La protesta contra Sánchez también se produce en zonas no ‘ricas’: Embajadores, Méndez Álvaro y Móstoles
En los últimos días las protestas y las caceroladas contra la gestión del Gobierno socialcomunista en la crisis del coronavirus están recorriendo las calles del país cada día con más fuerza. El origen y el epicentro de las últimas movilizaciones pudo estar en la calle Núñez de Balboa, lo que ha hecho que la izquierda pretenda atacar las protestas como si fueran un movimiento «de ricos». Pero nada más lejos de la realidad.
Como estas imágenes demuestran, las protestas contra la gestión del Gobierno de Sánchez e Iglesias en la gestión del coronavirus, que en España ha dejado más de 38.000 muertos y una galopante crisis económica, se están produciendo en todo tipo de barrios.
En zonas donde sus habitantes no son precísamente lo que se conoce como ‘ricos’, en barrios como Embajadores, Méndez Álvaro o la localidad de Móstoles, el sonido de las caceroladas atrona cada día desde las terrazas de sus habitantes, cada vez más enfadados con el rumbo por el cual este Gobierno está llevando a España.
Temas:
- Protestas
Lo último en España
-
El ex alto cargo socialista Pérez-Sauquillo pide suspender otro juicio por dilapidar 2,2 millones
-
Citan a declarar a un informático por las «mentiras» al juez del intruso que peritó el móvil de Carcaño
-
Detenido un preso que se fugó de la cárcel de Picassent (Valencia) descolgándose con sábanas
-
Un hombre mata a una mujer en Brenes (Sevilla) y se entrega a la Guardia Civil
-
El PP exige dimisiones tras los audios de la DANA de Polo: «El Gobierno de Sánchez ocultó información»
Últimas noticias
-
Milei se suma a Trump y saca a Argentina de la OMS por el «encierro más largo de la historia» en pandemia
-
La familia de Óscar Freire denuncia su desaparición ante la Guardia Civil
-
El Mallorca ofrece una promoción 2×1 a sus abonados
-
El Mallorca ofrece una promoción 2×1 a sus abonados para el partido ante Osasuna
-
El ex alto cargo socialista Pérez-Sauquillo pide suspender otro juicio por dilapidar 2,2 millones