solicitud de la Comunidad de Madrid para la ampliación del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, que deberá ser aprobada por el Gobierno central. Al aumentar esta superficie, bajaremos sus límites de las cumbres al Valle del Lozoya, para el disfrute de todos los ciudadanos, siempre desde la prudencia, el respeto y el cuidado del entorno natural.
Le he hablado ya de otros proyectos: Arco Verde, Plan Activa Montes, continuar la protección de láminas de agua con el Catálogo de Embalses y Humedales de la región, continuar recuperando la fauna con programas como el del águila imperial ibérica y muchos más.
Por último y por desgracia, debemos afrontar otro reto, y es, contrarrestar las políticas radicales y alejadas de la realidad del Gobierno de España y en concreto de la ministra Ribera que, con un falso ecologismo urbanita, legisla en contra del criterio científico y técnico, poniendo en riesgo la economía, la continuidad de nuestro mundo rural y dificultando precisamente la consecución de la transición verde que promulga.
P: Para terminar, es posible que le ponga en un aprieto… ¿Se atrevería a recomendar a los madrileños y a los amantes de la naturaleza un lugar para disfrutar de la riqueza natural de la Comunidad de Madrid?
Pues sí es un aprieto, porque contamos con tanto patrimonio protegido y tantos rincones maravillosos en la región que es difícil elegir. Con lo que acabamos de hablar, sería fácil recomendar nuestro maravilloso Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, no en vano recibe la visita anual de aproximadamente 2,5 millones de personas.
Pero precisamente nuestro objetivo, es que los madrileños descubran otros ecosistemas y parajes igual de ricos y preciosos. Así, recomendaría un paseo por el Parque Regional del Sureste y observar las aves acuáticas que habitan la Laguna del Campillo donde tenemos un magnífico centro de educación ambiental o acercarnos a nuestros pueblos de la Sierra Norte, que ahora en otoño se visten de un manto de colores y olor a chimenea que inunda los sentidos.