«Tenía entre 10 y 11 años. Tengo una cicatriz. Lo perdoné, porque yo era muy pequeña, vivía con ella, un error más… Pero son tantos errores que ya no. No está ni estaba bien. Cuando a ella le daba el brote o peleaba… Yo creo que es mala y que ha padecido siempre de los nervios», confesaba al hablar el apuñalamiento de su madre. Unas declaraciones con las que Desy Rodríguez abrió su corazón.