España

Podemos sí guardó un minuto de silencio por el etarra Periko Solabarria

Podemos rechazó este miércoles participar en el minuto de silencio a Rita Barberá. Pero no hizo lo mismo tras la muerte del etarra Periko Solabarria, fundador de Herri Batasuna, en junio del año pasado.

Entonces, la formación podemita organizó numerosos actos en homenaje del histórico dirigente abertzale. Incluso aprovechó la asamblea de Podemos en el País Vasco, en Baracaldo (Vizcaya), para guardar un minuto de silencio y homenajear a Solabarria.

En ese acto estuvo presente Juan Carlos Monedero, quien, este miércoles, no dudó en hacer demagogia con el fallecimiento de Barberá: “La muerte es terrible, te haya abandonado tu partido o la sociedad condenándote a la pobreza. La tristeza confunde dolor e impunidad”, escribió en las redes.

 

 

Desde Podemos se emitió un comunicado en el que reconocían la figura del fundador de HB como «referente en la lucha y solidaridad contra todas las injusticias sociales y políticas. Ejemplo de compromiso y humanidad» y se hizo además un llamamiento a sus simpatizantes para participar en los actos de homenaje a Solabarria, a los que asistieron también dirigentes de Bildu y de Sortu. En uno de esos actos se dio incluso lectura a la carta de un etarra.

 

 

«Los presos de ETA son la niña de nuestros ojos»

Veterano de la izquierda abertzale, cofundador del sindicato LAB-que nunca condenó la violencia etarra- e implicado activamente en la defensa de los presos de ETA, Solabarria, que fue además sacerdote, falleció el 24 de junio del año pasado a los 85 años.

El dirigente abertzale visitó en numerosas ocasiones las cárceles, apoyó a los familiares de los presos etarras y participó en los homenajes a miembros de ETA y los GRAPO. Entre 1979 y 1982 fue elegido diputado en el Congreso por Herri Batasuna.

Además, en 1986 declaró en Bayona en el juicio contra los dirigentes de ETA Txikierdi, Mamarru y ‘Txori’, al que acudió como testigo de la defensa afirmando ante el tribunal francés que los encausados eran «héroes y mártires». «Ellos son nuestros Sandinos y nuestros Ché Guevara», destacó.

En 1997, en un acto, aseguró: «Tenemos la obligación de volcarnos en los presos porque son lo mejor que tenemos, la niña de nuestros ojos».

«Sabéis que nuestros terrenos están en manos de oligarcas vascos, y cuando ETA secuestra o ejecuta a los Ibarra o Lipperheide, limpia nuestras tierras de mafiosos», llegó a decir en otra de sus intervenciones. Ibarra fue asesinado y Lipperheide, puesto en libertad después de que la banda cobrara un elevado rescate.

En 1998, se presentó por la lista de la izquierda abertzale al Parlamento vasco junto con el dirigente de ETA Josu Ternera. Nunca cesó en su actividad en defensa de la banda, ni siquiera en los últimos años de su vida. E incluso en 2013 fue citado a declarar en la Audiencia Nacional junto a seis miembros del grupo juvenil Ernai.

«Tenemos poder, a ver ahora cómo se administra», dijo en una ocasión a un grupo de jóvenes radicales. Partidario de la ‘kale borroka’, Solabarría defendía la agitación en la calle, y no en las instituciones.

«Tendríamos que estar continuamente en la calle, pisando barro y no alfombra», aconsejaba a los dirigentes abertzales.