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5 consejos para llevar a tu gato al veterinario

¿Cómo debes llevar a tu gato al veterinario? Hay algunas pautas a tener en cuenta, en la práctica no será tarea tan difícil, toma nota.

  • Francisco María
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A diferencia de los perros, que en la mayoría de los casos disfrutan los paseos, a los mininos no les gusta salir de casa. Por lo que llevar a tu gato al veterinario se puede convertir en un verdadero trauma. Pero no todo está perdido. Con algunos trucos, también un poco de sentido común y los equipamientos adecuados, no tendría que ser tan complicado. Porque más allá que la mascota quiera ir o no, las visitas al veterinario son obligatorias, aún con ejemplares que siempre están bien y ‘nunca se enferman’.

Los felinos domésticos son muy sensibles a los cambios emocionales de sus dueños, si el dueño está nervioso, el gato también lo estará. Así que el paso uno es mantener la calma en todo momento.

La preparación adecuada

Para que cumplir con esta obligación resulte sencillo, lo primero antes de llevar a tu gato al veterinario es más importante que la propia visita. Se trata de la preparación adecuada. Pero no tanto los minutos cercanos a la salida, preparar a la mascota empieza varios días antes.

Lo ideal es llevar a tu minino en un transportín. Incluso los gatos más dóciles y aquellos que les gusta salir a caminar junto a sus dueños, pueden correr despavoridos si reciben algún estímulo demasiado fuerte que no sepan cómo manejar. Además, es la mejor manera de protegerlo de otros animales. Una vez en la cínica, es posible que deba compartir espacio no solo con otros felinos; casi con toda probabilidad también con perros.

Paseos de entrenamiento

El minino debe sentir que el transportín le pertenece y por ello desde siempre este debe ser un elemento presente en el hogar. Tiene que estar a su alcance y permanecer abierto para que entre y salga cuando le plazca. Dentro pueden colocarse juguetes, una manta para que duerma y hasta comida.

Quienes disponen de coche tienen que pasear con su mascota varias veces. Lo llevan dentro del transportín, correctamente asegurado dentro del habitáculo. Para ello, el mejor lugar es en el suelo, detrás del asiento del copiloto.

Al finalizar este entrenamiento, se puede obsequiar con un premio que guste a nuestra mascota. Los refuerzos positivos también dan resultados con los gatos. Algunas veces no de formas tan evidentes como con los perros, pero sí que funcionan.

¿Cómo llevar a tu gato al veterinario sin transportín?

Algunos propietarios de perros no son muy partidarios de usar transportín. No se sienten a gusto manteniendo al gato encerrado, aun cuando sea por la propia seguridad del animal. Para ellos la mejor opción es utilizar un arnés, un elemento al que también tiene que acostumbrarse el animal antes de salir de casa.