España

Iglesias y Garzón seguirán unidos muchos años por el interés «en la lucha electoral»

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, y el coordinador federal de Izquierda Unida, Alberto Garzón, han escrito este viernes un artículo conjunto en el que confirman su voluntad de «caminar juntos en la lucha política y electoral de los próximos años».

«El presente artículo quiere servir para reafirmar nuestro compromiso de trabajar unidos para construir un país soberano, donde la justicia social y la igualdad real entre mujeres y hombres sean una realidad, y donde el reconocimiento de la plurinacionalidad informe la organización territorial de España», afirman los dos líderes en el texto, que lleva por título ‘Unidad para transformar y ganar’.

Este artículo, que firman conjuntamente en el diario ‘Público’ y que recoge Europa Press, llega en el ecuador de la consulta que Podemos está realizando entre sus bases para decidir si quieren concurrir en coalición con sus «aliados del espacio del cambio», como IU, y si quieren que su marca figure en las candidaturas de las próximas elecciones municipales, autonómicas y europeas de 2019.

Además, los secretarios de Organización de ambas formaciones llevan meses negociando las bases de un acuerdo para configurar dichas candidaturas, que encuentra precisamente en el nombre o en los mecanismos para configurar las listas los principales escollos. Ante las posibles dudas que hayan podido surgir, Iglesias y Garzón han decidido hacer constar por escrito su voluntad de trabajar juntos.

‘La restauración reaccionaria’

Iglesias y Garzón establecen seis puntos clave de la situación política española, que califican como una «tensión entre restauración reaccionaria y el cambio democrático».

En primer lugar sostienen que «por mucho que los partidos de las élites hayan proclamado la normalización de la situación económica», la población tiene que «trabajar más tiempo por menos dinero y, por lo tanto, viven en peores condiciones».

En segundo lugar, denuncian que la «reducción de salarios y desmantelamiento de los servicios públicos» están amenazando las capacidades de tener hijos y cuidar de familiares o amigos y mantener los hogares.

En tercer lugar, critican que los partidos monárquicos «no han sabido ofrecer a la ciudadanía catalana una solución democrática y un proyecto ilusionante de participación en España» y defienden como «único» camino para solucionarlo «comprender que nuestro país está formado por mujeres y hombres que se sienten de diferentes naciones y que aspiran a cooperar desde el reconocimiento de sus distintas identidades y sus derechos democráticos».

En cuatro lugar, advierten que «la profunda corrupción no se expresa sólo por los millares de casos que afectan al PP, sino que refleja una concepción patrimonial de las instituciones por parte de las élites políticas y económicas».

En quinto lugar, asumen que el hecho de que en Europa «gobiernan los mercados, es decir, los grandes grupos económicos y financieros, y no los Gobiernos elegidos democráticamente» supone «un reto adicional para las fuerzas progresistas» que aspiran a que «la democracia llegue también a la economía».

Por último, recuerdan que se han desbordado «sobradamente los límites de la biocapacidad del planeta» y que «las consecuencias del calentamiento global son especialmente graves para España, que no sólo se encuentra en unas latitudes ya bastante cálidas sino que además ha desaprovechado durante estos años una extraordinaria oportunidad para iniciar una transición en el modelo energético».

Finalmente, ambos líderes reiteran su intención de sumar: «Somos fuerzas políticas distintas, con reconocidas diferencias en algunos aspectos programáticos, pero consideramos imperioso poner encima de la mesa lo que nos une».