Internacional

Maduro acusa a altos cargos de la oposición de planificar un golpe de Estado para el 24 de junio

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha acusado este domingo a altos cargos de la oposición, entre ellos el presidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges, de planificar un golpe de Estado el 24 de junio.

«Voy a revelar secretos de cómo hemos derrotado esta parte del golpe de Estado, porque nosotros lo vamos a terminar de derrotar, y la Constituyente va, llueva, truene o relamapaguee», ha dicho al inicio de su programa ‘Los Domingos con Maduro’.

Durante su programa ha desvelado un presunto plan golpista integrado por cuatro fases, la primera de las cuales sería la cumbre celebrada esta semana por la Organización de Estados Americanos (OEA) en la localidad mexicana de Cancún.

«El imperialismo y sus aliados se comprometieron a propinar a Venezuela un golpe internacional», ha dicho, afirmando que en el bloque se propuso «un llamado grupo de contacto, que no es otro que un grupo de países que se vienen a intervenir Venezuela y a gobernarnos».

«¿Ustedes creen que Venezuela puede ser gobernada desde Bogotá, desde Washington o desde Buenos Aires?», ha preguntado a los presentes. «Venezuela se gobierna desde Venezuela», ha recalcado.

«Pensaban que con esa decisión en la OEA nos íbamos a acobardar», ha dicho, resaltando que «en 2019 Venezuela está fuera de la OEA y es un país más libre, más independiente, fuera de ese organismo neocolonial».

Así, ha indicado que su Gobierno logró la «victoria» en la OEA. «Derrotamos al imperialismo, derrotamos a la derecha en la OEA. Si en la OEA hubiera surgido una resolución, la violencia que esta gente (la oposición) iba a generar aquí hubiera hecho más daño», ha indicado.

El mandatario ha afirmado además que la embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, estuvo durante tres días en la sede del organismo internacional en la ciudad suiza de Ginebra «para hacer ‘lobby’», apuntando que a raíz de ello Paraguay presentó ante el Consejo de Derechos Humanos una resolución «contra Venezuela», que no prosperó.

Maduro ha señalado que la segunda fase de este supuesto plan golpista era generar hechos de violencia en el país. «Producto de los hechos de violencia, heridos o muertos, y cuando surge un muerto, doloroso, lamentable, siempre por culpa de ellos, por su violencia, vienen y lo convierten en un show necrofílico», ha criticado.

En este sentido, ha resaltado que una vez coincidiera una resolución favorable en la OEA con estos incidentes «se habría creado el escenario para el golpe de Estado e imponer su junta de transición».

«Es la forma en la que ellos planifican, pero no contaban con nuestra astucia, con nuestra inteligencia, con nuestra fuerza», ha manifestado el presidente del gobierno bolivariano de Venezuela.

«El primer evento se lo dejamos mocho, porque ganamos en Washintgon, ganamos en México y ganamos en Ginebra, y nos fuimos a celebrar. De manera simultánea (…) desde la OEA les pedían sangre en Venezuela, porque se les ha apagado todo este movimiento insurgente, fascista», ha argüido.

«Ellos necesitaban una masacre, y así se lo plantearon. Buscaron el mayor nivel de violencia en el foco principal que les va quedando, allá en Altamira», ha apuntado, en referencia a los últimos incidentes en el área.

Maduro ha acusado a la oposición de entregar droga y dinero a jóvenes para que provoquen disturbios. «Cuando van a los eventos, a las marchas, porque encabezan todas las marchas en Altamira, van bajo los efectos de las drogas. Una droga creada en Estados Unidos para los terroristas en Medio Oriente llamada ‘captagon’», ha asegurado.

«La orden lunes, martes y miércoles era arremeter contra la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), contra la Policía, contra bienes, contra bases militares, para buscar muertos. Lamentablemente hubo dos caídos en medio de esa circunstancia», ha dicho, en referencia a las víctimas durante esos días.

