Internacional

Lula tras su victoria: «A nadie le interesa vivir en un país en permanente estado de guerra»

Lula da Silva ha confirmado los pronósticos y es el nuevo presidente electo de Brasil tras vencer a Jair Bolsonaro en la segunda vuelta de las elecciones, por estrecho pero suficiente margen. 12 años después de dejar el poder y tras numerosos episodios judiciales en diversos procesos por corrupción, el populista de izquierdas regresa al poder tras una lucha a cara de perro con el conservador Bolsonaro. Ahora asegura que lo que Brasil necesita es «paz y unión» y ha asegurado que el país «está de vuelta» en la escena internacional.

«A nadie le interesa vivir en un país dividido en permanente estado de guerra. Este país necesita paz y unión», ha dicho Lula, de 77 años, tras derrotar por un estrecho margen a Jair Bolsonaro en las elecciones de este domingo. Ha añadido que «el planeta precisa de una Amazonía viva» en su primera alocución.

Lula da Silva (50,68 por ciento) se ha impuesto por un estrecho margen a su rival y actual presidente brasileño, Jair Bolsonaro (49,32 por ciento) con el 95,96 por ciento escrutado y afianza así las opciones de remontada tras un inicio del recuento en el que Bolsonaro estaba por delante.

«El diablo»

Por otra parte, el diputado federal brasileño Sargento Conçalves, elegido el pasado 3 de octubre por el partido de Bolsonaro, ha iniciado una oración en directo en Instagram este domingo tras conocer la noticia de la victoria de Luiz Inácio Lula da Silva (PT), en la que ha asegurado que no perderán el país «por culpa del diablo».

«Es en la guerra, en la lucha, en la dificultad, en las derrotas que conoceremos a los verdaderos soldados de Cristo en esta tierra. No perderemos esta nación por culpa del diablo» ha afirmado en la retransmisión como parte de su plegaria el representante designado por el estado de Rio Grande do Norte.

Tras finalizar el vídeo en el que se ha secado las lágrimas con la bandera del país, ha compartido una imagen en la que se podía leer «Dios sigue teniendo el control. Él sigue siendo Dios»