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Elecciones EEUU 2024

Trump también gana en Dearborn, conocida como la ‘ciudad árabe’ de Míchigan

En Dearborn, donde el 55% de sus residentes son árabes, Donald Trump obtuvo un 42% de los votos

El Partido Republicano ha conseguido captar en estas elecciones el voto de diferentes comunidades foráneas. Al igual que con los latinos, Donald Trump ha vencido con claridad en Dearborn, la ‘ciudad árabe’ por excelencia de Míchigan, uno de los estados bisagra en los que se jugaban las elecciones presidenciales y donde la comunidad árabe ha sido cortejada durante la campaña por ambos candidatos en un año de gran descontento por la guerra de Gaza.

En Dearborn, donde el 55% de sus residentes son de origen árabe y su alcalde fue el primer árabe-estadounidense en encabezar un gobierno municipal, Donald Trump obtuvo un 42% de los votos, mientras que Kamala Harris se quedó en 36% y la independiente Jill Stein logró un 18%. Comparado con 2020, es una gran derrota para los demócratas, pues en las elecciones de 2020 Joe Biden se hizo con el 68% de los votos y Trump solo con el 30%, pero entonces no había comenzado la guerra de Gaza, que hizo que una gran parte de la comunidad árabe de Míchigan volviera la espalda al Partido Demócrata.

En Hamtramck, otra ciudad de mayoría árabe de Míchigan y también con un alcalde de ese mismo origen, la victoria en las presidenciales la tuvo Kamala Harris, un 46% frente a 42% para Trump, aunque destaca el gran desgaste de los demócratas, que en 2020 lograron el 85% de los votos para Biden. Míchigan hace parte de los últimos estados donde aún no hay anunciado un ganador -junto con Arizona y Nevada-, aunque ya hay datos del 95% de colegios y Donald Trump lidera el recuento por dos puntos de diferencia.

Comunidad clave

La comunidad árabe de Míchigan, la consideraron clave durante la campaña porque su importancia numérica resulta mayor que en cualquier estado, pero finalmente los ‘estados bisagra’ dieron la victoria para Trump, que ha ganado en Georgia, Wisconsin y Carolina del Norte, y lidera el recuento en los cuatro restantes.

Pero durante la campaña, cuando se suponía que la pelea electoral sería más ajustada, los demócratas temían que la comunidad árabe, tradicionalmente demócrata, les diera la espalda por el férreo apoyo que Biden había dado al Gobierno de Israel, que provocó abundantes protestas a nivel local pero también en toda la nación, con manifestaciones en los campus universitarios que no se veían desde la guerra de Vietnam.

Voto latino

Las elecciones de Estados Unidos han constatado el viraje del voto latino a posiciones republicanas. La radiografía de los estados y condados con mayor presencia hispana muestra un incremento del voto a Donald Trump, en detrimento del Partido Demócrata, que tradicionalmente aglutinaba este apoyo. Aunque pueda parecer paradójico, la política migratoria republicana ha calado en el electorado latino, que también se ha movilizado en contra de la anestesia económica a la que Joe Biden ha sometido al país durante su mandato. Un cambio en la tendencia que ha permitido a Trump traspasar el llamado Muro Azul -Pensilvania, Míchigan y Wisconsin-, y aumentar su ventaja sobre Kamala Harris en estados como Texas y Florida.

En estos comicios, más de 36 millones de latinos estaban llamados a las urnas. La mayoría de los hispanos todavía votan por los demócratas pero, los resultados sugieren que, como bloque, este segmento del electorado continúa desplazándose hacia la derecha. Las elecciones de este año muestran como muchos latinos comparten las preocupaciones de Trump sobre la inmigración ilegal, a pesar de que se le haya acusado de utilizar retórica racista en campaña para describir a los latinos indocumentados. Además, el abandono de Joe Biden en plena campaña electoral restó entusiasmo a los votantes demócratas, que si bien se ha ido restableciendo, no ha conseguido decantar el apoyo del colectivo hispano a su favor.

Los datos que el equipo de Kamala Harris manejaba en campaña ya mostraban esa desafección hispana que propiciaría el incumplimiento de la llamada «norma del 64%». En los últimos 50 años, cuando los candidatos presidenciales demócratas obtienen menos de este porcentaje del voto latino, pierden. Una cifra de la que el partido de Harris se ha quedado lejos en 2024: según las encuestas a pie de urna, sólo el 45% de los hombres latinos han votado al Partido Demócrata, frente al 53% que ha apoyado a Trump.