Ni Álex Cordobes ni Cristina Oria: la pastelería de Madrid de la que hablan todos los famosos
Una tarta con fresas de nombre Brela, es la gran protagonista de esta pastelería
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En los últimos meses, un nuevo nombre ha empezado a sonar con fuerza entre los amantes del dulce en Madrid. No se trata de Álex Cordobés ni de Cristina Oria, sino de Brela, una pequeña pastelería ubicada en pleno barrio de Salamanca que ha conquistado tanto a los vecinos como a numerosas caras conocidas. Entre sus primeras clientas figuran Sassa de Osma, Isabelle Junot o Lulú Figueroa, lo que ya dice mucho de la expectación que ha generado este pequeño obrador de estética cuidada y alma familiar.
Brela no es una pastelería más. Detrás de su aparente sencillez se esconde una historia personal: la de Darinka, su fundadora, que decidió rendir homenaje a su abuela y a las raíces familiares que la unen a Croacia y Bolivia a través de un único postre. Su receta estrella, una reinterpretación moderna de la tarta pavlova, ha logrado convertirse en el nuevo objeto de deseo gastronómico del barrio. La mezcla de merengue, nata, fruta fresca y dulce de leche ha conquistado incluso a los paladares más exigentes. Instalada en el número 130 de la calle Lagasca, Brela ha logrado triunfar gracias a esa única receta que ya muchos desean probar pero que sólo encuentras en esta pastelería de Madrid.
La pastelería de Madrid de la que hablan todos los famosos
La historia de Brela comienza mucho antes de abrir sus puertas. Todo nace con la abuela de Darinka, originaria de un pequeño pueblo costero llamado Brela, en Croacia. Era ella quien preparaba una pavlova tradicional para su familia, una receta que viajaría más tarde hasta Sudamérica, cuando la familia se estableció en Bolivia. De ese cruce de culturas nació la combinación que hoy define a esta tarta: el merengue crujiente y la nata esponjosa de la receta europea, unidos al dulce de leche sudamericano.
Cuando Darinka decidió dar forma a su proyecto, tuvo claro que no quería una pastelería al uso, sino un homenaje. Y lo consiguió. Para perfeccionar la técnica confió en Le Cordon Bleu Madrid, donde consiguió dar con el equilibrio perfecto: una tarta ligera, elegante y con ese punto de dulzura que no empalaga. El resultado es una pavlova revisitada que mantiene el espíritu de la receta original, pero con una presentación moderna y un sabor reconocible.
La tarta de la que todos hablan
En Brela todo gira en torno a una sola creación: la Brela, nombre con el que se conocen estas tartas coronadas con fruta fresca. La versión más popular combina capas de merengue fino, nata ligera, trozos de frutos secos y un toque de dulce de leche que aporta ese sabor inconfundible. La fruta de temporada (ahora las fresas) es la protagonista, aunque pronto llegarán nuevas combinaciones con pistacho o chocolate.
La filosofía del obrador es sencilla: menos es más. Nada de elaboraciones complicadas ni decoraciones excesivas. Sólo ingredientes frescos y de primera calidad, un proceso artesanal y la intención de perfeccionar una receta hasta convertirla en única. Esa sencillez y coherencia son, quizá, lo que ha conquistado a tantos madrileños (y a tantos famosos) que ya han hecho de Brela su parada habitual.
Formatos para cada ocasión
Uno de los secretos de su éxito es que las Brelas se adaptan a cada momento del día. Existen varios tamaños: las Brelinas individuales, perfectas para un antojo a media tarde, y las tartas pequeñas, medianas o grandes, ideales para celebraciones o comidas en casa. Todas se elaboran a diario, en cantidades limitadas, con la idea de garantizar siempre frescura y consistencia. Además, se pueden hacer encargos personalizados para eventos o reuniones, siempre manteniendo la presentación impecable que caracteriza a la marca.