Sánchez tiene informes que alertan de más hospitalizaciones por la «letalidad» de las nuevas cepas

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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Carlos Cuesta

Fue un 11 de enero cuando Fernando Simón, una vez más, volvió a negar la gravedad del coronavirus. En esta ocasión, en sus variantes del virus. Menos de un mes después, un documento de Sanidad revela todo lo contrario sobre las nuevas cepas: «Existe una posibilidad real de que pueda estar relacionada con mayor gravedad y mayor letalidad»; «el riesgo de que se produzca un aumento progresivo en las hospitalizaciones asociado a la circulación cada vez mayor de la variante es por tanto elevado»; «la variante B.1.1.7, se encuentra presente en España, y en algunos lugares donde se han realizado estimaciones de incidencia, está aumentando rápidamente». Se trata de frases de ese informe que el Gobierno conoce a la perfección pese a que sigue sin reconocer en público de una forma taxativa.

El documento está fechado el 5 de febrero, menos de un mes después de que Simón afirmara que el avance de las nuevas variantes del coronavirus «será marginal en nuestro país. […] No se puede pretender que la evolución de la pandemia en España, si cambia, es por culpa de la nueva cepa. Porque si cambia es por culpa de nuestro comportamiento».

Es verdad que una semana más tarde Simón cambiaba la previsión de marginalidad por la admisión de que las cepas tuviesen una presencia mayoritaria. Pero ahí acabó el reconocimiento. La gravedad sigue sin ser expuesta con claridad ante la población, pese a que el informe de Sanidad lo reconoce abiertamente.

El estudio es la ‘Actualización de la situación epidemiológica de la variante B.1.1.7 de SARS-CoV-2 y otras variantes de interés’. Y allí se detalla que «según los datos del último informe del Servicio de Salud Pública británico, desde su primera detección en muestras de septiembre esta variante se ha hecho progresivamente más presente hasta estimarse que está presente en el 89,5% de las muestras entre el 18 y el 24 de enero de 2021. La distribución por zonas geográficas es desigual y ha alcanzado prácticamente el 100% en Londres, Sur y Sureste de Inglaterra».

Es más, «varias publicaciones científicas e informes técnicos apoyan la hipótesis de un aumento en la transmisibilidad de esta variante con estimaciones de entre un 30% y un 70% superior a las variantes que circulaban previamente (1,4,5,6). Estos datos concuerdan también con la mayor tasa de ataque secundaria encontrada por el Servicio de Salud Pública de Inglaterra: un 12,9% para la nueva variante, confirmada o probable frente a un 9,7% para otras variantes».

El documento señala que «aunque inicialmente la variante B.1.1.7 no se asoció con cambios en la gravedad de la enfermedad (1), estudios más recientes indican que podría estar asociada a un incremento en la letalidad en todos los grupos etarios (comunicado del Grupo Asesor de Amenazas de Virus Respiratorios Nuevos y Emergentes del Reino Unido (Nervtag)».

Aumento de la incidencia

El documento de Sanidad añade que «los estudios sobre la eficacia de las vacunas disponibles ante la variante B.1.1.7. realizados en laboratorios hasta la fecha indican que es muy poco probable que la variante B.1.1.7 pueda escapar a la protección conferida por las vacunas actualmente en uso», pero reconoce que «la variante B.1.1.7, se encuentra presente en España, y en algunos lugares donde se han realizado estimaciones de incidencia, está aumentando rápidamente. La presencia de esta variante en nuestro país puede condicionar un aumento de la incidencia y posiblemente la tasa de hospitalización y la letalidad en nuestro país en las próximas semanas». Justo lo contrario de lo que hace un mes anunciaba Simón, que prefirió culpar a la población, una vez más.

«Hasta la fecha de este informe se han notificado a nivel nacional más de 400 casos confirmados de esta variante en 14 Comunidades Autónomas: Madrid, Andalucía, Cantabria, Baleares, Comunidad Valenciana, Asturias, Murcia, Castilla-La Mancha, Castilla y León, País Vasco, Galicia, Extremadura, Navarra, y Cataluña. Además, se están analizando muestras de otros casos sospechosos en el Centro Nacional de Microbiología y los laboratorios designados de las CCAA. Asimismo, Islandia ha comunicado a través del EWRS la detección de 4 casos positivos con esta variante en turistas procedentes de Canarias. La variante fue detectada también en aguas residuales de Granada el 17 de diciembre del 2020», explica el informe.

Añade que «en un primer momento, la mayoría de los casos detectados estaban relacionados epidemiológicamente con el Reino Unido, pero actualmente varias comunidades han comunicado casos en los que no se ha podido establecer un vínculo epidemiológico. La distribución de la variante, a fecha de este informe, en España es muy variable. La prevalencia estimada a través del marcador (fallo en la detección del gen S) en la semana 4 de 2021 se sitúa en un 20.3% en Baleares, un 0.4% en Castilla La Mancha, un 53,3% en Galicia o un 4% en País Vasco».

Pero como conclusión, queda un mensaje: «Según los estudios realizados, la variante del linaje B.1.1.7 de SARS-CoV-2 está asociada a una mayor capacidad del virus para transmitirse lo que puede asociarse a mayor incidencia de la enfermedad en los lugares donde circule ampliamente y no se apliquen estrictamente las medidas de prevención de la infección esta posibilidad se puede incrementar progresivamente si la variante va incrementando su prevalencia en los diferentes territorios. Además existe una posibilidad real de que pueda estar relacionada con mayor gravedad y mayor letalidad».

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