Grau amenazó a Rita Barberá con denunciar que ella ordenó contratar a Urdangarin
Las grabaciones realizadas por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil relacionadas con el caso Taula no sólo revelan las comisiones y el blanqueo por parte de los miembros del equipo municipal valenciano de Rita Barberá, sino también las presiones internas. Las cintas muestran cómo Alfonso Grau, ex teniente de alcalde, imputado por el caso Nóos, amenazó a Barberá con contar que fue ella la que ordenó contratar a Iñaki Urdangarin: «En esta familia el cupo de sacrificar inocentes para salvar a responsables ya lo hemos cubierto ¿vale?», replica Grau a Barberá.
María José Alcón, exconcejal y esposa de Grau, lo relataba así en las conversaciones telefónicas grabadas por la UCO: «Alfonso le dijo a Rita textualmente ‘hay un tema que he pagado y yo que sabes que es cosa tuya’ —y relataba que a la alcaldesa le preocupaba ese tema—. A él le han cogido de chivo expiatorio, él no conoce a Urdangarin». Y aclaraba que el contrato de Urdangarin fue labor de un órgano de dirección donde su marido tenía una mínima responsabilidad.
No obstante, la bronca fue sonada según Alcón, que sigue contando a su interlocutor —su hijo— lo sucedido. «Y Alfonso la ha tenido muy gorda con Rita y le ha dicho que tenga cuidado con lo que hace y con lo que ha incumplido porque hay un tema que he pagado yo y sabes que es cosa tuya. Está la alcaldesa cagada, no me grites —dice Rita—, no me grites tú a mí —dice Grau—, que ya estoy harto, que ya estoy harto. Es que le han cogido de chivo expiatorio, también. Él no ha hablado nunca con Urdangarin, si no lo conoce. Tú cómo vas a hacer tráfico de influencias cariño o malversar dinero con una persona que no conoces y que no has firmado nada».
Alcón, ante las reticencias de su interlocutor, añade: «Él no ha firmado nada cariño y no conoce a Urdangarin, eso tiene que acabar bien, pero bueno, ha sido un caballero, pero creo que de caballero hay que pasar a ser caballo».
El 7 de mayo de 2015, al calor de la difusión de las supuestas irregularidades de Alcón, Rita Barberá le envía un SMS amenazador: «Es urgente necesito hablar con vosotros. Me está llamando todo el partido por arriba».
Su marido, Grau, decide llamar directamente a Rita Barberá y le planta cara: «La alcaldesa le pregunta que qué van a hacer, y Grau dice que por su parte nada. La alcaldesa dice que va a llamar a Alcón para decirle que renuncie a la lista —electoral— y Alfonso replica que su consejo es que no lo haga».
El duelo arrecia: «La alcaldesa dice que entonces la llamará al Comité de Disciplina y Alfonso aconseja que no vaya. Dice que se le podría abrir un expediente y Alfonso contesta que se lo abra a él también y que así se van los dos para poder vivir tranquilos. La alcaldesa dice que todo ha sido un problema de responsabilidad. Alfonso le dice, ¿me hablas de responsabilidad?, mira, en esta familia el cupo de sacrificar inocentes para salvar a responsables ya lo hemos cubierto ¿vale?, por lo tanto no me hables a mí de responsabilidad».
La discusión entre Barberá y su exteniente de alcalde sigue subiendo grados. Grau, en alusión a la alcaldesa, exclama: «A Rita Barberá se le ve que le quema el culo, pues que se lo queme, que ya está bien». Alcón interviene en favor de su marido en esta charla a tres con la alcaldesa: «Parece mentira ella, con lo en pecao que está contigo, que te le levante la voz». Grau amenaza: «Ella sabe que te ha metido a su sobrino hasta en las narices, ella sabe porque estoy yo en el lío que estoy, lo sabe, y algún día tenía que suceder».