Así, ha dicho que actuó «como actúa un gobierno del pueblo», ordenando una investigación y la captura de los responsables, aplaudiendo la actuación «apegada al humanismo y la Constitución de la GNB y de la Policía Nacional Bolivariana».

«Goteo militar»

Maduro ha subrayado que el tercer paso de este supuesto plan era «el inicio de un goteo militar, un pronunciamiento por aquí, un pronunciamiento para allá», acusando directamente a una persona «a la que el comandante Chávez le dio mucha confianza», sin dar su nombre.

«Hubo una persona a la que el Gobierno de Estados Unidos le ha dado todo el poder militar en Venezuela, no voy a decir su nombre», ha dicho, desvelando que fue «una persona de las dos a las que Chávez llamó el 10 de diciembre antes de ir a operarse en La Habana y le dijo (…) ‘te encargo a ti cuidar la vida de Nicolás Maduro, porque va a ser el presidente».

Maduro ha afirmado que esta persona «dice que es el jefe de la FANB» en reuniones que mantendría con los opositores María Corina Machado, Freddy Guevara y Borges, así como con funcionarios de la CIA.

«Se comprometió a que una vez que se dieran estos dos eventos a que empezaba un goteo militar esta semana y terminaba con un alzamiento militar ayer 24 de junio a nivel nacional», ha recalcado el presidente venezolano.

«Por ello llamaron a marchas para ir a las puertas de los cuarteles. Ayer (por el 24) lo que hubo fue un acto de reafirmación revolucionaria de la FANB, de reafirmación bolivariana y ‘chavista’», ha recalcado.

Cinco detenidos

El mandatario ha desvelado además que «el miércoles en la noche se procedió a la operación (contra los responsables del plan)», afirmando que «minutos antes huyeron».

«Están los vídeos cuando salen corriendo todos los que estoy mencionando: la fascista criminal María Corina Machado, el perverso tuétano del fascismo venezolano Freddy Guevara, el presidente de la junta de transición Julio Borges y este traidor apodado ‘El Cuadrante’ y la ‘lechuga’ que estaba con él», ha manifestado, sin dar más detalles.

«Hasta ahora hay cinco detenidos. Están colaborando activamente. Están cantando más que Pavarotti. Tienen las pruebas, están los vídeos, los documentos. Ocupamos dos servidores. Desde esos equipos se estaba preparando un proceso de ‘hackeo’, intervención y sabotaje de todo el sistema informático que garantiza las máquinas de votación en el sistema electoral de Venezuela», ha añadido.

Asimismo, ha recalcado que «tienen gente cómplice dentro del Consejo Nacional Electoral (CNE), a nivel nacional y en todas las regiones». «La persona que dirigía esto es Roberto Picón, muy íntima y cercana de (Henrique) Capriles», ha apuntado.

«La presidenta del Poder Electoral me ha dicho que va a tomar las medidas de aseguramiento para que el pueblo pueda votar el 30 de julio sin problemas a la Asamblea Nacional Constituyente», ha señalado.

«El cuarto evento era la juramentación de una junta de gobierno de transición paralela, la declaratoria del desconocimiento de las instituciones, y una activación golpista y falsa del (artículo) 350 de esta Constitución», ha indicado, en aparente referencia a las recientes declaraciones de Borges.

El martes, el presidente de la Asamblea Nacional indicó que el Gobierno está «al margen de la Constitución», recalcando que «su autoridad y decisiones son insconstituciones y no pueden ser reconocidas ni obedecidas por nadie, de acuerdo al articulo 350 de la Constitución».

«El pueblo de Venezuela, fiel a su tradición republicana, a su lucha por la independencia, la paz y la libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticos o menoscabe los Derechos Humanos», dice dicho artículo.

Por último, Maduro ha recalcado que, en caso de que se diera una situación de golpe en Venezuela en la que él mismo quedara privado de libertad, el pueblo y la FANB deben «declararse en insurreción popular constitucional general, en unión cívico-militar».