Lo que Macarena contó tras deshacerse de su hijo en un contenedor: «Mi familia conspira contra mí»

• Alfonso Egea @Alfonso_Egea
• Jefe de Investigación en OKDIARIO. Anteriormente fui responsable de la sección de Actualidad y Sucesos en Espejo Público, en Atresmedia. He publicado cuatro libros y actualmente colaboro en programas de televisión en Mediaset y en Telemadrid. Agradecido por tener el reconocimiento de la Policía Nacional de Madrid y la medalla al mérito de la Guardia Civil.
• • 15/12/2021 06:45
  • Actualizado: 15/12/2021 10:00

Por incomprensible que parezca, Macarena Díaz sigue hoy en libertad y campa a sus anchas por la localidad de Morón de la Frontera, tiene acceso a las redes sociales, en las que cuelga fotografías de su hijo, Antonio David Barroso, y deambula por las mismas calles que su familia. Nada de lo anterior extrañaría si no fuera por el hecho de que hace tres meses Macarena confesara haberse deshecho del cadáver de su hijo en un contenedor de la Comunidad de Madrid tras haber convivido con su cadáver y trasladarlo en coche desde la localidad sevillana hasta la capital. OKDIARIO ha tenido acceso en exclusiva al atestado realizado por la Guardia Civil durante las primeras horas del caso y los detalles de la documentación policial hace aún más incomprensible la decisión del juzgado.

El análisis de la documentación obtenida por este periódico arroja detalles desconocidos hasta ahora, como, por ejemplo, qué contó exactamente a los agentes cuando fue encontrada desorientada en una estación de servicio o cómo justificó su apresurada huida de la localidad sevillana de Morón de la Frontera.

El pasado 13 de septiembre una patrulla de la Guardia Civil fue requerida en una estación de servicio de la localidad de Carabias, en Segovia. Allí, una empleada se había encontrado con una mujer en una furgoneta Citroën Evasión adaptada para llevar una silla de ruedas. La mujer en cuestión o paraba de repetir que había arrojado. Su hijo menor de edad, discapacitado, de 16 años, a un contenedor a la entrada de Madrid. Según el mismo atestado, la mujer, identificada como Macarena Díaz, explicó a los agentes que su hijo había fallecido el miércoles día 8 de septiembre en su propia casa, en Morón de la Frontera. Macarena sorprendió a los presentes cuando les dijo, literalmente: «Existe un complot de mi familia contra mí. Me han drogado a mí y a mi hijo».

En aquel momento se activó una investigación que implicó a varias zonas geográficas y varias disciplinas policiales y médicas. Por una parte, los agentes tenían que asegurar y custodiar tanto a Macarena como a su vehículo, ya que desde ese instante era una persona investigada por la desaparición de su hijo. Al mismo tiempo otros investigadores debían rastrear dónde podía haberse deshecho del chico. Pero es que además, otros agentes debían desplegarse en Morón de la Frontera, en la casa que habitaban madre e hijo.

Lo que cuenta puede ser cierto

Mientras en Morón se confirmaba que la casa de Macarena y su hijo estaba vacía y «con síntomas de haber sido abandonada», a la mujer se la trasladó al Hospital General de Segovia, donde los médicos permitieron que fuera entrevistada por los guardias civiles pese a haber sufrido un brote psicótico. Dice el atestado: «Si bien Macarena no está en sus plenas facultades mentales, lo que relata dentro de muchas incoherencias, sí puede acercarse a la realidad de lo ocurrido», según los doctores que la atendían.

Según la mujer, su hijo Antonio David habría perdido la vida en Morón tras haber pasado dos días con mucha fiebre. Ella aseguró haberlo cuidado, pero sin requerir en ningún momento presencia sanitaria. «El día que el niño murió echaba espuma por la boca», relató Macarena. Y en este punto su historia se vuelve increíblemente siniestra.

Según dijo la mujer, «mi familia entra en mi casa por las noches y me drogan a mí y a mi hijo David». Ese es, según ella, el motivo por el que el domingo 12 de septiembre, cuando en teoría su hijo llevaba muerto cuatro días, tomó rumbo a Madrid con el cadáver sentado en la silla de ruedas y asegurado dentro del vehículo. Tras descansar en un hotel de Talavera, allí la vio un empleado que creyó a su hijo dormido, Macarena dice que sobre las tres y media de la madrugada «tomó un desvío a la entrada de Madrid y en una zona donde había un hostal abandonado y una caravana arrojó el cuerpo sin vida de su hijo David, en un contenedor que estaba enfrente del hostal, de color gris, el cual abrió con la mano».

Pero el atestado al que ha tenido acceso OKDAIRIO cuanta más y explica que Macarena relató que «seguidamente continuó el viaje bajando por un puente de piedra, incorporándose de nuevo a la carretera. En este trayecto paró en otro lugar y tiró los reposabrazos de la silla de David en un contenedor amarillo y seguidamente abandonó el resto de la silla en un aparcamiento».

Con todo lo anterior, se activaron dispositivos de búsqueda del cadáver de David en contenedores y plantas de reciclaje de residuos y hasta hoy nada de nada. La sorpresa es que a la juez del caso le vale lo que cuenta Macarena, porque la puso en libertad pese a desconocerse qué tuvo que ver ella en la muerte de Antonio David si es que es verdad que el chico murió, opción ampliamente aceptada por los investigadores y la familia. Lo peor de este asunto es que Macarena ya protagonizó un episodio similar con su hijo en octubre de 2019. En aquella ocasión la policía de Cádiz la interceptó con el chaval en el coche y ella repitió lo mismo: que huía de su familia para proteger a su hijo y a ella misma. En aquella ocasión Antonio David regresó sano y salvo a Morón. Lo que le pasó en septiembre sólo lo sabe su madre, que espera noticias de la investigación en una situación de libertad difícil de entender tras haber dicho ella misma que se deshizo de su hijo en un contenedor.