España
Posible efecto llamada

Vox alerta con un vídeo que «las mafias del tráfico de personas» ya informan sobre el ingreso vital

El Gobierno ha aprobado el ingreso mínimo vital que quería el vicepresidente Pablo Iglesias y cuyo coste inicial para las arcas públicas será de 3.000 millones de euros anuales. Vox ha alertado de que esta ayuda económica puede provocar un efecto llamada a la inmigración.

De hecho, el partido de Santiago Abascal acompaña su advertencia en Twitter con un vídeo que mostraría como diferentes personas inmigrantes informan a sus conciudadanos de que en España ya se ha aprobado el ingreso vital y cómo poder solicitarlo.

«Las mafias del tráfico de personas, con el apoyo de progres e incautos, ya están ofreciendo un nuevo complemento a su oferta de viaje: una renta mínima pagada por los españoles que llevan toda una vida trabajando», señalan en el comentario en Twitter.

El vídeo fue publicado inicialmente por el secretario de Prensa y Comunicación de Vox en Andalucía, Rubén Pulido. En estas imágenes, explica el político, se ve cómo «publicitan por todo el Magreb el ingreso mínimo vital», explicando las cuantías que se pueden percibir, cómo se solicita y «la posibilidad de acceder a la ayuda a pesar de encontrarse en situación irregular». Pulido alerta: esto supone un «efecto llamada» de la inmigración irregular hacia España.

El vídeo publicado por Vox fue subido por el usuario ‘Otman Barcelona’ en su canal de YouTube. Esta persona, que según su perfil de Facebook reside en la capital catalana, tiene numerosos vídeos en su canal y muchos de ellos parecen estar dirigidos a marroquíes que viven en España o en Marruecos, a quienes explica en su idioma distintas informaciones que les pueden interesar.

Además del vídeo relativo al ingreso mínimo vital, hay, por ejemplo, otro sobre las travesías especiales establecidas por Balèaria durante la crisis del coronavirus entre Tánger y Málaga y otro sobre cómo solicitar ayudas al alquiler en Cataluña.

El ingreso vital

El objetivo del Gobierno con este ingreso mínimo vital es reducir en un 80% la pobreza extrema en España. Esta prestación llegará a 850.000 hogares, de los cuales 100.000 la recibirán de oficio a finales de este mes de junio, y oscilará entre los 460 y los 1.000 euros dependiendo de la composición del hogar.

Se estima que esta prestación llegue a 2,3 millones de personas, de las que un 30% son menores, y que un 18% de los beneficiarios serán extranjeros, unos 150.000. Precisamente los extranjeros beneficiados serán los que tengan residencia legal en España durante al menos un año antes de la presentación de la solicitud. Es decir, de momento se deja fuera a los inmigrantes en situación irregular.

Sin embargo, se contemplan algunas excepciones como en el caso de los solicitantes de protección internacional, las víctimas de trata de seres humanos, a partir de la expedición de la autorización de residencia provisional o las mujeres extranjeras víctimas de violencia de género, aunque se encuentren en situación irregular.

Una compra de votos

El vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, ha montado en la práctica un sistema de compra de votos con su ingreso mínimo vital con el que pretende llegar a 2,3 millones de personas y a 850.000 hogares. Tanto el PSOE como Podemos lo tratarán de rentabilizar electoralmente.

La novedad de esta medida aprobada es que no sólo se otorgará a personas que verdaderamente están en situación de pobreza severa, sino que este ingreso será compatible con tener un puesto de trabajo, al menos durante «cierto tiempo», pero no se ha detallado cuánto.

Según ha detallado el ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, en la rueda de prensa posterior del Consejo de Ministros, cuando un desempleado encuentre un puesto de trabajo, parte de su salario estará exento transitoriamente en el cálculo de la prestación.

En concreto, en el caso de los hogares en los que alguno de los miembros ya trabaja pero que la familia tenga reconocido el derecho a este subsidio, «por cada euro de salario adicional que gane un beneficiario, su Ingreso Mínimo Vital se reducirá en una cantidad inferior».

El vicepresidente Iglesias lo ejemplificó de la siguiente manera: si alguien que está cobrando el ingreso mínimo vital consigue ganar 100 euros más al mes, «no se le restarían 100 euros de la prestación, sino algo menos».

Es decir, que si una persona que recibe esta prestación incrementa sus ingresos laborales, una parte de esos ingresos no computarán para el cálculo de la prestación.

El argumento de Pablo Iglesias para justificar que se pueda seguir cobrando parte del subsidio aunque se trabaje es el siguiente: evitar «la situación en la que alguien se ve obligado a elegir entre un empleo y aceptar una prestación social».