Gastronomía
Restaurantes

No es Casa Botín: el restaurante más antiguo de Madrid lleva abierto desde 1642 y la gente sigue acudiendo en masa

  • Sofía Narváez
  • Periodista multimedia graduada en la Universidad Francisco de Vitoria, con un Máster en Multiplataforma por la Universidad Loyola. Editora en Lisa News con experiencia en CNN y ABC.

En una ciudad vibrante como Madrid, donde la modernidad convive con siglos de historia, existe un lugar que ha desafiado al tiempo. Es difícil imaginar que un restaurante pueda mantenerse relevante durante más de tres siglos, pero este rincón especial lo ha logrado. Sus muros guardan secretos del pasado, y cada plato que sirve es un viaje directo a otra época.

Si pensabas que la gastronomía madrileña no podía sorprenderte, este histórico espacio del siglo XVII está dispuesto a romper tus expectativas. En este artículo te contamos cuál es este restaurante, que no sólo tiene una historia única, sino también una cocina que respeta la tradición.

El restaurante más antiguo de Madrid

Fundado en 1642, la Posada de la Villa comenzó su andadura como la primera posada de la Corte, un refugio para los viajeros que llegaban a Madrid en busca de descanso y buena comida. Ubicado en la emblemática Cava Baja, este restaurante ha logrado conservar su estructura original, con detalles arquitectónicos como su cubierta de madera y los hornos de leña que aún siguen en funcionamiento.

Lo que realmente distingue a la Posada de la Villa es su capacidad para transportar a los comensales a otra época. Cada plato, desde su famoso cordero asado hasta el cocido madrileño preparado lentamente en pucheros de barro, se cocina siguiendo recetas tradicionales que han sido perfeccionadas a lo largo de los años.

Una carta llena de tradición y sabor en Madrid

La carta de este restaurante ofrece opciones para todos los paladares. Entre los platos más representativos se encuentran clásicos como la morcilla de Burgos, las croquetas caseras, el lomo de buey y el rabo de toro estofado.

Los pescados también tienen su espacio, con platos como la lubina a la plancha y el bacalao de la casa. Y para culminar la experiencia, no te puedes perder sus postres imprescindibles: el milhojas y los tradicionales bartolillos.

Lo que dicen los comensales sobre este restaurante de 1642

Las mejores recomendaciones provienen siempre de quienes han vivido la experiencia. «El cordero al horno de leña es insuperable», afirman los que han probado este plato estrella, mientras que otros destacan la autenticidad del lugar, que ha mantenido su esencia original a lo largo de los años.

Además, el servicio es otro de los puntos que más elogian los comensales. «El mesero que nos atendió fue un verdadero profesional, convirtiendo nuestra velada en algo inolvidable», asegura un cliente satisfecho.

Incluso los clientes más exigentes subrayan la armonía entre la calidad de los ingredientes y la tradición. «Es un lugar que ha sabido conservar su identidad, algo que es cada vez más difícil de encontrar en pleno centro turístico de Madrid», comenta uno de los comensales.

Por esas razones la Posada de la Villa se mantiene como un referente gastronómico en Madrid. Sin duda, si decides visitarlo, no te dejará indiferente.