Stellantis no reducirá la producción de coches de combustión para cumplir con las normas de Bruselas

Con esta medida, el fabricante busca que la norma del empleo no afecte al empleo ni a las ventas

  • Andrea Aguado
  • Redactora de economía y coordinadora de OKMOTOR. Amante de las cuatro ruedas y la industria. Antes en informativos de Radio Televisión Castilla y León.

El Grupo Stellantis descarta reducir su producción de coches de combustión para cumplir con las normas impuestas por Bruselas. El fabricante automovilístico mantendrá sus niveles de producción en sus fábricas, previstos para el año 2025, con el objetivo de evitar que el endurecimiento de los objetivos de emisiones afecte al empleo y a las ventas de la compañía. Aun así, Stellantis quiere cumplir con la medida europea y no pagar multas millonarias, para ello recurrirá a otras medidas, como la compra de derechos de emisiones, para alcanzar el promedio límite de 93,6 gramos por kilómetro en cada coche vendido.

Así lo han confirmado fuentes de la compañía en conversaciones con este diario, que han señalado que el grupo automovilístico cumplirá con las cifras en materia de emisiones de CO2 impuestas por la Comisión Europea (CE), pero sin afectar a la productividad de las fábricas de Stellantis en el Viejo Continente, incluidas las instalaciones españolas, en las que se producen coches 100% eléctricos, pero también con motores de combustión.

La reducción de la productividad de las fábricas del Grupo Stellantis, sobre todo en Italia, fue uno de los motivos de disputa entre el presidente de Stellantis, John Elkann, y el antiguo CEO de Stellantis, Carlos Tavares. El portugués abogaba por cumplir con Bruselas reduciendo la producción y venta de coches de combustión, estrategia que afectaba de lleno al mercado español e italiano y que se tradujo en una mala relación con el Gobierno de Giorgia Meloni.

La relación entre los directivos de Stellantis y la líder del Gobierno italiano se ha reconducido tan sólo unas semanas después de la salida de Tavares de la compañía, después de que Roma haya dado luz verde al plan estratégico en materia de producción ideado por Jean-Philippe Imparato, director de Operaciones para Europa, que ha confirmado a este diario que no aspira a suceder a Tavares como CEO del Grupo Stellantis.

La producción de Stellantis en juego

Ante  el endurecimiento de los objetivos de emisiones de CO2 impuesto por Bruselas, las ventas de coches 100% eléctricos de los grandes fabricantes tendrán que ocupar un 22% del total de sus matriculaciones de este año para alcanzar el promedio límite de 93,6 gramos por kilómetro en cada coche vendido.

Para alcanzar esta cifra, complicada debido a la ralentización de la demanda en el Viejo Continente y a la entrada de nuevos competidores procedentes de China con productos más asequible, la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) ha advertido que las compañías se verán obligadas a reducir sus ventas de coches térmicos, y con ello la producción de este tipo de motores, para conseguir la cuota del 22%. Una medida que Stellantis ya ha descartado.