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Jesús Calleja se emociona al recordar la adopción de su hijo en ‘Volando Voy’

Jesús Calleja se emociona en 'Volando voy'

La nueva temporada de ‘Volando Voy’ ha arrancado con fuerza. En el primer programa, Jesús Calleja aterrizó en Los Valles Pasiegos, una comarca con gran tradición ganadera y llena de pastos. Una temporada que arrancaba el 8 de octubre, con la intención de mostrar al mundo la belleza de Cantabria y los pueblos de la zona.

Es precisamente a las comarcas de la zona, a las que ha dirigido la mirada más especial de la primera entrega. La intención de Calleja es mostrar la importancia de tener una buena conexión a internet (en estos tiempos) y crear un espacio en el que se pueda hacer ‘coworking’ y teletrabajar desde casa.

Con este escenario Jesús tenía la excusa perfecta para reconvertir la vieja y abandonada biblioteca de Alceda, transformándola en un espacio más acogedor y moderno. Conoció a sus habitantes la zona, interesándose en sus vidas, en sus empresas, en sus proyectos, en definitiva, de su historia.

Algunos le contaron lo difícil que había sido su vida, otros lo difícil que era montar un negocio y por supuesto, vivir tan aislados, a pesar de que lo consideran un privilegio. Como le dijo Teresa Gómez, ganadera de Vega de Pas: “El abandono es total, pero vivir aquí es único”, decía Teresa orgullosa de donde vive.

Fue mientras estaban sobrevolando los grandes y extensos campos cuando, Calleja se emocionó al recordar cómo había sido la adopción de su hijo, Ganesh. Le conoció en uno de sus viajes a Nepal, era un niño de la calle que sufría tuberculosis. Lo rescató y se lo llevó a España para darle los tratamientos que necesitaba, para así poder curarlo. Al final la historia terminó con final feliz, ya que Jesús decidió adoptarle.

Después, su hijo adoptivo, le habló de otro amigo suyo que también se iba a morir si no lo ayudaban. Así Jesús adoptó a su amigo y años después a la hermana de él. Se convirtió en padre de tres niños adoptivos, que actualmente están casados. Sin duda, para Jesús, fue una oportunidad de rescatar y cambiar la vida de un niño que se merecía una vida mejor. Y al final adoptó a dos niños más para darles una nueva vida.