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Ana Obregón: El gesto en el funeral de Aless Lequio que ha conmocionado

Ana Obregón, visiblemente afectada

El pasado mes de mayo Aless Lequio, hijo de Ana Obregón, nos decía adiós tras una dura y larga lucha contra el cáncer. Su tesón y ganas de vivir no fueron suficientes para derribar la enfermedad con más tasa de mortalidad del mundo. Con su partida nos dejó un gran mensaje: El de vivir a pesar de todo y no dejar de pelear hasta el último momento con la mejor de las sonrisas.

Aunque jamás haya algo que pueda sanar el dolor de su ausencia, su familia ha querido celebrar un funeral para aliviar en cierto modo la tristeza que produjo su partida ya que esta se vio agravada por las terribles circunstancias del coronavirus. Las restricciones y las medidas dictadas por el Gobierno impidieron que en aquel momento pudieran llevar a cabo el funeral que les hubiese gustado para despedir al joven empresario como se merecía.

Por ello, ahora que comienza a notarse la mejora de la crisis sanitaria y algunas reuniones ya pueden permitirse, Ana Obregón ha organizado una misa a la que han asistido su familia y amigos más cercanos para rendirle el tan merecido homenaje. A su llegada, la actriz, ataviada con una mascarilla negra con un corazón rojo, ha saludado a la prensa posando su mano sobre el pecho. Este gesto sin duda ha conmovido a los presentes, que una vez más han sido partícipes del gran dolor que inunda a la presentadora.

A la sentida cita han acudido importantes personalidades entre las que cabe destacar Terelu Campos, su hija Alejandra Rubio, Alex Gibaja, Boris Izaguirre, Ramón García junto a su mujer Patricia Cerezo, Paloma Lago o María Zurita de Borbón entre otras muchas personas. Nadie ha querido perderse tan emotiva despedida en la que no han faltado los gestos de cariño a los más allegados y en especial a los padres de Aless Lequio, visiblemente afectados por la ausencia del joven empresario.

El tiempo logrará poner las cosas en su lugar y hacerle un hueco a la resignación, sentimiento necesario para aceptar la partida de Aless Lequio, que nunca bajó la cabeza y que siempre luchó con una sonrisa en la cara. Tras su partida, nos queda un gran ejemplo digno de admirar. Descanse en paz.