España

Pujol se hace la víctima: «Trabajé por una Cataluña en el marco español y ahora me siento culpable»

Está escondido en casa, y pese a las sospechas de los cientos y quizá miles de millones de euros que rondan entre negocios oscuros, mordidas y blanqueos con la participación de sus muchos hijos, todos imputados, Jordi Pujol, el ex ‘molt honorable’ está desgranando sus pensamientos en un blog personal alojado en la web de una asociación fundada por él mismo. Este jueves, el hombre más poderoso de Cataluña durante más de dos décadas, desde Banca Catalana, desde la Presidencia de la Generalitat o desde las lecciones que impartía a su ‘hereu’ Atrur Mas, ha reivindicado su legado político, dando la de cal, aunque ha confesado sentirse «culpable».

Eso sí, Pujol hace ese acto de contrición a medias, pues en su opinión, si es culpable de algo lo es más «por miedo o desidia» que por «codicia». Así se ha expresado en la entrada más recientemente publicada en su espaico personal de la web de la Asociación Serviol. El ex presidente catalán cree que su obra dejó «aspectos positivos» para la «reconstrucción de Cataluña» aunque reconoce que le resulta difícil superar el estado de desánimo en el que se encuentra, si bien «intento resistir la ofensiva de desprestigio que me tiran encima».

Según Jordi Pujol, su primera fidelidad ha sido y sigue siendo Cataluña, y explica que siempre ha trabajado en favor del reconocimiento de una Cataluña en el marco español y europeo, y en este sentido, destaca su contribución al progreso del Estado español durante más de cuarenta años.

Los párafos han sido publicados este jueves, si bien tienen fecha de hace exactamente un año, en octubre de 2015, y están datados en la cima del Tagamanent, una montaña desde la cual él se comprometió a luchar políticamente para «recuperar el país».

En una exhibición de eufemismos y pretendidas exculpaciones, Pujol mezcla, erigiéndose en víctima, su obra política con las acusaciones de corrupción. Así, explica que «por más que digan y por más que yo mismo me azote» su obra de gobierno «tiene aspectos importantes positivos, y tengo derecho a decirlo».

Pero también confiesa sus sentimientos actuales, tras el escándalo que supuso admitir que había cometido fraude fiscal: «El sentimiento de culpabilidad me viene, no por codicia, pero sí por miedo, desidia, ligereza y por debilidad», puesto que «he cometido una falta que no tendría que haber cometido, que creo que en su momento se reconducirá». ¿Cómo? No lo dice.

Jordi Pujol expresa su deseo de seguir hablando sobre tres cuestiones, «Cataluña, España y Europa», sobre las cuales él dedicó una gran parte de su vida política porque le ilusionaban pero que ahora le resulta «difícil o imposible» hacerlo desde un punto de vista objetivo.

«Y esto», explica, «no sólo por el estado de ánimo y problemas personales» sino también porque le resulta complicado «trabajar con ilusión y eficacia, con entusiasmo y ambición».