Mariupol revive el asedio de Leningrado: heroica resistencia del bastión de Ucrania en el sur
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Los 400.000 habitantes de Mariúpol resisten sin agua, sin luz, sin calefacción, sin comida y sin casi edificios ya donde resguardase. Las imágenes recuerdan el asedio de Leningrado. Las tropas rusas la sitiaron hace dos días, pero los ucranianos resisten contra todo pronóstico. Por eso durante la mañana del viernes los rusos han intensificado sus ataques en las ciudades del sur de Ucrania. Mariúpol y Berdiansk están permanentemente bajo el fuego de los rusos que necesitan hacerse con con estas dos ciudades claves para tener el control absoluto del mar de Azov y seguir hacia Odesa, donde establecerán una cabeza de puente lo suficientemente grande para desembarcar sus tropas que llegan desde la península de Crimea.
Mientras esto ocurre en Ucrania, la OTAN despliega más soldados en su flanco oriental, Polonia, Estonia y Rumania. Estados Unidos ha posicionado 6.000 soldados y Francia ha mandado otros 500 más.
El Ejército de Ucrania ya explicó ayer que esperaba la llegada de cuatro buques de asalto anfibio y otros tres de misiles rusos que habían abandonado su base en Crimea y se dirigen a Odesa para iniciar una gran ofensiva. Pero los rusos necesitan todavía ganar Mariúpol, es la ciudad portuaria del carbón y el acero del Donbás.
Sin Mariúpol los rusos no pueden decir que han tomado todo el Donbás. Los rusos están fuera de la ciudad, dispersos entre las llanuras sembradas de trigo, en unidades de 3 ó 4 tanques y unos 50 soldados que se enfrentan a la resistencia ucraniana casa por casa cada vez que han intentado tomar la ciudad.
También es prioritaria para ellos la toma de Odesa tras la caída de Jersón, porque es el único gran puerto con salida al Mar Negro. Se calcula que Rusia dispone de más de 140 buques de combate en la zona, muchos de ellos estacionados en el mar de Azov y otros en el puerto de Sebastopol después de que Rusia se anexionase la península de Crimea. Mientras tanto, los habitantes de Odesa se organizan para tratar de hacer imposible la llegada a las playas con obstáculos y sacos terreros.
Si los rusos desembarcasen en Odesa sería el primer desembarco de tropas en suelo europeo desde el asalto de Chipre por los turcos en 1974 y uno de los más importantes desde la Segunda Guerra Mundial. Los trabajos de resistencia y de un posible rechazo del ataque corren a cargo del coronel Maxim Marchenko, nombrado hace unos días por Volodimir Zelenski, presidente de Ucrania, gobernador de Odesa.
Los rusos se enfrentan a la negativa de las autoridades turcas de dejar pasar por el estrecho del Bósforo desde el mar de Mármara al Mar Negro a los barcos de combate rusos. Hace algunos días prohibieron este paso a la fragata Almirante Kasatónov. De momento Mariúpol y Berdiansk siguen bajo mando ucraniano y no han sido tomadas por Rusia.
La Armada rusa ha estado poniendo en posición gran parte de su flota en el Mediterráneo y el Mar Negro durante el mes de febrero. Tres buques de la Flota del Norte fueron trasladados al Mediterráneo a principios del mes pasado. Eran el acorazado Mariscal Ustínov, la fragata Almirante Kasatónov y el destructor Vicealmirante Kulakov, que cruzaron el estrecho de Gibraltar, en dirección al Este a primeros de febrero. El día 4 de febrero la Armada rusa ya informó de que seis buques de desembarco de las flotas del Norte y del Báltico habían atracado en el puerto sirio de Tartús, que acoge una base naval rusa. Se desconoce si alguno de estos se encontrarían actualmente en Crimea. Además, al mismo puerto llegaron los buques Piotr Morgunov, Gueorgui Pobedonosets, Olenegorski Gorniak, Korolev, Minsk y Kaliningrado, todos desde el puerto báltico de Kaliningrado.
A la misma zona atravesando el canal de Suez llegaron otros tres buques de la flota del Pacífico, el acorazado Variag, el destructor Almirante Tributs y el buque cisterna Boris Butoma. Supuestamente, todos estos barcos llegaban para unas maniobras bajo el mando del Almirante Jefe de la Armada rusa, Nikolái Yevménov. Rusia negó reiteradamente que estos barcos se preparasen para la invasión de Ucrania. En total, Rusia tiene en la zona unos 140 buques que transportan cerca de 10.000 soldados.
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