Historia
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Marilyn Monroe: el icono femenino del cine

Tal día como hoy, en el año 1926, nacía en California la que sería una de las actrices más icónicas y conocidas de la historia del cine. Norma Jean Mortenson, después sería Norma Jean Baker, pero al final fue conocida por su nombre artístico, Marilyn Monroe. Convertida en símbolo sexual durante varias décadas, la actriz y modelo no tuvo una vida fácil en su juventud, y acabó muriendo por una sobredosis de barbitúricos.

Durante su niñez y juventud, Marilyn Monroe pasó por una decena de orfanatos y casas de acogida. Pudo ver la luz cuando cumplió 16 años. Su vecino, James Dougherty le ofreció casarse con él y abandonar para siempre la vida de orfandad.

Dedicada a su papel de ama de casa, y habiendo evitado la vuelta al orfanato, Marilyn comenzó a trabajar con su suegra, ya que su marido se enroló en la marina para participar en la Segunda Guerra Mundial. Fue destinado a Australia y Marilyn se quedó sola.

Comenzó a trabajar para mantener a la familia de su marido en una fábrica de radiotransmisiones del ejército, y su vida cambiaría pronto. Cuando un fotógrafo de la Armada la retrató por primera vez, nadie sabía que pasados unos años esa chica sin familia se convertiría en el deseo de toda América.

Cambio de nombre

Empezaron a circular sus fotos y comenzó a tener trabajo como modelo, algo que a su marido no gustaba. Fue aquí cuando Norma Baker cambió para siempre su destino. Comenzó a llamarse artísticamente Marilyn Monroe.

Llegaron los primeros castings para la Fox y trabajó como extra en algunas películas. La modelo había descubierto su vocación y el icono estaba a punto de explotar.

El golpe de suerte para Marilyn llegó con su papel protagonista en ‘Niágara’, con la que comenzó su consagración. Después de participar en varias películas de bajo presupuesto, su papel de Rose en la película de Darryl Zanuck confirmó su ascenso al estrellato.

Meses después apareció en la portada de la revista Playboy, ya era una sex symbol del país. Cuando se estrenó ‘Los caballeros las prefieren rubias’, Monroe confirmó que ya era una estrella. Su interpretación tuvo muy buenas críticas y su ascenso meteórico a la fama no paró de crecer hasta el día de su muerte.

Después de esta cinta, Marilyn ya no volvería a ser la misma. Los estudios se la rifaban, los directores la contrataban y los empresarios, y hombres adinerados, suspiraban por pasar un rato con la musa del cine.