REUNIÓN SECRETA EN 2017

Agentes del CNI preguntaron a Villarejo si tenía la grabación de la cita de Corinna con Sanz Roldán

José Manuel Villarejo
José Manuel Villarejo. (Foto: EFE)
Manuel Cerdán

El ex comisario José Villarejo mantuvo una reunión secreta con dos emisarios del Centro Nacional de Información (CNI) a comienzo de 2017 en un reservado de un restaurante de Madrid. Los espías asistieron al encuentro en nombre del director de lo servicios secretos, Félix Sanz Roldán, para tratar el caso Corinna, según ha podido constatar OKDIARIO de fuentes próximas al policía, encarcelado en la prisión de Estremera desde noviembre pasado, y al CNI.

Los agentes del jefe del espionaje español transmitieron a Villarejo el interés del Centro por recuperar una supuesta cinta con la grabación de la cita en Londres entre la ex compañera sentimental de Don Juan Carlos y el director de los servicios secretos, Félix Sanz Roldán. Según los intermediarios del general, Villarejo podía estar en posesión de una copia.

La visita de los espías al ex comisario denotaba cierta importancia por el nivel ejecutivo que ocupaban en el Centro los dos emisarios: un coronel especializado en la captación de «fuentes humanas» y una ex secretaria general con una dilatada trayectoria tanto en el CNI como en el viejo CESID. OKDIARIO se reserva sus identidades por medidas de seguridad.

El director del CNI, nombrado por el Gobierno de Rodríguez Zapatero hace casi 10 años por recomendación de José Bono, había mantenido con Corinna en 2012 una entrevista secreta en una suite del hotel Connaught de Londres. El general aprovechó esa cita, que duró casi cuatro horas, según comentó la princesa alemana al propio Villarejo, para amenazarla si no reconducía sus relaciones con el Rey emérito.

El general confirma su viaje a Londres

El general Sanz Roldán confirmó su visita londinense pero, según él, estuvo enmarcada por un asunto de Estado, algo que nunca ha llegado a aclarar. Eso sí, siempre desmintió que amenazara a la princesa alemana.

En la entrevista en exclusiva que OKDIARIO realizó a Villarejo en julio de 2017, el ya ex comisario de Policía comentaba sobre el incidente londinense: «La princesa Corinna en un momento determinado se siente intimidada en una entrevista que ha tenido con el jefe del Servicio Secreto, un señor que se cree Franco, que se cree el Generalísimo. Me refiero al señor Sanz Roldán. El general. El jefe del Servicio Secreto. Este señor va a verla a Londres y la amenaza de muerte y, a partir de amenazarla de muerte, ese persona se siente preocupada. Comenta con varios amigos que tenía un problema… Está asustada, claro. No le había amenazado un taxista o un señor que pasaba por allí. Nada menos que el jefe del Servicio Secreto de España. Alguien le dice que conoce a un abogado que no tiene demasiado miedo. A mi presentan como abogado sin tener ni idea de que yo era un comisario que estaba en activo».

Pero en la entrevista que Villarejo mantuvo con Corinna en junio de 2015 en su domicilio de en Eaton Square, no le mintió sobre su identidad pero tampoco le reconoció que la estaba grabando subrepticiamente. Se presentó como policía y abogado. Por tanto, Villarejo desde esa fecha tenía información de primera mano sobre el encontronazo entre la ex compañera sentimental de Don Juan Carlos y el jefe del servicio secreto.

Corinna se queja de las amenazas del CNI

En las grabaciones con las confesiones de Corinna, reproducidas por OKDIARIO, se puede escuchar nítidamente a la ex del monarca afirmar que Sanz Roldán la había amenazado de muerte a ella y a sus hijos. La princesa también mantenía que unos «mercenarios» y «agentes del CNI» asaltaron su despacho de Mónaco y le robaron documentos que comprometían al Rey emérito.

Por tanto, el encuentro de Villarejo con los espías de Félix Sanz Roldán se producía casi dos años y medio después ante la preocupación del director de los servicios de información. Ya en esa época, el director del CNI, que mantenía un enfrentamiento mediático con el comisario, estaba al tanto de los movimientos de Corinna y Villarejo por boca del propio policía.

La biógrafa del general y periodista de cabecera, Ana Romero –Corinna la califica de «agente doble» del CNI– escribía en uno de sus libros de encargo: “Villarejo visita a Corinna en su domicilio de Eaton Square y se hace pasar, entre otras cosas, por un ex agente secreto que está en contra de los “desmanes” que comete Sanz Roldán en el centro. Le lleva documentación falsa con membrete del CNI. Está muy poco tiempo, apenas el necesario en la puerta para entregarle la documentación”.

Y la periodista, metida a espía, según Corinna, reflejaba en su obra la versión más edulcorada del viaje a Londres del jefe de los servicios secretos: “Corinna quedó tan contenta con el encuentro con el general que le escribió una carta a una amiga diciéndole que el viejo general de Uclés era ‘para comérselo’. Tan encantador le pareció… Salió de allí cuatro horas después con el pañuelo perfectamente colocado en la chaqueta y una nueva amiga llamada Corinna”.

Una reunión que confirma la ruptura

Cuando Villarejo se entrevistó con los espías en el restaurante de Madrid en una comida que duró desde las 14 a las 19 horas, con sobremesa incluida, ya conocía a sus interlocutores de encuentros anteriores. Como los emisarios estaban obsesionados con la existencia de la cinta del encuentro de su director con Corinna, Villarejo les mintió asegurándoles que había escuchado un trozo de la grabación.

El coronel del CNI, especialista en el control y manipulación de fuentes, le dijo a Villarejo que ni Corinna ni el servicio de información británico MI6 pudieron realizar la grabación porque ellos habían realizado una serie de contramedidas. Y tenía razón porque Corinna reconoce a Villarejo, en la grabación desvelada por OKDIARIO que nunca llegó a tener la cinta.

Pero Villarejo siguió alimentando la duda entre los emisarios del CNI: «Dile a tu general que le han hecho llegar al presidente Rajoy unos cortes de un minuto y medio para que deje de presionar a Corinna».

El intercambio de información entre el comisario y el coronel fue interrumpido por una llamada telefónica al espía del CNI, que abandonó EL restaurante de manera precipitada y nunca más regresó.

Días después, la ex secretaria general confesó al comisario que la llamada procedía de la Dirección del CNI y que su compañero recibió instrucciones estrictas de abandonar el local. Semanas más tarde, curiosamente, el mando del espionaje fue trasladado a la Embajada de España en Londres, destino que sigue conservando en la actualidad.

Desde entonces la guerra abierta entre Villarejo y Félix Sanz Roldán ha llevado al primero a ocupar una celda de la cárcel de Estremera y al general del CNI a tener que dar explicaciones en la comisión de Secretos y Fondos Reservados del Congreso sobre las confesiones de Corinna publicadas por este periódico.

Lo que era una comida para «limar asperezas», según palabras de las fuentes consultadas por OKDIARIO, se convirtió en un cruce de querellas y descalificaciones entre ambos servidores del Estado.

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