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Sánchez ordenó aceptar el concierto económico para ERC en contra del criterio de Montero y Cuerpo

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Sánchez ordenó aceptar las exigencias de ERC cuando la negociación amenazaba con romperse

  • Joan Guirado
  • BARCELONA
  • Enviado especial
  • Corresponsal de Gobierno y Casa Real. Siguiendo la actividad del presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y del Rey de España. También política catalana.

Pedro Sánchez está dispuesto a todo para no perder el apoyo de ERC. Hasta crear una crisis interna dentro el Gobierno, como ocurrió este lunes por la noche, al imponer la concesión del concierto económico para Cataluña a cambio del voto favorable de los separatistas a la investidura de Salvador Illa. Tras un fin de semana de negociaciones muy intensas, donde todo parecía encarrilado, el domingo por la tarde las negociaciones embarrancaron por la negativa de la vicepresidenta María Jesús Montero a conceder el concierto económico y dar garantías por escrito de que un futuro cambio de gobierno no hará retroceder dicha concesión. A última hora de este lunes, con una parte importante de los dirigentes de ERC apostando por rechazar el preacuerdo, Sánchez dio un golpe sobre la mesa e impuso su criterio. Él mismo descolgó el teléfono y habló con Marta Rovira.

Montero, que hace dos semanas aseguró ante los consejeros de Hacienda de las comunidades autónomas que el Ejecutivo no concedería ningún concierto económico al Govern de la Generalitat, no estaba sola en su rechazo a la cesión de la recaudación de todos los impuestos. La número dos del Gobierno y del PSOE contaba con el apoyo del ministro de Economía, Carlos Cuerpo, que tampoco era favorable a romper el modelo actual. De hecho en el ministerio que dirige Cuerpo se desentienden por completo del acuerdo alcanzado entre Moncloa y ERC. Se remiten a Hacienda. «Es cosa suya» explican. Pero en el departamento de Montero también echan balones fuera. Y señalan a la presidencia del Gobierno, al presidente en concreto, como responsable último de una decisión que auguran «traerá cola».

Pues además de los presidentes de las distintas comunidades autónomas, gobernadas mayoritariamente por el Partido Popular, también dos de los tres presidentes sociales, el asturiano Adrián Barbón y el manchego Emiliano García-Page, han trasladado públicamente su rechazo. La navarra María Chivite, la tercera baronesa con poder institucional, no se ha referido al tema al contar su región con un sistema aún más beneficioso. Más allá de Barbón y Page otros líderes territoriales del PSOE en la oposición, como el andaluz Juan Espadas, el madrileño Juan Lobato y el aragonés Javier Lambán, expusieron también en la plaza pública antes de conocerse el acuerdo final su disconformidad con esta medida.

Concierto económico

«Tener la llave de la caja, tener esta soberanía fiscal y recaudar el 100% de los impuestos era un elemento fundamental y lo teníamos que garantizar de forma estructural», aseguró anoche, tras una reunión de la ejecutiva de ERC de más de ocho horas, su portavoz Raquel Sans. La dirigente republicana afirmó que ahora tienen la garantía de que se harán las modificaciones legales necesarias para que esta financiación sea vigente independientemente de quien gobierne en el Estado.

Esto pasa por modificar la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (Lofca), para tener «la llave de la caja», sin dejar de pagar al Estado por los servicios que presta a Catalunya y aportar una cuota de solidaridad. En ERC reconocen que será un proceso y no algo que ocurra de forma inmediata, sino que debe responder a una calendarización, y el único paso que ha concretado es que Catalunya ya recaude en la Declaración de la Renta de 2026 el IRPF que se haya pagado en 2025. Todo eso debe conllevar también un crecimiento de la Agència Tributària Catalana en materia de recursos materiales y personal.

ERC avala el preacuerdo para investir a Illa

La ejecutiva de ERC avaló este lunes un preacuerdo con el PSC para investir presidente de la Generalitat al líder socialista, Salvador Illa, que prevé que Catalunya salga del régimen común y que la Agència Tributària Catalana gestione, liquide, recaude e inspeccione todos los impuestos (empezando por el IRPF), así como crear un Departamento de Política Lingüística en el Govern.

El partido someterá el preacuerdo a votación de sus cerca de 8.700 militantes, que validarán o no la decisión a través de una consulta -telemática y presencial- que se hará finalmente este viernes y cuyo resultado será «vinculante». La secretaria general de ERC con funciones de presidenta, Marta Rovira, ya explicó anoche en una asamblea telemática a la militancia los términos del preacuerdo, y el martes hay convocadas asambleas territoriales presenciales. Hay temor en la dirección del partido a que las bases tumben el preacuerdo.

Protección del catalán y salida al ‘procés’

Además del concierto económico, Sánchez y ERC también han acordado una mayor protección del catalán frente al español, con la creación de un Departamento de Política Lingüística de la Generalitat y el impulso de mecanismos para garantizar el uso social entre los más jóvenes, sobre todo en el ámbito audiovisual. «También es importantísimo que, ante la ofensiva judicial respecto a la lengua en la escuela, se garantice la vehicularidad de la lengua catalana en las aulas. Y garantizar el uso de la lengua sobre todo en actividades extraescolares», explicaban fuentes republicanas.

En virtud del preacuerdo alcanzado entre ERC y el PSC, y con el beneplácito del Gobierno de Sánchez, también se prevé crear una «Convención Nacional para la resolución del conflicto político» entre Cataluña y el Estado. Según la portavoz de ERC debe incluir a todas las fuerzas parlamentarias y que estará presidida por su formación político. «Es importantísimo arrastrar al PSC al reconocimiento del conflicto. Es momento de que nos diga qué propuestas tiene sobre la mesa», manifestó la diputada.

Todo llega en una de las peores crisis internas de ERC que ha dividido al partido entre los que abogan por la renovación de los liderazgos, encabezada por Rovira, y otra a favor de que el exlíder de ERC, Oriol Junqueras, siga al frente de la formación republicana desde el congreso de noviembre, y también es una crisis agitada por la polémica de los carteles contra los Maragall y la enfermedad de Alzheimer.

Los socialistas deben contar también con el apoyo de los Comuns con tal de investir a Illa, un contexto al que se suma la eventual vuelta del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, que ya ha asegurado que volverá a Catalunya para un debate de investidura y que solo se lo podrá impedir «un golpe de estado». Un retorno antes de lo previsto, por ejemplo cuando estén votando las bases de ERC, podría ser un golpe importante en la línea de flotación y un factor desestebilizador del acuerdo.