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Así se distinguen una llama, una alpaca y una vicuña: pocas personas pueden diferenciarlas de verdad

En las montañas de los Andes, estos tres animales han convivido durante milenios con las comunidades locales. La llama, la alpaca y la vicuña no sólo cumplen un rol importante en la vida diaria de los pueblos andinos, sino que también representan parte de su identidad y tradiciones. Pese a su constante presencia, distinguirlas no siempre resulta sencillo.

La confusión es comprensible: todas forman parte de la misma familia de camélidos y comparten un hábitat similar. Aun así, existen diferencias notables que van desde el peso y la altura hasta el tipo de fibra que producen.

¿Cuál es el origen de los camélidos andinos?

Los camélidos aparecieron originalmente en Norteamérica. Durante la última glaciación, se desplazaron por el puente de Bering hacia Asia y también migraron hacia el sur, estableciéndose en Sudamérica.

De estos movimientos surgieron varias especies: los camellos en Asia y África, y en el continente americano la llama, la alpaca, el guanaco y la vicuña.

La domesticación marcó la diferencia en su evolución. Según investigaciones arqueológicas, el guanaco dio lugar a la llama y la vicuña a la alpaca, aunque este proceso todavía genera debate en la comunidad científica.

Lo cierto es que desde hace miles de años estas especies han acompañado a las civilizaciones de los Andes, aportando transporte, fibra y carne.

¿Cómo se distingue a una llama, una alpaca y una vicuña?

Por empezar, la llama (Lama glama) es el camélido domesticado de mayor tamaño. Puede alcanzar entre 1,7 y 1,8 metros de altura y pesar de 115 a 180 kilogramos. Su silueta resulta robusta y destaca por su largo cuello. Las orejas tienen forma alargada y curvada, a menudo descritas como «en forma de plátano».

En cuanto a su pelaje, suele ser más áspero y menos uniforme en color, con combinaciones que van del marrón al blanco, pasando por el negro y el gris.

Históricamente, ha sido usada como animal de carga debido a su fuerza. También se aprovecha su lana, aunque es menos fina que la de la alpaca.

Su temperamento se considera más independiente y, en ocasiones, territorial. Un rasgo curioso es su tendencia a escupir como mecanismo de defensa cuando se siente amenazada o incómoda.

La alpaca y su fibra valorada

La alpaca (Vicugna pacos) es más pequeña y compacta que la llama. Su altura suele situarse entre 1,2 y 1,5 metros y su peso ronda de 50 a 85 kilogramos, según plantea un estudio universitario. Posee una cabeza redondeada con orejas cortas y un hocico menos pronunciado.

Lo más característico de la alpaca es su pelaje. La fibra que produce es fina, ligera y cálida, con una amplia variedad de colores naturales, desde el blanco hasta tonalidades marrones, grises y negras.

La lana de alpaca se considera de gran calidad y es empleada en prendas como bufandas, abrigos y mantas. La denominada baby alpaca, obtenida de la primera esquila, es la más cotizada.

En la economía rural de los Andes, la alpaca cumple un papel esencial. Además de su fibra, también se aprovecha su carne, valorada por su bajo contenido en grasa y colesterol.

Se distinguen dos variedades: la alpaca huacaya, de lana rizada y voluminosa, y la alpaca suri, con fibras largas y sedosas que cuelgan en mechones.

A nivel de comportamiento, la alpaca es más dócil y suele vivir en grupos numerosos, lo que facilita su cría en rebaños.

La vicuña, una especie protegida

Por su parte, la vicuña (Vicugna vicugna) es un camélido silvestre y el más pequeño de todos. Su altura rara vez supera 1,2 metros y su peso se sitúa entre 35 y 55 kilogramos. Su cuerpo es delgado y ágil, adaptado a huir con rapidez de los depredadores.

Su pelaje combina tonos marrón dorado en el lomo con blanco en el vientre y la cara. La fibra de vicuña es reconocida como la más fina y cara del mundo. Su recolección está regulada y sólo puede realizarse de forma controlada una vez al año, ya que se trata de una especie protegida.

Al ser animales salvajes, las vicuñas no son domesticadas y se encuentran en zonas de gran altitud de Perú, Bolivia, Chile y Argentina. Su preservación ha sido fundamental para garantizar la continuidad de la especie.

Un resumen para entender las diferencias principales entre llama, alpaca y vicuña

Aunque sus similitudes confundan, hay claves que permiten distinguir a estos camélidos de forma resumida: