Internacional

El partido islamista PJD gana las legislativas de Marruecos

El gobernante Partido Justicia y Desarrollo (PJD, islamista) obtuvo la mayor cantidad de escaños en las elecciones legislativas marroquíes y se encamina a ser ratificado por el rey al frente del gobierno, según los datos  difundidos por el ministerio del Interior.

Al cabo de una votación en la que sólo participó el 43% de los inscriptos, el PJD logró 125 escaños de los 395 en disputa, pero con buena ventaja sobre la segunda fuerza. La Constitución marca que el rey nombra como primer ministro al líder del partido que haya tenido más escaños, aunque carezca de mayoría.

La segunda fuerza más votada fue el Partido Autenticidad y Modernidad (PAM, liberal) con 102 escaños y en tercer lugar Istiqlal, el partido histórico de la lucha por la independencia que logró 31 diputados. Otros 93 escaños se repartieron entre otros siete partidos.

El ministro del Interior, Mohamed Hassad, destacó el «buen desarrollo» de las elecciones y un escrutinio «transparente», al tiempo que descartó denuncias del PJD según las cuales funcionarios del ministerio del Interior habían tratado de favorecer al opositor PAM.

«Pese a las críticas del partido ganador, hemos respetado las directrices de Su Majestad (el rey Mohamed VI) y nos mantuvimos neutrales respecto de todas las fuerzas políticas», dijo el ministro Los islamistas habían denunciado «abusos» y tentativas de fraude y la prensa local dio cuenta de que un candidato del PJD había sido agredido a la salida de un colegio electoral.

Creciente islamización

El PJD consiguió una victoria histórica en noviembre de 2011, varios meses después de que el rey Mohamed VI llevara a cabo una revisión constitucional para apaciguar «el movimiento del 20 de febrero», surgido a raíz de la Primavera Árabe. Este partido es la única formación islamista que se encuentra en el poder en un país de esta región.

Liderada por el carismático primer ministro, Abdelilah Benkirán, se basa en la clase media urbana y en militantes muy bien organizados y se presentó a las elecciones pidiendo un segundo mandato para «continuar la reforma», con la «referencia» islámica siempre de trasfondo.

El PAM, que hizo campaña denunciando una «creciente islamización» de la sociedad, está más bien implantado en zonas rurales y entre los notables, y se presentó como «defensor de las libertades» y de la condición femenina. El Istiqlal, partido histórico de lucha por la independencia, asociado hasta 2013 a la coalición gubernamental, quedaba como tercera fuerza.

Los electores votaron por una lista local y otra nacional compuesta únicamente por mujeres y jóvenes que asegura su representación en el parlamento, según un sistema de cuotas.

En las papeletas de voto, los símbolos permiten identificar a cada partido, en un país donde un tercio de la población es analfabeta: un tractor para el PAM, un candil para el PJD, un camello, un paraguas, un avión, un sol o incluso un elefante para las otras formaciones.