El Gobierno socialista de Aragón dio un contrato de 18 millones a la empresa que pagó a Cerdán y Ábalos

El Gobierno socialista de Aragón adjudicó a Levantina Ingeniería y Construcción (LIC), la empresa que pagó mordidas a José Luis Ábalos y Santos Cerdán, un contrato de 18 millones de euros para construir el hospital de Alcañiz (Teruel). Se trata de otro gran contrato otorgado por un barón socialista a la constructora en el punto de mira, en un caso similar al desvelado por OKDIARIO este martes, con la adjudicación por parte de la balear Armengol a la misma empresa para hacer una residencia por 10,4 millones.

Las adjudicaciones de la trama del PSOE se expanden por toda España. La constructora de José Ruz, de la que cobró mordidas el entorno más cercano de Pedro Sanchez, se hizo con los lotes más generosos de la construcción de un centro hospitalario. Ruz, a quien la trama conocía como Pepe, tenía relación con Ábalos de su etapa en Valencia y se presentó a Koldo cuando fue nombrado asesor del ministro con el objetivo de hacer negocios.

Pepe Ruz tenía contacto personal con la trama y viajaba para reunirse con ellos. A cambio de adjudicaciones públicas pagaba a Koldo mediante empresarios que le hacían el favor. «Es el que más ha trincado», señalan fuentes de la investigación.

Una de estas adjudicaciones pasó por Aragón, cuando gobernaba Javier Lambán, en la que la empresa de Ruz ganó los lotes más generosos del contrato anteponiéndose a empresas de IBEX 35. A la licitación también se presentó la compañía Contratas Vilor, que según fuentes consultadas, utiliza Ruz para hacer ofertas un poco al alza con respecto a su empresa principal, LIC, para obtener más posibilidades para hacerse con el contrato. En el caso del Hospital de Teruel, ambas empresas formaron una UTE que acabó adjudicándose el contrato.

La UCO investiga al Govern Armengol

Esta adjudicación otorgada por el Gobierno de Javier Lambán se suma a la dada por Francina Armengol, que ya está siendo investidada por la UCO: 10,4 millones de euros para construir una residencia para mayores en Son Dureta.

El negocio se cerró en febrero de 2022. Levantina se impuso a las ofertas de OHL, Tecopsa y la Unión Temporal de Empresas (UTE) entre Aitana y Alcudia. La adjudicación coincidió sospechosamente con un viaje de José Ruz, el dueño de la constructora, a Las Palmas de Gran Canaria para reunirse con Koldo García, justo después de que su empresa también se llevara la reforma del Edificio Royal para la nueva sede de la Agencia Tributaria Canaria por valor de seis millones de euros. Un año y medio después, la constructora se declaró en quiebra, abandonó las obras y dejó a la administración balear con un proyecto a medias que tuvo que volver a licitar.

Durante la etapa de Ábalos en el Ministerio, Levantina acumuló contratos por valor de 125 millones de euros, la mayoría en unión temporal con otras constructoras. Pero fue en Baleares, gobernada entonces por los socialistas, donde la empresa encontró su particular filón: además del millonario contrato del geriátrico, se hizo con cuatro obras menores, entre ellas, la construcción de un puente para Servicios Ferroviarios de Mallorca por valor de 77.000 euros.