Mossos bajo control: Interior confirma con informes y filtrados de datos que se desinfla su rebeldía

Mossos
Agentes de los Mossos d'Esquadra en una intervención.
Carlos Cuesta

Los controles internos diarios y el chequeo de las comunicaciones por medio del CTTI catalán intervenido han dado una satisfacción al Ministerio del Interior. Y es que la actitud rebelde y de omisión del deber de defensa de la Constitución y la ley mostrada por los Mossos en los últimos tiempos empieza a concentrarse, exclusivamente, en colectivos aislados y minoritarios.

Se trata de las conclusiones de los primeros datos que ha obtenido el Ministerio y que avalan que la retirada de la cúpula de la policía autonómica de Josep Lluis Trapero y Pere Soler ha sido clave para tumbar una estructura separatista mantenida y amparada desde arriba.

“Evidentemente no han desaparecido los cuadros separatistas, pero sí están sin cobertura oficial. Y eso los debilita”, señala una fuente al corriente del operativo de desmontado del entramado de politización de los Mossos.

Los esquemas de control que están permitiendo esta modificación de urgencia del comportamiento de los mismos Mossos que, hasta hace escasos días se convirtieron en factor decisivo -por su omisión de persecución del delito- del triunfo del 1-O, están mostrando su eficacia.

El primer de ellos ha sido el fuerte condicionamiento con el que ha llegado el nuevo mayor de los Mossos, Ferrán López. Porque, como adelantó OKDIARIO, el sustituto de Trapero ha sido designado como nuevo jefe de la policía catalana bajo condición de lealtad plena. Las condiciones suponen controles diarios de su labor desde el Ministerio. Unos controles dentro de los que se le está exigiendo, igualmente, esclarecer lo ocurrido durante las semanas del golpe de estado.

El segundo sistema de control corre a cargo de los propios policías nacionales y guardias civiles. Porque dentro de sus funciones también está la de comprobar el comportamiento de los Mossos en el día a día.

Y el tercer control, pese a ser más telemático, supone todo un mecanismos disuasorio para el comportamiento rebelde de los Mossos. Y es que a través del Centro Tecnológico catalán (CTTI) ya intervenido se pueden comprobar todas las comunicaciones de los agentes de la policía autonómica. Un chivato que evita innumerables tentaciones.

En base a todo ello, las primeras informaciones recibidas por el Ministerio les han permitido asegurar que el separatismo que afectaba a una parte importante de mandos y agentes -no mayoritaria, pero sí relevante- ha empezado a pasar a mejor vida, o, por lo menos, a no atreverse a mostrarse en público.

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