Pedro Sánchez compara sus negociaciones con Podemos con un semáforo en rojo que se pone en verde

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha apuntado a un semáforo en rojo cuando le han preguntado durante un paseo en la tarde de este lunes por el distrito madrileño de Vallecas por la posibilidad de formar un Gobierno de coalición con Podemos.

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«¿Has visto? Está en rojo ahora», ha contestado Pedro Sánchez señalando con el dedo al semáforo en rojo cuando un periodista de Telecinco le ha preguntado si habrá luz verde a un Gobierno con Podemos. Inmediatamente después de responder esto, la luz se ha puesto verde y el presidente ha cruzado el paso de peatones.

Sánchez ha visitado este lunes el distrito madrileño de Puente de Vallecas y ha paseado por algunas de sus calles saludando y fotografiándose con los viandantes que así lo querían, antes de tener un encuentro en la sede de la agrupación socialista donde se ha reunido con la Coordinadora de Asociaciones Vecinales del distrito y con el presidente de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos, Enrique Villalobos.

Acompañado de los candidatos del PSOE a la Comunidad y Ayuntamiento de Madrid, Ángel Gabilondo y Pepu Hernández, respectivamente ha conversado con algunos comerciantes y vecinos.

Una viuda de edad avanzada le paró para instarle a «arreglar las pensiones y los sueldos». Cuando el presidente le recordó que el Gobierno las había subido, ella respondió escéptica: «Pero eso venía de antes». Al presidente le ha pedido que se conforme con el sueldo que tiene, «que es bien grande», porque los políticos, según ha dicho, tienen que dejar de robar.

El desconocido Pepu Hernández

Sánchez ha aprovechado para presentarle a Pepu Hernández, y la señora ha admitido que no le conocía. «A ti te veo en la tele», le ha dicho a Sánchez.

Han sido numerosos los vecinos que han querido fotografiarse con Sánchez a lo largo de su paseo. Quien lo conseguía, se lo comentaba orgulloso a los suyos como quien consigue un trofeo. «Le he dado un beso», comentaba una señora visiblemente satisfecha a su hija y amigas, con quienes bromeaba: «quiero pedirle una cita».

Otra mujer invitaba a gritos a Sánchez a tomar una cerveza: «Ya me gustaría, de verdad», le contestó el líder socialista, que se paraba a saludar a los comerciantes con los que se cruzaba, como un frutero de origen chino al que los fotógrafos animaban a entregarle una pieza de fruta a Sánchez para que la imagen quedara mejor. Pero el vendedor, bien porque no entendiese el fin que buscaban los fotógrafos, bien porque no quiso, se negó a darle nada al presidente.

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