España
Desconcierto en el bloque independentista

El golpismo se lanza los trastos: la CUP acusa a la ANC de consentir los escraches españolistas

  • Agustín de Grado
  • Subdirector y responsable del Área Política en OKDIARIO. Antes jefe de área en ABC, subdirector en La Razón y director de Informativos en Telemadrid.

La CUP contra la ANC. El golpismo catalán se lanza los trastos a la cabeza. Todo por imágenes que hubieran sido inimaginables hace unas semanas. Por ejemplo, la de los exconsejeros Joaquim Forn y Dolors Bassa abucheados por decenas de catalanes con banderas españolas en El Prat a su regreso de Bruselas. Gritos de «a prisión» para los dos hombres de Puigdemont, que tuvieron que salir escoltados por los Mossos d’Esquadra del aeropuerto.

La escena se ha repetido la tarde de este miércoles en la estación de ferrocarriles de Sants, desde donde varios miembros de la Mesa del Parlament partían hacia Madrid para declarar mañana en el Tribunal Supremo por los supuestos delitos de rebelión y sedición.

El lunes, Oriol Junqueras tuvo que soportar que otros catalanes le increparan a su salida del despacho en la Consejería de Economía. Y el martes, fue Puigdemont el que entró abucheado en el centro de prensa en el que ofreció su rueda de prensa para anunciar que se atrincheraba en Bruselas para intentar esquivar la acción de la Justicia española.

El nuevo clima en Cataluña no ha pasado desapercibido para los extremistas de la CUP, acostumbrados a dominar la denominada voz de la calle. Los antisistema han cargado este miércoles contra las dos grandes asociaciones del independentismo, la ANC y Òmnium Cultural, por lo que consideran que es una falta de movilización ciudadana desde que el Gobierno de Rajoy aplicó el 155.

Ha sido la diputada Mireia Boya la que ha se ha encargado en poner negro sobre blanco la censura directa a la pasividad de la ANC y Ómnium, cuyos presidentes permanecen encarcelados en Madrid, acusados de un delito de sedición. Boya ha acusado a ambas de no haberse sabido organizar para impedir los escraches que los miembros del Govern destituido están sufriendo por parte de ciudadanos catalanes que ahora se expresan con una libertad desconocida.