¿Qué es el nitrato de amonio y por qué estaba almacenado en el puerto de Beirut?

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El número de muertos tras la explosión que ha tenido lugar en Beirut, la capital del país, este martes ha ascendido a 137, mientras que la cifra de heridos supera los 5.000. El ministro de Sanidad, Hamad Hassan, teme un aumento de contagios de coronavirus durante los próximos diez días, ante la falta de material de protección. Así lo ha señalado en una entrevista con la radio Voice of Lebanon, en la cual ha insistido en que lo más importante en estos momentos es “crear hospitales de campaña en diferentes áreas de la capital”.

El Gobierno de la nación – que está de luto oficial– ha ordenado arresto domiciliario a los encargados del almacenamiento de las 2.750 toneladas de nitrato de amonio que, según las primeras investigaciones, causaron la explosión del pasado martes. Este anuncio se ha producido después de que el Ejecutivo decretase el estado de emergencia durante al menos quince días en la capital, por lo que Beirut pasará a estar bajo control militar. La ministra de Información ha advertido de que este estado de emergencia puede ser “renovable y la autoridad militar más importante será responsable inmediatamente de mantener la seguridad”.

En el Consejo de Ministros extraordinario celebrado este miércoles se decidió también dar asistencia a todas aquellas personas y familias que han perdido sus viviendas a causa de este desastre. Esta explosión se ha producido en un momento crítico para Líbano, que vive su peor crisis económica desde el final de la guerra civil, que tuvo lugar entre 1975 y 1990. A esta tormenta se ha sumado la crisis derivada de la pandemia de la COVID-19, que hasta ahora ha dejado en el país 5.417 casos confirmados y al menos 68 fallecidos.

Los datos son todavía confusos y aunque haya una investigación en marcha, por el momento, se desconocen las causas de esta explosión. No obstante, la principal línea de investigación apunta a que un cargamento de 2.750 toneladas de nitrato de amonio, un producto químico industrial común utilizado principalmente como fertilizante (por su alto contenido en nitrógeno) o para la fabricación de bombas, fue la causa de la explosión de Beirut.  Según la organización Stable Seas, la única forma de responder a estas preguntas es realizar una serie de investigaciones sobre las prácticas de gestión portuaria en el puerto de Beirut.

Esta institución, con sede Colorado y coordinadora de un programa de cooperación cuyo fin es combatir las actividades ilegales en el mar, ha indicado que la historia de esta explosión comenzó hace años, concretamente en 2013. La organización considera que el descuido de las instituciones, así como las distintas medidas aplicadas por control fronterizo llevaron a una larga batalla legal. Así, han incidido en que las 2.750 toneladas de nitrato de amonio que detonaron el martes tienen su origen en la embarcación Rhosus, que llegó al puerto de Beirut el 23 de septiembre de 2013 después de sufrir una serie de dificultades técnicas. Según han explicado en su página web oficial, este barco, que navegaba bajo una bandera moldava, se dirigía desde Georgia a Mozambique. Tras una serie de incidentes, fue sometido a una inspección por parte de los técnicos del puerto que supuestamente encontraron deficiencias y le prohibieron reanudar sus operaciones.

Esta fundación afirma que los procedimientos “inadecuados” para tratar a este tipo de barcos y sus tripulaciones han sido, en parte, responsables de que muchos materiales como el nitrato de amonio acabaran olvidados en los almacenes de Beirut. Stable Seas recordó que la mayoría de las personas a bordo del Rhosus fueron repatriadas, excepto el capitán y otros tres miembros de la tripulación. Tras una serie de enfrentamientos legales, estas cuatro personas pudieron abandonar el barco y la autoridad portuaria se quedó con la responsabilidad sobre el contenido altamente explosivo, a bordo de la embarcación, de acuerdo con esta institución.  “En algún momento entre julio de 2014 y octubre de 2015, el nitrato de amonio fue trasladado a un almacén donde, aparentemente, permaneció hasta la explosión catastrófica”, han aseverado.

Tras analizar este caso, la organización Stable Seas ha subrayado que las consecuencias del abandono de barcos rara vez son tan visibles e impactantes como ha ocurrido en Beirut, aunque han alertado de que este problema es bastante común. “Hoy en día, los barcos y las tripulaciones abandonas representan varios tipos de amenazas a nivel mundial”, han advertido, alegando que, aunque, en estos momentos, los ojos de toda la comunidad internacional están puestos en Beirut, se avecina un desastre similar en Yemen, en relación con el FSO Safer. Este petrolero — un barco amarrado a 7 kilómetros de la costa del país desde 1988 y abandonado en el Mar Rojo—podría derramar más de un millón de barriles de crudo, provocando un desastre humanitario sin precedentes y obstaculizando el tráfico marítimo a través del Mar Rojo, el estrecho de Bab el-Mandeb y el Canal de Suez.

El nitrato de amonio es un producto altamente peligroso, pero cuyos beneficios como fertilizante de las tierras agrícolas hacen que no se pueda prescindir de él.  Esta situación llevó a varios países a establecer normas sobre cómo almacenarlo y comercializarlo. Un ex oficial de inteligencia británico, Philip Ingram, ha dicho a la BBC que este químico solo puede convertirse en un explosivo en determinadas circunstancias. Además, ha señalado que el almacenamiento seguro de este material reduce su peligrosidad, aunque en espacios reducidos o contaminados con elementos como combustible, puede causar una gran catástrofe. La institución con sede en Colorado espera que la tragedia de Beirut sirva para mejorar las prácticas de almacenamiento en los puertos, así como los protocolos de seguridad relacionados con la presencia de cargas marítimas peligrosas.

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